Releyendo el Ensayo de Eduardo Irazábal, publicado por el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual y la Comisión Presidencial de Asuntos Fronterizos Colombo-Venezolana. COPAF. Caracas 1999, llegué a la conclusión de la similitud del proceso sociopolítico de Colombia y Venezuela durante todo el siglo XX, desconocido por la mayoría de habitantes de ambos países. Colombia se inicia en la coyuntura de la primera postguerra -1918-1929. Pero desde 1899 y 1903 se desarrolló en Colombia una cruenta guerra civil, conocida como "los mil días" entre los partidos liberales y los conservadores. El conflicto causó millares de víctimas y prácticamente destruyó la economía y las finanzas colombianas.
Movimientos sociales parecidos ocurrían en Venezuela, no existía gobierno fuerte con la autoridad y poder suficiente para garantizar el orden, ni una idea de nación, ni experiencia cívica lo que llevó al caudillismo y militarismo, con jefes político-militares locales que no fueron capaces de enfrentar y derrotar al gobierno central siguiendo sus intereses particulares e ideológicos junto a masas populares que los apoyaban al sentirse identificados con ellos, procesos similares se dieron en toda la América hispana tras el fin del dominio colonial español. Durante la primera mitad del siglo el único personaje que logró convertirse en factor de relativa estabilidad en Venezuela fue José Antonio Páez, gracias a su poder militar, sólo su derrota en los campos de batalla terminó con su carrera política. El popular caudillo llanero se levantó varias veces contra gobiernos que consideraba él habían violado la legalidad vigente o combatió contra quienes intentaban derrocar gobiernos legítimos.
Entre 1830 y 1903 hubo un total de 166 revueltas armadas y casi cincuenta años de guerra. El historiador Robert L. Sheina en su libro Latin Americas Wars: The Age of the Caudillo, 1791-1899, publicado en 2003, estima en un millón de muertos en total, un 70% de ellos no-combatientes caídos por las pestes, hambrunas, anarquía y represión política que trajeron las guerras. Otras fuentes rebajan la cifra a 260.000 muertos en combates, más 62.000 por terremotos y pestilencias, sin contar los caídos en la Guerra Federal. Sólo hubo dos períodos en aquel siglo que los gobiernos fueron estables y duraderos: en 1835 a 1848 y 1870 a 1887.
El período de inestabilidad terminó con la dictadura de Juan Vicente Gómez quien gobernó Venezuela entre 1908 hasta su muerte en 1935, asegurando así una base fuerte para el poder estatal y acabando con los caudillos regionales pasando el poder al alto mando central de las Fuerzas Armadas de Venezuela. Debido a estas guerras Venezuela se empobreció y sufrió un relativo estancamiento demográfico. Durante estos periodos se produjeron en Colombia y Venezuela un conjunto de profundas transformaciones, las cuales de alguna manera modificaron los patrones tradicionales, abriendo paso a un proceso de modernización capitalista "suis generis". Ambos países hemos sido las víctimas de la aristocracia latifundista en el poder. Durante este periodo no se produjeron en ninguno de los dos países cambios sustanciales en la estructura de la tenencia de la tierra. En la década de los veinte ocurre un fenómeno en Colombia que genera los movimientos de protesta y la ruptura entre los conservadores y los liberales en Colombia y en Venezuela.
Mientras esto ocurría en América, en Europa las ideas del socialismo se expanden en el mundo. En Colombia se produce la huelga de los trabajadores de la Unidet Fruit de 1928, quienes exigían mejoras salariales. En esa oportunidad el gobierno declaró el Estado de guerra y el carácter "comunista" del movimiento. Un ejército de ocupación terminó la huelga. Es precisamente en esa coyuntura, cuando se proyecta en Colombia la figura del líder Jorge Eliécer Gaitán quien denunció en el Congreso la represión ejercida sobre los trabajadores de las bananeras hacia finales de los años 1940.
