Continuamos enumerando la excelente hoja de servicio del General español Pablo Morillo, quien el 11/04/de 1813, con la presencia cinco divisiones de infantería del 4° Ejército, es nombrado Comandante en Jefe de la 1ª División, pasando con ella a Castilla y las Provincias Vascas para iniciar así desde el 21 de junio la liberación de España, mientras Simón Bolívar en Trujillo, Venezuela, decretaba la Guerra a Muerte. En Vitoria, Morillo con el grado de General, comanda una división, tocándole el honor de iniciar la gran batalla libertadora española por el flanco derecho, donde el zamorano es herido por cuarta vez y manteniéndose en el campo de lucha hasta el triunfo final, por lo que se le asciende a Mariscal de Campo el 3 de julio 1813 y se le otorga la preciada Cruz de San Fernando, de alta distinción militar, en momentos cuando la dominación francesa en España, con la derrota habida tiende a su final. En Febrero de 1814, ya en suelo francés, con maniobras envolventes, Morillo hace retroceder al Mariscal Nicolás Soult hasta atrás de los Pirineos, por Pau, Burdeos y Toulouse, y luego de esta batalla los franceses firman la suspensión de las hostilidades cuando Morillo es jefe del bloqueo de Navarrenx y mientras su nombre ya se destaca en el campo de la política y defensa española. Por estas circunstancias guerreras en Indias se le designa Capitán General de Venezuela y Comandante de la Expedición antisubversiva a Tierra Firme.
Concluida así la Guerra de Independencia española contra los franceses, el General Morillo regresa a la tranquilidad, luego de haberse labrado una página digna en la Historia de la España Peninsular. Y sin permanecer quieto, porque su vida aún iba a dar muchas satisfacciones, pronto entraría en un segundo capítulo de su existencia, esta vez al otro lado del océano de las colonias ultramarinas españolas, a donde pronto fue escogido por orden Real y al mando de un ejército de pacificación de diez mil hombres, ejército bien provisto como triunfante en tantas batallas y entrenado para disipar las disidencias y conflictos de Indias, aparecidos a raíz de la lucha anti bonapartista recién concluida. Para salvar este imperio en decadencia, Morillo arribará a Venezuela en calidad de General en Jefe y a la cabeza de un ejército formidable de veteranos como fuerza expedicionaria, de cuya actuación también dividiremos las hazañas y supuestos errores en la siguiente forma. Por orden de Fernando VII el ejército pacificador peninsular viene a enfrentarse a una feroz guerra civil, ahora con sentido ideológico de la guerra a muerte, ante una tarea casi imposible de ejecutar porque las circunstancias aparecidas no estaban previstas, como bien conocía el protector de Morillo General Francisco Javier Castaños, aunque pise la América como Capitán General de Venezuela y General en Jefe del Ejército Expedicionario.
El 17 de febrero de 1815, el Rey de España Fernando VII, asciende a Morillo a Teniente General y luego con tan valioso rango éste comanda la expedición que zarpara de Cádiz, España, el 1° de Abril de 1815 rumbo a Venezuela. Esa expedición estaba compuesta por 65 buques principales, seis grandes cuerpos de ejército, para formar doce brigadas de guerra, y un total de 15.000 hombres armados. Después de varios días de viaje, la formidable escuadra entra al mar Caribe, dirigiendo sus naves a Puerto Santo, cerca de Carúpano, Venezuela, a sabiendas que el valiente español y jefe victorioso, José Tomás Boves, había muerto en diciembre de 1814. Continua viaje a la isla de Margarita y como Pacificador Morillo decreta el indulto de los sublevados, mientras ocurre el infausto hundimiento del valioso navío español San Pedro Alcántara, perdiéndose con él gran cantidad de pertrechos militares, traídos desde España para la pacificación prevista, esto obliga al Comandante expedicionario a tomar medidas extremas con el fin de conseguir recursos materiales. El 11/5/1815, luego de expulsar desde Pampatar y con 3.000 hombres a los patriotas de Margarita, Morillo visita a Cumaná y La Guaira para llegar a Caracas, donde lanza una proclama, y sigue a los valles de Aragua, Valencia y Puerto Cabello. El 5/7/1815, Morillo al mando de su ejército sale para el Virreinato de Santa Fe, en Santa Marta es aclamado y luego, ante la amurallada Cartagena de Indias, que no se rinde ni acepta la oliva de la paz, el zamorano desenvaina la espada militar y sitia bloqueando al puerto y la ciudad durante tres largos meses, desde el 22/8 al 6/12/1815, que finalmente cae en su poder, en el largo asedio a Cartagena muere de hambre y calamidades una tercera parte de su población 6.000 personas, mientras hay ejecuciones, y la creación de tribunales de guerra y Juntas de Secuestro de bienes, con los cuales puede mantener el ejército en campaña.