Cuando ya creíamos que lo habíamos visto todo y que no había espacio para nuevos personajes, salta a la palestra política un ciudadano de nombre Juan Guaido, quien además de autonombra presidente de la República Bolivariana de Venezuela. "Cosas veredes Sancho". Diría el ingenioso hidalgo en un lugar de La Mancha. Cuando lo vi en los videos de YouTube, leyendo desde su celular las palabras que pronunciaba y su parecido a Capriles Radonsky, me dije esto es para coger palco, estoy en la Republica de Barataria, donde manda Sancho, el escudero del Quijote.
Juanes habemos muchos, algunos cuerdos otros no tanto; pero este nuevo Juan de verdad que se la comió. Está bien que hubiera optado por una Concejalía o hasta por una Alcaldía, pero de allí directamente a la presidencia de la República, como que es mucho camisón pa’ Petra. ¡No tiene agallas el muchacho!. Me imagino que habrá pensado, si Nicolas, un pobre chofer de autobús, lo es ¿Por qué no puedo serlo yo?. Además, mi maestro de política es Leopoldo López. Este personaje me hizo recordar al Negro albañil, que apodaron Juan Cuchara, que se lanzó como candidato a la presidencia en la IV República.
Este hecho podría ser tomado como material para un sketch del programa humorístico Radio Rochela, que hace tiempo feneció, pero no era así, la proclamación presidencial fue en serio, grabada y se hizo viral en las redes y había un grupo bastante nutrido de persona aplaudiendo (Mari cori, una de ellas) cada palabra que Guaido leía en su celular y ya ahí la cosa se torna seria, pues si Capriles Radonsky llegó a ser presidente de la Cámara de diputados en la IV, Gobernador de Miranda y dos veces candidato presidencial en la V, este Juan Guaido tiene mejor presentación y puede, si se lo propone, llegar hasta sustituir a Almagro en la OEA.
Nosotros hemos tenido dos juanes presidentes: Juan Crisóstomo Falcon y Juan Vicente Gómez, de pronto estamos en presencia de un tercer Juan. El mundo da mucha vueltas.
