La mayor vulnerabilidad para preservar la independencia y soberania de Venezuela es la insuficiencia de alimentos y medicamentos. Sin embargo, los venezolanos podemos y debemos producir los alimentos que necesitamos y producir mas, para exportar. También podemos incrementar la produccion de medicamentvos y dar un salto cualitativo en la investigacion cientifica, para crear medicamentos, a partir de la valoracion de nuestros cientificos y de una institucion capaz de darle una concepcion de patria a esa actividad, a sus ejecutores y la continuidad que esta labor exige.
¿Por qué no lo hacemos?
Trataré los temas agricultura y transporte, que son mis dos ocupaciones y no el concerniente a salud y medicamentos, pero insisto en advertir que este es nuestro segundo Talon de Aquiles.
1o. Desde 1958 USA impuso politicas a los sucesivos gobiernos, que aceleraron el abandono del campo venezolano, para hacer de Venezuela un pais dependiente de la importacion de alimentos, a emplear sus ingresos petroleros para importarlos y comprarlos especialmente a empresas estadounidenses.
2o. Fuimos obligados a abandonar el transporte en buques de navegacion de cabotaje de nuestros productos agricolas y de otras cargas, como acero desde Guayana y otros materiales de construccion, que vemos transitar y deteriorar absurdamente nuestra vialidad terrestre, hacia el Centro y Occidente de Venezuela. También se nos privo del desarrollo del transporte en ferrocarril; la consecuencia fue que el transporte por carretera encarecio nuestra agricultura. Aquellos productos agropecuarios que siguieron siendo competitivos,a pesar del alto costo del transporte, merecieron otras formas de agresion, para destruir su produccion.
Hago un paréntesis, para atender a una sugerencia de Evelise. Ella afirma que incluso los venezolanos de nuestra edad ignoran el uso de buques de cabotaje, para transportar nuestros productos agricolas; sugiere que ahonde en el tema y haga referencia a la obra de Romulo Gallegos, Doña Barbara... "un bongo remonta el Arauca..." después menciona a Gabriel Garcia Marquez y sus obras El Coronel No Tiene Quien Le Escriba y El Amor En Los Tiempos Del Colera. En efecto, la lectura de obras de épocas pasadas nos ilustran sobre el uso de buques para movilizar cargas y pasajeros, en navegacion de Cabotaje, es decir, entre puertos venezolanos o colombianos; entonces no disponiamos de vialidad u otras infraestructuras para otros modos de transporte. Ahora bien, es necesario destacar que el transporte acuatico sigue y seguira siendo varias veces mas economico, para el transporte de cargas, que cualquier de los otros modos de transporte , y observar también que, el uso actual de buques, para transportar pasajeros, es altamente costoso, solo se justifica en zonas donde no es posible otros modos de transporte o donde no exista aun infraestructura para esos modos.
3o. El imperialismo nos ha impuesto habitos para destruir el consumo de alimentos propios de nuestra region y cultura, como es el caso de la sustitucion del maiz por el trigo. De igual notoriedad es la sustitucion del consumo de leche fresca. A pesar de los costos del transporte, nuestra produccion de leche fresca siguio siendo competitiva, por lo que dio lugar a otra forma para destruir o minimizar su consumo y nuestra produccion. El caso de la leche es de gran notoriedad. USA creo eufemisticamente un programa para el progreso, que incluyo el obsequio de leche en polvo a nuestro pueblo, hasta que progreso su proposito y desaparecio nuestro habito de consumo de leche fresca y aquel programa nos hizo consumidores habituales de leche en polvo; entonces USA suspendio el obsequio de leche en polvo. En la actualidad, el habito nos obliga a importar leche en polvo o comprarla a trasnacionales que establecieron plantas en Venezuela. El peor efecto de esta agresion, entorno al cambio de habitos en el consumo de leche fresca, ha sido la imposicion del consumo de leche en polvo "maternizada" a nuestros bebés, con terribles consecuencias para la salud de nuestros hijos y de sus madres.
4o. Los productores agricolas estamos enfrentando grandes dificultades para sembrar, cosechar y transportar nuestros insumos y productos; sugiero al Presidente Maduro que salga y se percaté por si mismo de los altos precios de los productos agricolas, otros alimentos y bienes de primera necesidad en expendios del Estado; que también aprecie los altos costos de nuestros insumos para la actividad agricola y ponga la lupa en los producidos por empresas del Estado; asi podra radicalizar algunas iniciativas que ha ordenado recientemente, en los dos temas que he tratado en este y en mi escrito anterior.
Para concluir, permitanme narrar que... Durante 14 años he asistido a reuniones de mi pequeña comunidad agricola y pesquera, a orillas del mar, cuya unica forma de transporte es a través de mas de 20 Kms de precaria carretera de penetracion rural, sobre arcillas expansivas, que cada vez que es reparada es destrozada de inmediato, por el transito de camiones de 2 ejes, con cargas hasta de 17.000 Kgs de peso. En toda reunion a la que asisti, el punto principal a tratar fue la vialidad; nadie admitio que la solucion sea el transporte por mar, borrada como fue de nuestra cultura, la caracteristica fundamental de nuestra nacionalidad. Admito los motivos particulares de mis vecinos, el privilegio del uso de sus automoviles, pero no la indiferencia y desdén del Estado, que hoy se ve obligado a tomar medidas que suscribo, como el aumento y subsidio directo al consumidor venezolano, de los combustibles. Hoy son pocos mis vecinos que disponen de un auto operativo; dos de transporte colectivo, dotados por el Estado, tampoco funcionan. El transporte para nuestra comunidad es precario, me encomiendo a DIOS TODOPODEROSO cada vez que Evelise y yo necesitamos salir; supongo que sucede en cada comunidad rural. Tal y como he predicado, durante años he hecho planes para adquirir un bote, para nuestros viajes o transporte de nuestros productos agricolas, pero mi iniciativa es individual y financieramente agotadora, pues no existe la minima instalacion para embarcar y desembarcar. Por otra parte, el uso del transporte acuatico es legal y culturalmente discriminado, especialmente por el Estado y sus funcionarios. Y esta discriminacion no es casual, ha sido un proceso habilmente instrumentado, por el imperialismo y los sectores de la burguesia que han controlado durante siglos el comercio venezolano y la importacion de bienes. Tampoco es casualidad, que este sector de la burguesia venezolana sea el mismo que controla el agenciamiento naviero y aduanal. En 1947, este sector de la burguesia logro la promulgacion de un Decreto Ley, que proscribio la enseñanza nautica en varios puertos de Venezuela, para los pescadores y marinos de nuestras pequeñas embarcaciones, cuando elimino todas las escuelas de nautica existentes, excepto la Escuela Nautica de Venezuela en el Litoral Central, hoy Universidad Maritima del Caribe, de donde egresé. Desde entonces, ésta unica escuela estuvo dirigida bajo el dominio indirecto de ese sector de la burguesia. Ni la industria petrolera de las trasnacionales pudo fracturar ese control, para atender a sus necesidades de profesionales para sus actividades acuaticas y de transporte maritimo de hidrocarburos.