Oscar Heck
"De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras"
¿El lector podría preguntarse y a mí que me importa si ese tal Oscar Heck tiene o no tiene dos caras? El asunto es que la página web Aporrea, cuyas siglas significan: Asamblea Popular Revolucionaria, está siendo fuertemente cuestionada y atacada como tribuna informativa-formativa de la Revolución Bolivariana, según sus detractores, por estar siendo usada como instrumento de critica al actual gobierno que comanda Nicolas Maduro. Oscar Heck es uno de los más acérrimos críticos del gobierno que cada día leemos en Aporrea y que frontalmente atacan al Presidente Maduro acusándolo de mentiroso y de haber traicionado el legado que nos dejó el Comandante Chávez a todos los venezolanos, como es una Patria Soberana con un Plan a ejecutar en los próximos 50 años.
Pienso, por estar escribiendo en esta página web desde hace 11 años y que nació para defender el proceso revolucionario liderado por el comandante Chávez, que debo emitir mi opinión sobre la orientación que sigue y debatir con los que en ella escriben para darle sentido de ser una verdadera Asamblea Popular Revolucionaria. No cuestionar, disentir u opinar es todo lo contrario a lo que se buscó cuando se fundó esta gloriosa página web que todos conocemos como Aporrea y que a veces da la sensación que quien menos la lee y le importa un pito su contenido es a la gente que actualmente gobierna a nuestra nación.
Tomamos el caso del prolijo escribidor de Aporrea y muy leído Oscar Heck, por ser un personaje que según sus planteamientos trabaja con dos categorías de análisis que son La Verdad y la Mentira y no las usuales calificativas de lo Bueno y lo Malo con las cuales trabajan los muchos analistas que opinan para atacar al gobierno de Maduro culpándolo de todas las desgracias que estamos padeciendo. Mas cuando sabemos que para la cultura anglosajona acusar a alguien de mentiroso es una ofensa muy grave. En el caso de Oscar Heck la Verdad y la Mentira se juntan formando dos caras, con la característica inusual de ser ambas verdaderas y de no usar caretas para actuar.
Comencemos por imaginarnos como es Oscar Heck, yo pensaba que era un tipo alto de ojos azules, pelo rubio, blanco como los canadienses que he conocido. Es todo lo contrario, es lo más parecido a un indiecito mexicano de esos que aparecen sentados en el piso durmiendo con un sombrero en la cabeza. ¿La Verdad?: Escribe y habla como canadiense, pero vive y actúa como un originario descendiente de los toltecas mexicanos. Si algo me impacto de Oscar Heck es su autenticidad y cuando leo sus escritos confío plenamente en lo que dice, se que no me está cayendo a coba ni me está manipulando políticamente para que vote por él o por lo que él cree.
Pienso que la orientación política de Aporrea depende del pensamiento y la acción de los que en ella escriben y si los revolucionarios se dejan apabullar por los contrarrevolucionarios, la culpa no es de la página, mientras en ella exista la libre concurrencia.