La noble, inocente y distinguida palabra, "Silencio" a simple interpretación es una distanciada imagen auditiva. El silencio, es el amplificador y generador de tranquilidad, concordia, paz y armonía. En cambio el significado de, silencio; abstención de hablar, ausencia de ruido, o hecho de estar callado.
Esa palabra perdió su esencia y propiedad, al evolucionar en sangriento y desalmado terminó. El silencio de la humanidad, hacia la integridad, razón o la simple lógica, llegó al lamentable infinito. Es poco más o menos imposible, conservar el honor, manteniendo el silencio en contra las acciones de los poderes establecidos.
Las diferentes modalidades y los pálidos comportamientos a la procedencia del silencio, cambió por completo el significado de este cándido vocablo. En la mayoría de las ocasiones, el silencio se transformó en el sinónimo de la cobardía, el temor y el miedo, a exponer las realidades. En cambio quien rompe el silencio, irradiando las sangrientas faltas, las verdades ocultas y las constantes violaciones a los derechos humanos, del poder imperial, los mismos déspotas colonizadores. Este digno y valeroso vocero, sería el auténtico ejemplo a seguir de un honorable mortal, pero indiscutiblemente cuando se enfrenta solo, a los 11 carteles del mal, lo llaman loco, las inmensas mayorías de las sociedades, mundial. Los corazones de las multitudes se encuentran del lado del vocero, pero por el silencio de los cobardes, coloca sus machetes en contra del libertador de las ética humana.
El silencio internacional, en donde toda la población mundial, sin excepción, subordina y califica inocentemente a las diversas razas, en diferentes categorías. Cientos de miles de muertos en el continente africano, no estremece a la multitud, cientos de miles víctimas sirios, nunca sacudió las conciencia humana, las constantes y cotidianas regicidios a sangre fría a los originarios palestinos, por los invasores europeos que se proclaman israelíes, es una acostumbrada rutina, endemoniadamente disimulado, por los mortales supuestamente racionales, o los cien mil yemeníes masacrado por armamentos imperiales y el mundo no se zarandea.
En cambio, la muerte de cualquier ciudadano o miembro del imperio del mal, las alarmas universal, se encienden, las malvadas intenciones, se guindan, las banderas falsas, se alzan y el culpable, son aquellos quienes no se doblegan. Finalmente, envían a sus desechables peones (todos los ejércitos, miembros de la OTAN más israel) para masacrar a los indefensos originarios de cualquier país del mundo. Antiguamente, lo aclamaban como conspiración u otros lo dictaminado, complot, pero en la actualidad, es una iluminada realidad. El mundo se estremece por la lamentable muerte, el valor de este muerte sobrepasa lo injusto, el bombardeo informático, intuyeron la conciencia, la razón mundial se alborota en el vacío, y posteriormente la cobardía se desborda, hacia la vergüenza ajena, mientras las libres martirizados, son abandonadas, por los silencios de los cobardes.
El silencio global, de las inmensas cadenas de comunicaciones, con sus diversas ramificaciones, jamás señalaron la noticia más indispensable de la historia humana. En el nombre de la lógica, la balanza de la verdad, y la igualdad de la justicia. Como una des balanceada balanza, una justicia ciega no bombardean informáticamente a esta injusta y errónea ecuación. Cómo pudo suceder que menos del 1% de la población global, literalmente son dueño de más del 99% del capital mundial, y aún insatisfechos, pretenden seguir saqueando de lo que resta del menos del 1% sobrante. Este silencio informático, no solo alza la bandera de los cobardes, sino desnudan sus complicidades, quedando al descubierto de pertenecer o ser miembro de la Mafia Khazaria Rothschild.
El silencio de los cobardes, siempre a coexistiendo paralelamente en la historia humana, jamás los mortales racionales lograron sobrepasar o evolucionar este cobarde silencio, siempre todos terminan callándose por temor y miedo a perder su vida o bienes, nadie molesta a los diversos tentáculos de la OTAN, = MKR, aquellos quienes sus voces de justicia retumba la razón, florece las virtudes e ilumina la ética humana, se transforma en el indiscutible próximo candidato de ser culpable de la siguiente bandera falsa.
El ignorante e infantil silencio de toda Sud y Centro América e inclusive el pueblo colombiano, la aceptación y no rechazo a las 9 bases militares Green-Go, en suelo de Colombia, que pronto sería de la OTAN, otro malvado cartel, de la MKR, injertada en el medio del continente americano.
El peor de todos los silencios, es quien se calla a las diversas faltas personales, e indudablemente siempre termina culpando a un tercero, ya que es más fácil seguir el pasaje de los borregos, a enfrentarse al inmortal mal, inclusive en la actualidad la palabra, paz, últimamente es asfixiada por el silencio.