Pueblo creador es pueblo empoderado

La revolución está atravesando un momento crucial, vamos marchando hacia un nuevo modelo económico, un modelo económico que rompa con el modelo capitalista-burgués-imperialista, nosotros lo llamamos socialista bolivariano, y por qué no, chavista, también es válido y justo. Los defensores de éste sistema perverso y antipopular (el capitalista, vigente hoy), se rasgan las vestiduras al ver el nacimiento de lo nuevo, o mejor dicho, al solo anunciarse lo nuevo, generan y promueven la crisis de su propio modelo, aúpan la especulación, promueven el bachaquerismo, el contrabando de extracción, pretenden robar al pueblo directamente metiéndonos la mano en el bolsillo con los precios especulativos, al perder el control de la renta petrolera, impulsan la crisis, lo que no saben es que las revoluciones son las hijas predilectas de las crisis y el sistema capitalista venezolano ya entro en la etapa de metástasis y ya no tiene regreso, aunque las viudas del mismo lo añoren.

La crisis venezolana es la crisis del modelo capitalista, aquí se refleja con mayor fuerza, al estar el país en etapa revolucionaria, y al haber llegado el pueblo al poder político, a pesar de todas las fallas naturales de todo proceso revolucionario, al tener un gobierno popular al frente, los contrapesos a la burguesía chocan con el viejo modelo y lo llevan al punto en que hoy estamos, crisis terminal, el punto de colapso del viejo sistema basado en la renta petrolera y la economía de puerto soportada en los petrodólares lleva a la necesidad vital de parir un nuevo modelo y eso solo es posible en el marco del socialismo.

En todo colapso, la naturaleza humana es buscar salidas al mismo, en ese orden de ideas se presenta el plan de PROSPERIDAD ECONÓMICA impulsado por el presidente Maduro, dicho plan concentra toda su atención hoy en la economía, el primer paso lógicamente consiste en lograr la gobernanza económica para evitar lo que la burguesía hizo, usar todas sus herramientas nacionales e internacionales para golpear al pueblo generando terribles distorsiones con la especulación inducida, el contrabando de extracción, bloqueo comercial y financiero, etc. Todo esto contó con la ayuda imperialista y sus mecanismos de sometimiento económico de los pueblos, cuya máxima expresión es el FMI, Banco Mundial, Departamento del Tesoro de EEUU, sistema bancario y financiero mundial y el conglomerado militar industrial que se agrupa en el llamado Complejo Industrial Militar de EEUU. Las mafias colombianas son "peones de confianza" de estos supra poderes mundiales, los llamados poderes fácticos, son unos peleles, aunque se jacten de ser "jefes", al lado del imperio son solo perros falderos.

Todo este andamiaje mundial se activó, está activado para "hacer crujir" e implosionar la economía venezolana... es cuando de sopetón entramos a la etapa más compleja, revertir el sistema capitalista burgués y crear un nuevo modelo en donde el centro debe ser la creación y generación de riqueza para el bienestar del colectivo nacional sin distingos de ningún tipo. La guerra económica desatada contra el pueblo de Venezuela no es más sino la muestra fehaciente que en el capitalismo es imposible generar felicidad a las mayorías nacionales, ellos exacerbaron la crisis pensando en derrocar al gobierno, pero no contaron nunca con un pueblo que no se presta para sus pretensiones de generar violencia y guerra civil que les permita a ellos apoderarse del estado nacional.

El gobierno de Maduro intenta romper con las viejas estructuras económicas del estado burgués creando un estado moderno, organizado y productivo, en ese contexto el paso vital y primigenio es la organización, esta solo es posible con el uso de la tecnología de punta, se crea el carnet de la patria, este mecanismo es bombardeado por la burguesía que pretende que siga el desorden y en río revuelto, ganancia de pescadores, es decir, ganancia de mafias burguesas.

Insistimos siempre que solo el colectivo en su conjunto, el colectivo nacional es capaz de producir la revolución económica, este no es un problema partidista o electorero, es algo mucho más grande, democrático e inclusivo y eso requiere de mucha creatividad y empoderamiento. En este orden de ideas es menester usar todas las herramientas tecnológicas a la mano para emprender la marcha hacia un sistema productivo de alto impacto económico que nos lleve hacia la soberanía productiva. Tenemos que producir nuestros alimentos en su inmensa mayoría, nuestra industria debe desarrollarse al máximo, tenemos las materias primas para hacer de todo, podemos ser una mediana potencia en corto plazo, solo se necesita desplegar nuestras capacidades al máximo.

El tema de los alimentos ha sido un talón de Aquiles en esta guerra, las medicinas, etc. Esto nos debe llevar a la agricultura, el desarrollo agro industrial... Necesitamos hacer un nuevo llamado para poblar los campos de todas y todos aquellos que queramos producir a marcha forzada. ¿Cuántos empleados públicos no desearían sumarse a un sistema misionero de producción agrícola y que actualmente se siente subutilizado en la tarea que hoy desempeña en cualquier oficina pública? ¿Cuánto espacio disponible existe en los 335 municipios de los cuales gobernamos 308 que solo esperan ser sembrados? ¿Cuantos técnicos, inventores, tecnólogos mueren de aburrimiento al sentir que no están dando lo que pueden dar y que solo esperarían una convocatoria nacional para desplegar todas sus capacidades? Hagamos de Venezuela un pueblo creador desplegado y en batalla contra el atraso en que nos sumerge el capitalismo y el modelo impuesto por el imperialismo que se basó en convertirnos en factoría petrolera, llegó el momento, pueblo creador es pueblo empoderado...



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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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