La guerra civil española y la segunda guerra mundial ejercen también influencia en Colombia y Venezuela empeorando las condiciones económicas. En el partido liberal de Colombia impidieron una candidatura única para la elecciones de 1946, la división del liberalismo en torno a los candidatos Gabriel Turbay y Jorge Eliecer Gaitán permitió el triunfo del candidato conservador Mariano Ospina Perez instaurándose nuevamente la hegemonía conservadora en Colombia. En Venezuela comienza una revuelta campesina en septiembre de 1846, animada y dirigida por el liberal Ezequiel Zamora contra el presidente conservador Carlos Soublette. Páez se convierte en el principal apoyo del gobierno y consigue pacificar el país para mayo de 1847. El poder de los conservadores es debilitado y se debe pactar para que un liberal como José Tadeo Monagas asuma el poder, se inicia el Monagato u Oligarquía Liberal (1847-1858). La rebelión de Páez comienza el 4 de febrero de 1848, cuando el caudillo alza a sus llaneros contra el gobierno liberal de Monagas. Se les unen Zamora y Soublette. Forman una tropa de 3.000 hombres. Monagas envía 6.000 soldados a enfrentarlo. Vencido en Los Araguatos (10 de marzo), huye al Caribe hasta reunir seguidores y seis mil mosquetes, se apodera de Maracaibo pero sus tropas son vencidas en Taratara (6 de abril), debiendo atrincherarse en Maracaibo. El 2 de julio de 1849 Páez desembarca en La Vela de Coro y concentra 2.000 rebeldes, pero es vencido en Casupo el 12 de agosto, rodeado por cuatro o cinco millares de soldados gubernamentales se rinde tres días después. Es desterrado, debiendo exiliarse hasta 1858.
La Guerra Federal fue una insurrección que estalló el 20 de febrero de 1859, bajo el mando de Ezequiel Zamora, formando un ejército de 3.000 rebeldes (las guerrillas serán la mayoría de las acciones bélicas y las grandes batallas). Zamora vence en Santa Inés el 10 de diciembre de 1859 (2.500 rebeldes vencen a 3.200 gubernamentales, sufriendo 200 y 800 bajas aproximadamente). Su ejército crece hasta los 7.000 hombres con ayuda del oriental Juan Antonio Sotillo pero es asesinado el 10 de enero siguiente, y sucedido por Juan Crisóstomo Falcón (muchos rebeldes desertan).
El ejército liberal incluye 3.000 llaneros orientales veteranos. Los liberales son vencidos en Coplé (17 de febrero de 1860) por León de Febres Cordero y 5.000 soldados, pasándose a una etapa de guerra de guerrillas que sumerge al país en una profunda anarquía. Este conflicto fue el más sangriento de todos los vividos, entre 20.000 y 100.000 vidas se perdieron. El Tratado de Coche el 23 de mayo de 1863 pone fin a la guerra con la victoria de Falcón. Tras la caída de Guanare (5 de abril de 1863), los conservadores no tenían como más resistir. Los liberales controlaban Coro, Maracaibo, Barquisimeto y Guayana con dos ejércitos (4.000 plazas en el oeste venezolano y 3.000 en el sudoeste).
En septiembre de 1867 el general Luciano Mendoza se alza en Bolívar contra Falcón, descontento con ese gobierno. En diciembre lo hacen los generales Miguel Antonio Rojas en Aragua y Pedro Arana en Carabobo. Falcón envía a los generales Pedro Manuel Rojas al sudeste y a José Loreto Arismendi y José Eusebio Acosta al oriente. Manuel Ezequiel Bruzual queda a cargo del Estado Mayor. Los rebeldes al mando del general Natividad Mendoza son vencidos en cerro La Esperanza, en Petare, por los generales gubernamentales Justo Valles y Vidal Rebolledo. Los rebeldes quedan obligados a limitarse a la actividad guerrillera. El 16 de octubre Guzmán Blanco negoció un acuerdo de paz con Mendoza. Dos días después se entregaba el indulto.
La revolución Azul. Tras años de tensión política, el 12 de diciembre de 1867 se alzan José Tadeo Monagas y los rebeldes reconquistadores o azules (liberales descontentos y conservadores) contra el gobierno de Falcón. Suman 4.000 soldados del Guárico, Carabobo y Aragua. Estos, al mando de Miguel Antonio Rojas, son vencidos doce días después cerca de la capital. El movimiento azul había comenzado con levantamientos autónomos y sin coordinación. El 25 de abril de 1868 Falcón debe renunciar, pero esto no satisface a los azules. El 6 de mayo se enfrentan en Las Adjuntas y cuatro días más tarde en Monte Caballería. El gobierno interino de Manuel Ezequiel Bruzual intenta negociar, pero Monagas concentra 4.000 soldados alrededor de la capital. Entre el 22 y 25 de julio 3.300 azules asaltan Caracas, defendida por 2.300 gubernamentales. Mueren más de 1.000 combatientes de ambos bandos.
