Culpan de virulentos, a quienes se revelan en contra las sumisiones, siendo descaradamente, los amparadores de las violaciones. Monopolizan, ocasionan, fabrican y capacitan, los manejos y utilización del poder, pero cínicamente se los atribuyen a sus indomables presas, de ostentarlos o utilizarlos. Masacran, violentan, infringen, ultrajan y saquean, luego se los imputan a sus fieros aguantes. Se atribuyen los salvadores, demócratas e intelectuales, pero los tiempos pasaron, las tuercas se aprietan, la mayoría florean con sus sumisiones, mientras las minorías impotentes, resisten a no ser indios.
Mi querida amada Suramérica, continente de los grandes libertadores, traicionados por los adversarios gemelos, camaradas o compañeros que fueron súbditos al mismísimo poder supremo. Los tiempos, y nombres cambian, pero los agresores e invasores son los equivalentes.
En la actualidad coexisten nueve bases green-go, en la hermana Colombia, que pronto evolucionaran en la perniciosa y sanguinaria, OTAN. Brasil, con el nuevo gobierno, Perú, con su extrema derecha, Paragua, con sus sumisiones a las deshonrosas firmas y Ecuador, tristemente en la actualidad empuja como todos, hacia la obediencia del invisible poder imperial. En cambio, Uruguay y Chile, se vislumbra que resisten las investiduras con sabiduría, paciencia, pero en los momentos magnos, obediencia, como los restos. Argentina, protegida siempre por la tierra de Bolívar, en las Malvinas se puso de vuestro lado y les contribuyeron con el viernes negro, durante el gobierno de Luis Herrera, o los fondos buitres, que afligía al pueblo argentino, inclusive las compras de bonos argentina, en los gobiernos sociales de los Kirchner.
Todo se derrumbó con Macri, que recibió una nación encaminada a liberarse del poder mundial, el, llegando al poder la obsequio, al Banco Mundial, no basta que la mayor parte del territorio no les pertenece a los argentinos, meses atrás el FMI, tomó el control del Banco Central de Argentina. Lloro por el pueblo argentino, su propia nación no les corresponde, están en caída libre y la moral disminuida, pávidamente arrastraron a todos los países miembros de la CONMEBOL, hacia la mancilla de las naciones sudamericanos, la acreditada copa libertadores, peor aún no son dueños de sí mismos, deshonraron a los libertadores de América, ya que los finalistas fueron dos prestigiosos equipos argentinos, llevaron la final de la copa del continente, a jugarse en el país donde por excelencia, los libertadores de nuestra amada América del sur son tildados de traidores.
Por otro lado se encuentra la única nación bolivariana, Venezuela, tierra de la mayoría de los libertadores de América, confronta el más inhumano e implacable embargo económico que este continente haya asimilado, más las continuas estampidas y bombardeos foráneos e internas hacia el desprestigio internacional, agregando la interminable corrupción política, que es el mal de los humanos, no obstante, las negligencias del oficialismo a plantearse y resistir este cobarde e inmoral embargo imperial, es extremadamente muy deficientes. El enemigo lograron penetrar la barrera de protección, consiguiendo exprimir los capitales y los servicios básicos, de este glorioso pueblo de libertadores.
Estos desmerecidos líderes de los países sudamericanos antes señalados, amenazan con cerrar sus embajadas en el territorio de los libertadores, ya que no logran aceptar la decisión libre, democrática e irrevocable de millones de venezolanos que eligieron a Nicolás Maduro, Presidente de la República. Desde hace tiempo pero ahora descaradamente mandan a sus obtusos embajadores a los continuos desvalijamientos y saqueos de los novedosos profesionales, graduados en las grandes universidades públicas venezolanas y financiada por la arca de la nación. Cada uno de estos valerosos condecorados, se van libres a edificar a las naciones que no gastaron en sus educaciones universitarias, y pagándoles muy por debajo al sueldo profesional de su país.
La República Bolivariana de Venezuela, parece que está predestinada por la providencia para volver a tomar la matrícula de los libertadores y constructores de América del sur.