En verdad, ya perdí la cuenta, sentido del juego, de pertenencia, pues en medio de la confusión ya ni sé para cual equipo juego y menos la posición que me asignaron. Es tanta mi confusión que hasta desde acá arriba, en las gradas, me veo allá abajo en el terreno envuelto entre los jugadores de los dos equipos.
Esta situación como confusa de estar aquí arriba y al mismo tiempo allá en el terreno de juego y sin saber cuál es mi equipo, me permite tener, no obstante, una visión completa de lo que acontece y hasta podría acontecer. Soy como un tipo que se halla en un punto de observación como para no perder detalles. Por lo menos eso creo yo. Pero aún así, advierto a mis lectores no me hagan caso, pues podría, sin saberlo, ser un espía que tampoco sabría a ciencia cierta para quién trabaja. Pues todo esto es resultado de lo confuso del marco político dentro del cual actuamos o el terreno de juego donde competimos. Los mensajes que llegan de un lado u otro son confusos, tanto que mientras en Brasil ha resultado electo Bolsonaro, con toda la carga que eso significa y pese haya dicho "De nuestra parte no existe eso (una intervención en Venezuela) Brasil siempre va a buscar la vía pacífica para resolver los problemas", el gobierno colombiano desplaza hacia la frontera con Venezuela, según los medios, una fuerza considerablemente grande de 5 mil hombres bajo la excusa que vendría a combatir el narcotráfico, cosa que nunca antes habían hecho de aquel lado*, lo que en sí parece sugerir que el tráfico de drogas se dirige de aquí, de este lado, para allá, el Ministro Castro Soteldo – no sé si es la autoridad competente para eso, pero en este gobierno en ese sentido uno nunca sabe a qué atenerse – anuncia el cierre de la frontera para las actividades comerciales en virtud de un brote de fiebre aftosa de aquel lado. ¿Tiene esto algo que ver con lo qué planifica Duque? Todos sabemos, hay estados febriles que desatan convulsiones y acciones violentas. Esos nubarrones, como los "rebullones de Juan Primito" que él siempre avistaba por los lados del hato "El Miedo", el de la dañera, hacen presentir que la cosa está color de hormiga y cualquier madrugada vamos a despertar escuchando "esos clarines de guerra" de los cuales creo habló Juan Barreto. Pero meditando en ese sentido o bajo los efectos de ese cuadro dantesco, uno confirma lo que siempre ha creído, que en el bando opositor hay quienes todavía no han vendido, tampoco empeñado, su alma al diablo y no comparten la idea de hacerse del poder en Venezuela por la vía de la guerra y menos marchando detrás de fuerzas hasta mercenarias que desde el exterior invadan a Venezuela. Porque en nuestro espacio americano, pese lo de Brasil y lo que eso pudiera enturbiar más el agua, predomina la idea que entre nosotros podamos aclarar los desentendimientos y desatar los enredos. Demasiadas experiencias desagradables hemos experimentado con eso de la violencia, golpes de Estado y hasta invasiones extranjeras. Estas últimas, hasta por simples razones mercantiles y aspiraciones del capital que se invierte, derivan hacia salidas donde los inversionistas, quienes financian las fuerzas invasoras, a quienes eso de los principios como la libertad, democracia e injusticia poco importan y nada significan, sacan la gran tajada a expensas de los intereses de los pueblos y territorios invadidos.
El cuadro pudiera parecer más turbio si uno le agrega que Mike Pompeo, ahora Jefe del Departamento de Estado, al hablar con Bolsonaro a raíz de la elección de éste, informa que unos de los asuntos prioritarios que repasaron tiene que ver con Venezuela.
Pero como dijo Timoteo Zambrano en el Programa José Vicente Hoy, a quien cito no por haber sido original, sino por lo que representa, un individuo con sólidos vínculos con la oposición venezolana, de las invasiones militares se sabe cuándo y cómo comienzan pero no nunca dónde y cómo terminan.
Por todo esto, uno no se asombra, pese la confusión que ya se percibe desde las gradas, que el almirante Kurt Tidd, jefe del Comando Sur de Estados Unidos, haya dicho este lunes que "la solución a la crisis en Venezuela es diplomática y que su país está disponible para ayudar a la región a enfrentar la gestión humanitaria."
