Yo no soy muy aficionado de los dichos y refranes, porque se basan en abstracciones empíricas; es decir, la mayoría de las veces no logran captar las características esenciales de los fenómenos y las cosas. Un dicho que me repetía muchas veces mi abuela, como una manera de alertarme acerca de alguna "mala" junta, era ese de: "dime con quién andas y te diré quien eres". Según la sabiduría popular, las personas que andan juntas tendrían en común sus principales características y conductas visibles. Dado que el sentido común predomina en el razonamiento político de mucha gente, es conveniente combatirlo. En especial en momentos delicados como los que vivimos por estos tiempos en nuestro país. A qué viene todo este cuento. Resulta y acontece que a raíz de las ilegales sanciones impuestas por los EE.UU. y la Unión Europea, y uno que otro país aisladamente, contra nuestro país, el Gobierno se ha visto en la necesidad de buscar nuevos aliados. Turquía, bajo el gobierno de Erdogan, es uno de esos nuevos aliados. El Presidente Maduro se ha convertido en un seguidor de la cultura turca y amante de su gastronomía. Ya vemos una serie de televisión turca en VTV y a nuestro Presidente lo han visto degustando ricos platos turcos en Estambul. Hasta aquí todo bien, ¿cuál es el problema? El problema es el régimen de Erdogan, caracterizado por su autoritarismo. Hoy se conoció la noticia de la detención de 100 oficiales diversos rangos por sus supuestos vínculos con el clérigo Fethullah Gulen. Quien a su vez es acusado por el gobierno turco de liderar, desde los Estados Unidos, un golpe de estado en julio de 2016.
Cuando estudio la situación de los países, recurro a los materiales publicados por las fuerzas revolucionarias de esos países. Suelo leer las declaraciones y documentos de los partidos de izquierda, principalmente de los partidos comunistas. El caso que nos ocupa no es una excepción. Según el Partido Comunista de Turquía (PCT), Erdogan no es ni nacionalista ni anti-imperialista (ver: https://21centurymanifesto. wordpress.com/2016/07/19/statement-on-the-military-coup-communist-party-turkey/). Erdogan es un oportunista. Ha servido a los intereses de los Estados Unidos y de las grandes corporaciones, un presidente más al servicio del Capital. Erdogan es un presidente burgués, un enemigo de la clase trabajadora.
Muy brevemente hemos caracterizado la situación política de Turquía. Estamos ante un régimen totalitario, el cual ha desatado una feroz persecución contra sus adversarios políticos en especial después del golpe de estado de 2016. Un país presidido por un político fundamentalista burgués, enemigo de la clase trabajadora y que está al servicio del capitalismo.
El Presidente Maduro debería explicarle al país cuál es su verdadera relación con Erdogan, cuáles son sus coincidencias y diferencias. Si nos tomamos en serio el discurso de Maduro, si es sincero al declararse revolucionario de izquierdas, entendiendo que sus acciones no se corresponden con su discurso por razones que no discutiremos en este momento, no nos queda más que concluir que Maduro y Erdogan tendrían muy poco en común. Entonces, contrario al dicho, que el Presidente Maduro nos diga que anda con Erdogan, no nos dice quién es Maduro. Espero no equivocarme.