Nuestro presidente dice que la Fitven fue todo un éxito, luego ordena a buscar clientes en todas partes para que inviertan en los objetivos turísticos. Ha debido disimularlo, por lo menos; se le notó lo desesperado. ¿Cómo pueden esperanzar a una sociedad desvalida, 1800 millones de dólares que será invertidos para el disfrute de los ricos? ¿En qué ayuda al pueblo trabajador y humilde estos desarrollos turísticos, de servicios que serán pagados en dólares? ¿Se crearán fuentes de trabajo? Probablemente, habrá mucha gente cerca a los hoteles, en las playas, en la plaza de las heroínas, buscando los "verdes". ¿Divisas para qué o quiénes? Hasta ahora el gobierno lo que tiene pendiente, más que programas sociales, son deudas. Los más importantes de estos desarrollos serán hoteles, o resorts, inclusive ciudades o islas completas tipo Cancún, La Romana, Acapulco, envueltos a cordones de miseria lumpen proletaria, viviendo de la trampa, el contrabando y mendigando. Los desarrollos modestos también serán exclusivos, y los menos, imposibles. Venezuela será un país extranjero.
En el aire de Miraflores se respira soberbia y desesperación. El presidente tiene que tomar partido por superar las necesidades del pueblo menesteroso, o se restea con los ricos y el capitalismo. Pero las dos cosas a la vez es una mentira; prometer bienestar a uno y oportunidades de negocios al otro es siempre un equilibrio simulado, pero una alianza segura con el bando más poderoso, el de los ricos capitalistas.
En Venezuela no cabemos todos, y la Fitven es un buen ejemplo de ello. Cuando se avance en esta locura capitalista seremos definitivamente extranjeros en la tierra que nos vio nacer. No nada más por el caso de los desarrollos turísticos dolarizados, también por el Arco Minero, por la privatización de la industria petrolera, por las Zonas Económicas Especiales: extranjeros en razón a la pobreza, que es paria en todos los países; Venezuela será el país de los ricos del mundo. La mano invisible de Maduro no podrá con el capitalismo.
Cuando, en nombre de la paz, desde el gobierno dicen que en "Venezuela cabemos todos" lo hacen conscientes de que unos serán los propietarios, y el resto empleados y trabajadores manuales, expropiados y explotados, es obvio. Porque en esto no hay términos medio. Concediéndole el beneficio de la duda, Maduro pareciera que no entiende (otros sí lo entienden bien y no les importa) que un modelo de desarrollo a lo Europa, socialdemócrata nórdico, o el "sueño americano", ahora no existe ni allá ni aquí; no entiende que es imposible desarrollar el capitalismo y civilizar la sociedad a la vez –como hicieron los suecos en su momento, o los noruegos, o los ingleses alguna vez, o como lo hacen muchos todavía sobre el sacrificio de naciones completas- …en países dependientes y colonizados como el nuestro.
Y Venezuela está colonizada ahora: muerto Chávez y, basta con ver cuáles mensajes dominan los medios de información: de consumo, éxito y frivolidad; la cultura mediocre que se divulga y que domina en nuestra población ahora. La cultura de los "emprendimientos" personales, aupada por el mismo gobierno como si fuera socialismo, junto a la empresa privada, a través de sus propias campañas acerca del éxito personal en la sociedad, el éxito medido por lo que tienes y no por lo que eres; lo que eres por lo que tienes. Luego están las nuevas concesiones mineras y petroleras con las cuales este gobierno entrega mucho más del diez por ciento (10%) del territorio nacional a extranjeros. A eso se suman las zonas económicas especiales las cuales serán territorios liberados a favor del capitalismo más furioso (si es que esa distinción existe), el cuale no pagará impuestos, los "negocios" tendrán regímenes especiales impositivos y jurídicos como "estímulos a sus inversiones". Pronto estaremos más que colonizados. Ya en Caracas cobran muchas tiendas en dólares sus mercancías, desde zapatos hasta repuestos automotrices, y es que el capitalismo tiene sus propias maneras de ajustarse a las necesidades de la gente pero para su provecho, es decir, para ganancia del que más tiene y más puede… Los economistas siempre hacen abstracción del fenómeno del poder (del que más puede y tiene con qué) como si las distinciones de clase fueras fatales, y porque los más inocentes realmente creen que hay una mano invisible del mercado que a la larga equilibrará las diferencias sociales. Eso es a lo que aspira Maduro, con su de plan de "prosperidad económica"…, pero al factor poder capitalista no lo corrige nadie, a menos que sea el socialismo.
Chávez le decía a Jaua y a los demás, siempre: "pregunten siempre dónde está el socialismo en lo que están haciendo", ¡Jaua, ¿dónde está el socialismo?! Si Maduro fuera Chavista (y no lo es) debería preguntarse dónde está el socialismo en lo que está haciendo. Pero la respuesta es que no hay nada de socialismo en el reformismo y en desarrollo de las fuerzas productivas capitalistas, que peor que una sociedad modesta y satisfecha en sus necesidades fundamentales (trabajo digno, alimentación, salud educación, vivienda, agua potable, luz, gas, etc.) es un país altamente desarrollado (comercial e industrialmente), pero con una población ignorante, explotada, enferma y hambrienta, como son los necesitados en las sociedades de los países "altamente desarrollados" de ahora.
Ese desarrollo al cual aspira Maduro equivale a tener una inmensa población de verdaderos esclavos, pero también arruinar el paisaje, agotar nuestros recursos hídricos, bosques y selvas vírgenes. ¡NO existe minería ecológica, explotación natural que sea sostenible!, pero a los idiotas y pícaros capitalistas nada de esto les importa, porque saben que van a morir "cuando el destino nos alcance". NO piensan en el provenir de la humanidad, en la especie, en sus propios hijos y nietos, en sus descendencias, como todo animal aburguesado, que equivale decir, idiotizado, por exceso de grasa en el abdomen y en el cerebro. Todo lujo, toda vanidad, todo regocijo de la propia inteligencia dura un soplo, es un robo de vida, dura lo que dura una vida humana: nada.
La especie, en cambio está destinada a trascender esa vidita miserable de los vanidosos y de los héroes, en lo mejor de la cultura humana. Sin memoria, sin herencia, sin historia no tiene sentido nada de lo que hacemos como seres humanos, y estos pendejos, escépticos de la vida, que prefieren colonizar a Marte que proteger al propio planeta, en nombre del desarrollo de las fuerzas productivas del capital, piensan arrebatarnos nuestra razón existencial acabando con el planeta.
PD: (1) ¡Coño, cuál guerra económica! ¡Así funciona el capitalismo!, El problema no es la guerra económica, es el capitalismo. (2) "El primer factor de corrección": el mismo cuento y esta vez mal echado...