Para recuperar la producción agropecuaria de Venezuela es necesario que el Estado facilite el éxodo de venezolanos de la ciudad al campo. No conozco ningún plan en ejecución, que procure tal propósito. La carencia de servicios hace tan hostil el medio rural para el citadino, que éste no considera la vida y oportunidades laborales en el campo venezolano como opción, prefiere emigrar a otros países.
Las actuales circunstancias internacionales, que apuntan a una conflagración mundial, obligarán a esos venezolanos a regresar a su patria; el campo venezolano ofrece oportunidades para ellos, pero es necesario que el Estado cree las condiciones de habitabilidad para hacer más acogedor cualquier predio agrícola remoto.
Tal y como lo hace hasta hoy, en las ciudades y en poblaciones rurales, el Estado debe ofrecer, con mayor énfasis, opciones de viviendas y electrificación unifamiliar campo adentro y no sólo en poblaciones a lo largo de la vialidad principal y del tendido eléctrico, lejos de inmensas extensiones desoladas e incultas, que ofrecen grandes oportunidades para la producción agropecuaria.
La mayor vulnerabilidad de Venezuela es la insuficiencia de alimentos y medicamentos; ciertamente, esta insuficiencia es consecuencia de políticas impuestas por el imperialismo a la nación venezolana, que destruyeron nuestra cultura agrícola y, sobre esa destrucción, la guerra económica imperialista actual, contra los venezolanos, concentra sus esfuerzos en desabastecernos y evitar que podamos importar alimentos y medicamentos.
Suscribo las medidas financieras y monetarias que ha promulgado el Presidente Maduro, pero le advierto que este aspecto de la guerra económica no es ya la prioridad. La prioridad es la preparación de la defensa de la nación y la producción de alimentos, frente a una agresión armada imperialista, que me parece inevitable, toda vez que, su guerra económica, para someter a su dominio a los venezolanos, no logra su propósito. USA tampoco logra asegurar el control del flujo de petróleo procedente del Golfo Pérsico, ni el dominio estratégico de Siria. De manera que, el petróleo venezolano más que codiciado, resulta hoy indispensable para el imperialismo.