El 26 de junio de 1868 Monagas entraba en Caracas. Monagas nombra presidente interino a Guillermo Tell Villegas. Bruzual huye a La Guaira y después a Puerto Cabello, Monagas con 3.000 plazas lo asedia durante diez días hasta la capitulación el 14 de agosto, muriendo Bruzual en los combates. Luego envía a Rojas a pacificar el oeste. La revolución de Abril o Amarilla. El 14 de agosto de 1869, cuando el liberal amarillo Antonio Guzmán Blanco intentaba buscar apoyo para enfrentar al gobierno de Monagas es atacado por el ejército. Debe refugiarse entre las delegaciones extranjeras y exiliarse. La rebelión estalla tras dos años de anarquía política durante el gobierno de Monagas. Su coalición liberal-conservadora se había fracturado cuando los conservadores empezaron a concentrar el poder. Guzmán Blanco desembarca en Curamichate, cerca de La Vela de Coro, el 14 de febrero de 1870. Había reunido 52 barcos en Curazao, trayendo material para armar rápidamente un ejército de 18.000 rebeldes. El 27 de abril, tras tres días de lucha, Guzmán Blanco y seis a ocho mil rebeldes entran en Caracas (la ciudad tenía apenas 1.600-2.000 defensores, la mayoría vecinos armados). Guzmán Blanco marcha con 6.000 soldados sobre Apure, pacificándola para inicios de 1871 y asegurando su poder. Se inicia el largo periodo del Liberalismo Amarillo. La revolución de Coro o Colinada. Comienza en octubre de 1874, los rebeldes son comandados por el general León Colina pero para febrero siguiente estaban vencidos. En el oriente se alza el general José Ignacio Pulido Briceño. Guzmán Blanco debe dejar el poder pocos años después en favor de sus opositores.
La revolución reivindicadora. Francisco Linares Alcántara inicia un gobierno muy contrario al guzmancismo, pero es asesinado el 30 de noviembre de 1878. El 3 de enero de 1879 Guzmán Blanco se alza contra su sucesor José Gregorio Valera. Rápidamente el grueso del ejército venezolano deserta, más de 10.000 soldados se unen al antiguo dictador mientras que solo 3.000 permanecen leales al presidente. El rebelde divide su ejército en tres fuerzas y envía al general José Gregorio Cedeño con 2.300 soldados a La Victoria, ahí se da la batalla decisiva el 6 de febrero. Mueren más de 2.000 combatientes y apenas quedan 300 leales a Valera capaces de luchar. El 13 de febrero Cedeño entra en Caracas. Guzmán Blanco sigue en el poder hasta su muerte en 1888.
Mientras transcurrían las guerras civiles en Venezuela y Colombia, las principales potencias en el mundo, también se expandían en todo el orbe.
Al iniciarse la segunda mitad del siglo XX, Europa había pasado el largo período de reajustes de fronteras que siguió a los acuerdos del Congreso de Viena. La paz impuesta por los vencedores después de las guerras napoleónicas, permitió a la burguesía acelerar el proceso de industrialización capitalista y la burguesía se abrió paso y extendió sus dominios. Inglaterra se apropió de medio mundo. La India fue convertida en colonia, la China obligada abrir sus mercados bajo el impacto de los cañones, al igual que numerosas naciones de Asia y África.
El imperio de su majestad la reina Victoria abarcaba territorios en todos los continentes. Inglaterra interesada en desalojar a España y apoderarse de sus mercados impulsó su influencia en America Latina mediante armas, dinero y apoyo político a los movimientos independentistas. En 1822 otorgó reconocimiento diplomático a los gobiernos surgidos de las guerras contra Fernando VIII. Pronto los ingleses tuvieron apreciables intereses económicos en las nuevas Republicas. En Londres se formaron compañías que manejaban 24 millones de libras esterlinas para hacer inversiones inmediatas. Los países latinoamericanos se abastecían de productos de factorías inglesas. El capital británico controlaba también el comercio de exportación. Por eso, cuando la Santa Alianza brindó su apoyo a España para la reconquistas de las colonias encontrará la oposición de Inglaterra. Entre 1840 a 1850 –Francia colonizó un extenso territorio en África.