Lo de la "solución diplomática", se corresponde con el hecho cierto que pese a lo acontecido en Brasil, EEUU no ha podido aglutinar todo el apoyo que requiere para darle a Venezuela otro tratamiento que, como siempre recuerda Trump, "está sobre la mesa", tanto que pese a lo primero el alto jefe militar recuerda que "su país está disponible para ayudar a la región a enfrentar la gestión humanitaria".
Para demostrar las verdaderas intenciones de EEUU basta un botón. ¿Qué interés ha mostrado el gobierno de ese país por ayudar humanitariamente a nuestra gente si ante la caravana de los migrantes de Honduras sólo ofrece amenazas y represión? ¿Por qué no ayudan "humanitariamente" a los centroamericanos, que hasta superlativamente más que los venezolanos, por años, se han visto forzados a migrar por el hambre y toda clase de vicisitudes? ¿Por qué no han ayudado al pueblo colombiano, un pueblo de migrantes eternos, de falsos positivos y en medio de una larga guerra? Si acaso allí lo que hicieron fue azuzar ese conflicto.
El almirante Kurt Tidd, quiso realmente decir que por ahora se sienten obligados a recurrir a la diplomacia porque no cuentan, por ahora, con el aval necesario para optar por la opción que siempre "está sobre la mesa". Y no cuentan tampoco con el respaldo necesario dentro de su propio país.
Por eso y porque la OEA no resultó el escenario adecuado para imponer sus habituales prácticas, las de la fuerza o sea el lenguaje de las armas, piensan en el decir del jefe militar, por cierto quien no se mueve en el ámbito de la diplomacia, optar por una "solución diplomática que sea liderada y acogida por los socios regionales. Creemos que podemos tener un rol para ayudar a esos socios regionales a manejar la crisis humanitaria."
Según la prensa el almirante se refiere a la solicitad de investigación que países americanos aliados de EEUU solicitaron de la Corte Penal Internacional para que investigue al gobierno de Venezuela sobre supuestos crímenes "contra la humanidad cometidos por el gobierno de Maduro". Es digno de recordar como México, Colombia mismo que está entre los solicitantes y otros más no se incluyen en esa solicitud a la CPI, han sido escenarios frecuentes de "crímenes contra la humanidad". En fin de cuentas Kurt Tidd espera una solución diplomática que les dé "rueda libre" para meter su "ayuda humanitaria" con marines y bombardeos.
¿Ante este cuadro como gris y si se quiere hasta oscuro que uno observa desde arriba de las gradas, y en el terreno de juego, qué se trae Maduro como lanzador y hasta manager?
Después de verle lanzar ya unos cuantos innings, llevar leña a diestra y siniestra y, particularmente a los venezolanos corriendo de aquí para allá tratando de atrapar la pelota sin éxito alguno, eso cuando está jugando a la defensiva y llevando puro ponche, hasta con el bate al hombro cuando le dan un pequeño chance a la ofensiva, sabemos lo único que le queda y lo que habrá de hacer. El cree estar haciendo algo novedoso y podrá sorprender al contrario, como a quien se le sorprende entre primera y segunda y dos outs. Hasta agosto estuvo lanzando bonos y pequeños aumentos, mientras sonreía feliz como quien se la estaba comiendo sin percatarse que la hiperinflación y su socia la especulación, las dos juntas, en verdad se comían a los bonos y los salarios y hasta su sonrisa misma. Entonces él y los suyos, cambiaron las señas, la estrategia de juego y se optaron por aumentos drásticos, "dolarizados" le llaman que sucumbieron de la misma manera. Pero él se dejó una carta "escondida", eso cree. Por eso dijo que esas medidas serían algo así como una prueba por noventa días, que por cierto ya casi se agotan.
Ahora prepara su brazo, para que después de pasado el efecto de los aguinaldos, venir con otro aumento similar y así hasta que sus asesores le encuentren una nueva escaramuza porque esta hasta allí llegó. Mientras tanto, lo de la invasión sigue esperando, "siempre estará sobre la mesa" y Maduro estirando la arruga. Quizás más tarde, viendo que el bateador no se va con ese lanzamiento repetido, como que todo pitcher en las dificultades suele en momentos de apuro apelar a las curvas para afuera, esas que buscan las esquinas y se le pierden al bateador pero también a las mascotas, opte por una de ellas y la bola vaya a parar a las gradas y rodo el mundo en las bases se venga para home. Pero eso ya está escrito y jugadores todos están cebados.
Lo cierto es que en el beisbol se dice que quien no hace le hacen.