Sí. No tengo la menor duda de que Venezuela superará esa próxima agresión, ahora armada, que anuncia el gobierno de USA; éste pudo derrocar a Chávez el 11 de abril de 2002, pero no logró mantener a sus lacayos en el poder, frente a la rebeldía y determinación de pueblo y militares bolivarianos; luego intentó, con el paro petrolero ejecutado por sus lacayos, derrocar a Chávez otra vez y dispuso de buques y tropas, para asegurar este derrocamiento, que no pudo concretar. Su Guerra Económica y Desabastecedora tampoco doblegó al pueblo venezolano. Ahora no podrá derrotarlo militarmente, por mucho daño que sus mercenarios puedan causar.
Mi afirmación no es ilusa, ni apresurada por acontecimientos inminentes, que deduzco de las amenazas del gobierno estadounidense, es la conclusión de mis análisis, que pretendo compartir con ustedes, en ésta y en una próxima e inmediata entrega.
Desde 2002 expresé opinión, en artículos publicados por los Diarios Provincia y VEA, que sufriríamos el desabastecimiento deliberado de alimentos, medicamentos y una falsa guerra civil, ejecutada por mercenarios al servicio de USA. Los antecedentes del desabastecimiento, especialmente de alimentos, que padecemos hoy, tienen origen en la destrucción deliberada, por el gobierno estadounidense, de la agricultura venezolana; más precisamente del desarrollo y modernización agrícola que la Dictadura de Marcos Pérez Jiménez logró, hasta convertir a Venezuela en la segunda potencia cerealera de América Latina. Ese desarrollo agrícola y el creciente desarrollo de la industria militar fueron razones, para que USA influyera el derrocamiento de Pérez Jiménez e impusiera luego, a los sucesivos gobiernos que sucedieron al de Pérez, políticas agrícolas e importación de alimentos subsidiados, hasta destruir el desarrollo agrícola alcanzado.
Tuve participación, como marino, en el transporte de aquellos alimentos importados, a precios subsidiados. Comprendí cómo aquel proceso obligó a mis abuelos y a sus hijos a abandonar nuestra ancestral ocupación agrícola en la Serranía de Falcón y al éxodo de miles de familias campesinas. Hoy me siento reivindicado, porque el pueblo venezolano no se dejó engañar e identificó al gobierno de USA como autor del desabastecimiento.
El fracaso del intento de engañar al pueblo venezolano y su derrota en la OEA, que no aprobó su demanda para intervenir militarmente en Venezuela, son razones para que USA insista, pero sólo de forma amenazante, en esa intervención militar, pues carece de legitimación. Los expertos interpretan que deberá crear una falsa guerra civil. Por mi parte, estoy convencido de que USA la llevará a cabo y será ejecutada por mercenarios a su servicio, para ocultar y justificar luego la invasión a Venezuela por sus tropas regulares, asesinar a líderes de la Revolución Bolivariana y ocupar la faja petrolífera y los Estados Bolívar y Amazonas, bajo el argumento de una intervención humanitaria, como en Libia.
No es casual que sean naciones exportadoras de hidrocarburos y o localizadas geográfica y estratégicamente en rutas por donde transitan los hidrocarburos, las que son objeto de enormes presiones y agresiones por el imperialismo estadounidense y europeo, para someterlas y aplastar sus rebeldías contra el despojo de sus riquezas, especialmente del petróleo. Tal es el caso de las agresiones, golpes de estado y sanciones económicas de USA y Europa contra Irán y Venezuela, de la invasión a Afganistán, de la invasión a Irak y de la destrucción, bajo supuesta intervención humanitaria, de Libia; también de la guerra contra Yemen, del golpe de estado contra Evo Morales en Bolivia, así como la agresión por mercenarios al servicio del imperialismo, para derrocar al gobierno sirio. Puede apreciarse, en esta andanada de agresiones a países productores de hidrocarburos, la avidez por el petróleo, razón absolutamente obvia, para que prosiga otra agresión contra Venezuela.
Fundamento la opinión, de que USA no podrá derrotar militarmente a la Revolución Bolivariana, en el análisis del debilitamiento del imperialismo estadounidense y europeo y desplazamiento del poder mundial del Atlántico al Pacífico asiático, acontecimiento éste comparable a la concentración de poder y predominio de la cultura occidental que inicio con el imperialismo greco romano y se emplazó en la cuenca del Atlántico, hasta hoy.
El autor es: capitán de altura y productor agrícola