Señor presidente Maduro, señor Tareck El Aissami, señores sabiondos del área económica, les pregunto: ¿Qué hacen, en la actualidad, con 1800 bolívares soberanos? En el momento del anuncio, con bombos y platillos, de la famosa reconversión monetaria, todo parecía un acto de magia, donde de pronto, una mano sacaba de un sombrero la solución mágica los problemas de los venezolanos y venezolanas. "Se acabó, ahora somos soberanos y somos felices, pues le hemos asestado un golpe fulminante a los empresarios y comerciantes especuladores, así como al dólar criminal", palabras más, palabras menos salieron de la boca de los padres del acto mágico anunciado al país.
Pero la ilusión se esfumó a la semana. Los precios comenzaron a subir, subir y subir. No han parado de sufrir, perdón de subir… En ese orden de idea, funcionó el dólar criminal. En estos precisos momentos se habla de 220, 240 soberanos por dólar. Y allí está la respuesta a la ilusión madurista. Los 1800 se hacen agua ante la arremetida del dólar satánico, y de los precios de cuanto Dios creó. ¿Saben los burócratas del gobierno cuanto cuestas una resonancia magnética? En Puerto Ordaz, cuesta, hoy día, 15 mil soberanos, mañana tal vez 20 mil. Una consulta médica tiene un costo de 700 bs. Un kilo de carne, 600 bs, un litro de aceite 550bs… En ese orden todo, todito…
Pregunto de nuevo: 1800bs ¿para que sirven, en este país que estuvo entre los primeros productores de petróleos, del mundo, y exportador de hierro, acero y aluminio? Respondo, con el permiso de los burócratas, para nada, absolutamente nada. Depositaron un mes de aguinaldo, como una premisa de euforia carnavalesca, ya se los tragó la insaciable avaricia de las mafias especuladoras. Así seguirá el goteo, y cuando depositen la última cuota, estaremos comiéndonos los cables de los teléfonos. Señores: ¿Esto es vida? ¿Esto es vivir, viviendo? Mentira, esto es vivir muriéndonos a mengua… ¿O miento?, como dice el presidente Maduro. Aterricen señores ministros y asesores. A nadie engañan con llevar a los empleados de los ministerios, gobernaciones y alcaldías, obligados en su mayoría, a marchas anti-imperialistas. La mayoría de los venezolanos estamos que echamos chispas, sin ser fósforos…