VENEZUELA DESPERTÓ TEMPRANO EL APETITO DE LAS GRANDES POTENCIAS.
La zona de Caribe y los territorios vecinos eran desde el descubrimiento, lugares de conquistas, intrigas y maniobras internacionales. Inglaterra y los Estados Unidos fueron los que hicieron fracasar el Congreso Anfictiónico de Panamá, convocado por el Libertador y lograron la ruptura de la Gran Colombia. EE.UU en 1818 le propusieron al Libertador, según correspondencia del gobernador de Trinidad Mr Woodford establecer una base militar en las costas orientales a cambio de ayuda en dinero y armas. Otro motivo de controversia de Simón Bolivar con los EE.UU fue el Congreso de Panamá y luego los proyectos de Bolivar de libertar a Cuba y Puerto Rico. Por tales razones, los EE.UU se dedicaron a cortejar a José Antonio Páez. Fue invitado a los EE.UU y le hicieron honores y agasajos para estimular todas sus ambiciones. Los objetivos de EE.UU era contrarrestar la penetración de franceses y británicos. La intervención de EE.UU en el conflicto interno de Venezuela no fue más directa y beligerante debido a la guerra de secesión que estalló en aquel país. Inglaterra y Francia no ocultaron su apoyo a las actividades del partido Liberal y sus agentes aparecieron en numerosas veces mezclados en las conspiraciones contra el gobierno de la oligarquía conservadora.
La idea que daba Venezuela en el exterior era de un país anarquizado y bárbaro, de una nación arruinada y en caos, asolada por las pugnas internas. Curazao se convirtió en el más importante centro de operaciones para introducir armas a Venezuela y equipar a las fuerzas federales. Curazao suministraba armas no sólo a las guerrillas de Coro, sino también a los insurgentes de distintas regiones. La revolución Legalista. Guzmán Blanco es sucedido por sus lugartenientes con los gobiernos continuistas. El 11 de marzo de 1892 el liberal Joaquín Crespo se rebela con sus llaneros en el Guárico.
El gobierno de Raimundo Andueza Palacio envía al general Sebastián Casañas con 4.000 hombres a sofocar el movimiento, centrándose la lucha en Táchira, donde el gobernador Cipriano Castro se suma a los rebeldes. Las fuerzas gubernamentales empiezan a retroceder en el oeste hasta la decisiva derrota en Táriba (14 de mayo), permitiendo a los rebeldes Castro y Juan Vicente Gómez entrar en Mérida a la cabeza de 3.000 soldados. Tras este éxito Crespo pasó de movilizar pequeñas partidas a importantes contingentes en todo el país. El 17 de junio Andueza Palacio renuncia a la presidencia y Tell Villegas queda como interino. El 1 de julio, en La Cortada del Guayabo, se enfrentan dos ejércitos de cinco mil combatientes cada uno. Nueve mil rebeldes asaltan Villa de Cura el 9 de agosto. Tras una nueva derrota en Los Colorados, el 4 de octubre, el gobierno abandona la capital. Crespo se aproxima con 10.000 soldados y el 6 de octubre entra victorioso en Caracas.
La revolución de Queipa. En 1897 Crespo organiza un fraude electoral para asegurar la victoria de su partidario, Ignacio Andrade. El candidato vencido y caudillo José Manuel Hernández, el mocho Hernández) se levanta el 17 de marzo de 1898. Los rebeldes de Hernández y Luis Lima Loreto suman 700 combatientes pero vencen al expresidente Crespo en Mata Carmelara, en Cojedes, el 16 de abril. Crespo muere en el combate. El ejército rebelde rápidamente crece a 16.000 combatientes, mientras que el gobierno tiene 20.000, incluyendo milicias de caudillos leales. El ministro de Guerra, Antonio Fernández, también es vencido el 5 de junio. Finalmente, Andrade encarga a Ramón Guerra la campaña. Este obliga a Hernández a capitular el 12 de junio en El Hacha, en Yaracuy.
La revolución Liberal Restauradora. Los venezolanos exiliados en Colombia al mando de Cipriano Castro regresan a su país en una expedición el 23 de mayo de 1899. Como la famosa Campaña Admirable en 1813, las fuerzas de los rebeldes o restauradores o tachirenses, crecen a medida que entran en territorio andino venezolano para derrocar al impopular gobierno de Andrade. Castro y 57 compañeros, pronto suman 700, vencen en Paso Yegüines a 5.000 tropas gubernamentales y entran en Mérida. El 12 de septiembre con 2.000 tropas vence en Tocuyito a 4.000 soldados gubernamentales comandadas por el ministro de Guerra, general Diego Bautista Ferrer, quien pierde 2.000 hombres intentando asaltar las posiciones enemigas.
Dos días después Andrade asume el mando personal de la guerra y Castro lanza una ofensiva coordinada contra Caracas. Después de esto varios caudillos y sus milicias desertan para el bando rebelde: Leopoldo Baptista con 3.000 seguidores y Luciano Mendoza con 4.500. El 20 de octubre Andrade es derrocado en un golpe de Estado y forzado a exiliarse en Curazao. Con 10.000 soldados, Castro entra en la capital el 23 de octubre con los generales y caudillos Luciano Mendoza (liberal amarillo), Samuel Acosta y Luis Lima Loreto (nacionalistas liberales o "mochistas", es decir, fieles al caudillo José Manuel "Mocho" Hernández).
La revolución Libertadora. El 26 de julio de 1901 un ejército de 4.000 exiliados venezolanos y colombianos al mando de Carlos Rangel Garbiras intento regresar a su país, pero fueron vencidos en San Cristóbal. Ante las medidas de Castro, que buscaban centralizar el poder político y militar diversos caudillos se alzaron, inicialmente en focos aislados, pero posteriormente en una gran revuelta liderada por el banquero Manuel Antonio Matos, quien llevaba meses formando una coalición de oposición con políticos y militares, y apoyada por empresas extranjeras con intereses en el país.
El primero en rebelarse fue el gobernador Mendoza de Aragua el 19 de diciembre. Castro envió a Gómez contra Mendoza, enfrentándose en San Mateo y Villa de Cura el 21 y 22 de diciembre. Mendoza es vencido y perseguido. El 7 de febrero se produce una gran rebelión. Los mochistas estaban alzados en el centro y oeste del país, los amarillos en el este y la guarnición de Ciudad Bolívar se había alzado liderada por Rolando. Tras la decisiva batalla de La Victoria (12 de octubre de 1902) los rebeldes empiezan a ser sometidos, el poderoso ejército de 12.000 a 16.000 combatientes que habían concentrado sufre 3.000 bajas. Castro apenas tenía 6.000 soldados.
Es la última guerra civil del país y acaba el 21 de julio de 1903, después de tres días de asedio, cuando las tropas rolandistas se rinden en Ciudad Bolívar. Cipriano Castro se hace con el poder absoluto hasta ser derrocado por Juan Vicente Gómez en 1908. Esta historia continua en pleno desarrollo como diría Walter Martínez Podemos asegurar que todos los países de America Latina y del Caribe hemos sido víctimas de los imperios Españoles, Ingleses, Holandeses y de los Estados Unidos de Norteamerica. En la actualidad todavía nuestros pueblos luchan por liberarse y lograr la justicia social para sus pueblos.
Señalo otros libros importantes que recomiendo para entender, como lo imperios de la época nos mantuvieron en una constante guerra civil. La caída del liberalismo amarillo, de Ramón J Velásquez. Los papeles del partido Democrático Nacional de Juan Bautista Fuenmayor. La política exterior de Juan Vicente Gómez de Silvio Villegas. La Guerra Federal de Guillermo García Ponce. La violencia en Colombia de Germán Guzmán Campos, Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña Luna. En qué Momento se Jodio Colombia de Plinio Apuleyo Mendoza. ¿Guerra o Paz en Colombia? Carlos Lozano Guillen. Bolívar y Santander. Dos posiciones contrapuestas. Autor José Sant Roz. Fundación El perro y la rana. La lucha de los países imperiales actualmente continúa en su afán de apoderarse de todas las riquezas de América Latina y del Caribe.