Desde Venezuela: Parte de guerra a los pueblos del mundo

Este jueves 10 de enero, el pueblo venezolano y sus instituciones -nacidas con la aprobación de la Constitución Bolivariana de 1999- se vistieron de gala y dieron la mejor de sus batallas ante la pretendida ambición imperialista, de convertir lo que debiera ser un simple acto de juramentación de un funcionario público, en una magnánima guerra mundial. Tal acto hostil de los imperios del norte, EEUU y Europa, fueron desarticulados ante la acción enérgica de una Nación que ha resuelto ser libre y Soberana. Ese día, como gesto soberano y rebelde, el Hno. Presidente Reelecto Nicolás Maduro, se juramentó ante el soberanísimo Poder Judicial de la República: "No daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, lucharé en defensa de la Constitución, la soberanía y la felicidad. Lo juro por el pueblo, por nuestros antepasados, por el legado de Bolívar, del Ejército Libertador, por Chávez, por Dios y por mi vida. ¡Cumpliré!". Obviando las presiones imperialistas y mandándolas al carajo; con lo cual, desafiaba su ira, en un verdadero gesto de independencia y total autonomía de los poderes facticos internacionales. Ese mismo día, en horas de la tarde, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en un hermoso acto de reafirmación nacional, le ofrendaba al Hno. Presidente Reelecto Nicolás Maduro un juramento de lealtad a su condición de Comandante en Jefe, leído por el G/J Vladímir Padrino López: "¡Mi Comandante en Jefe, la Fuerza Armada Nacional reitera su indefectible carácter Bolivariano, Antiimperialista y Antioligárquico. Por ello, en marcial formación, las tropas con armas del Ejército Bolivariano, la Armada Bolivariana, la Aviación Militar Bolivariana, la Guardia Nacional Bolivariana y la Milicia Bolivariana; desplegadas también en las ocho Regiones Estratégicas de Defensa Integral: Capital, Central, Occidental, Los Andes, Los Llanos, Oriental, Guayana y Marítimo Insular; acatamos sin vacilación, su mando único e indiscutible liderazgo, para dirigir los destinos de la Patria en los próximos seis años…!" Con tal acto de reafirmación nacional, nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana le enviaba un extraordinario y nítido mensaje Democrático al imperialismo insolente, que no escatimaba esfuerzos en sus groseros llamados a nuestra FANB para que traicionara su juramento de lealtad y ejecutara un golpe de Estado.

Hasta este momento, la victoria está del lado de las fuerzas de la Patria, y la República Bolivariana de Venezuela cuenta con su Poder Ejecutivo reconstituido y fortalecido como nunca antes en toda nuestra historia republicana. Colateralmente, ante el ataque de países hostiles a la República, el Presidente Reelecto, Hno. Nicolás Maduro, ha establecido un plazo de 48 horas -mediante nota diplomática- a las 12 colonias estadounidenses del llamado grupo de Lima, para que reconsideren su posición intervencionista de asignar territorio nacional a uno de dichos países (Guyana) que le integran. En caso contrario, en ejercicio pleno y soberano de su independencia, "…tomará las más urgentes medidas diplomáticas para defender la soberanía nacional", según refirió el Hno. Presidente Reelecto Nicolás Maduro en cadena nacional de radio y tv. Pasado, el lapso establecido diplomáticamente, 10 países han reconsiderado su posición, todos -por cierto- con problemas limítrofes por dirimir. Restando, las colonias de Paraguay, que unilateralmente decidió romper relaciones diplomáticas con nuestro país y Canadá, colonia inglesa, cuya política exterior está condicionada a los dictámenes de la Reina de Inglaterra. No obstante, Venezuela, soberana como es, les ha extendido el plazo de rectificación hasta el venidero lunes 14. Toda una victoria diplomática de gran magnanimidad, que se expresa en pequeños detalles como las respuestas oficiales recibidas de los países hostiles con Venezuela, quienes encabezan sus notas diplomáticas mediante el protocolo: Excelentísimo Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro.

Consustanciado con el espíritu conciliador y pacifista de nuestro gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, ¡Honor al vencido. Gloria al vencedor! El Hno. Presidente Reelecto Nicolás Maduro, ratifica su llamado a la República Cooperativa de Guyana: "Volvamos al diálogo, a la mesa de negociaciones, volvamos al Acuerdo de Ginebra, resolvamos esto por vía del derecho internacional y por vía del respeto entre los países", según misiva diplomática suscrita por el Canciller Arreaza al gobierno guyanés. Con lo cual, a su vez, la República Bolivariana de Venezuela ratifica, también, una vez más, su indudable compromiso con la paz en la región.

La paz reina hoy en la República. Como expresión de ello, el Hno. Presidente Reelecto Nicolás Maduro se ha reunido con funcionarios del sistema de Naciones Unidas a quienes ha agradecido su indeclinable postura en defensa del Derecho Internacional, expresado en la postura asumida por su Secretario General, António Guterrez, por intermedio de su vocero Stéphane Dujarric, quien afirmó que: "Nosotros (la ONU) continuaremos trabajando con el Gobierno de Venezuela, notablemente en el marco de asistencia al desarrollo, en alimentación, salud, seguridad y nutrición". Dejando bien claro a los medios intrigantes, que en lo referente a Naciones Unidas: "No nos dedicamos a reconocer o desconocer", gobiernos.

En esta hora, que el Pueblo venezolano, su Gobierno, Instituciones y FANB, han logrado una victoria épica y magnánima. No podemos dejar de alertar a la comunidad internacional, que el imperialismo de EEUU, Europa y las 12 colonias estadounidenses al sur del río Bravo, agrupadas en el llamado grupo de Lima, continúan conspirando contra la paz de la región y muy en particular, contra la paz en la República Bolivariana de Venezuela. Incitan al desconocimiento del Presidente Legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, tal cual se atrevieron a ejecutar en la otrora República Jamahiriya Libia, mediante la formación y reconocimiento de un Consejo Nacional de Transición (CNT), a quienes dotaron de poderes ejecutivos y que despachaba desde Washington, y en quien, el imperialismo de EEUU, Europa y demás países aliados a Occidente, confiaron la posibilidad de ejercer el mandato de aquella otrora República, que una vez destruida por las fuerzas militares de la maquinaria de guerra de la OTAN, trasladaron a su territorio para que ejerciera su mandato. La realidad es, que pasados ocho años de aquel proceso de destrucción de un país, el CNT no logró estabilizar aquella región y, muy por el contrario, aquella región que conocimos como Libia, hoy se encuentra sumergida en una interminable guerra civil y el poder repartido entre 50 milicias que se disputan tanto el territorio como el reconocimiento internacional. Todo un desastre de lesa humanidad contra un pueblo árabe y pacifista, cuyo único crimen, fue haberse atrevido a tener el mayor estándar de vida de toda África. Un crimen de guerra internacional, que tan solo ha permitido reivindicar la memoria histórica y la obra magnánima del Hno. Gadafi, en procura de garantizar la máxima felicidad posible de aquel grandioso pueblo, y en especial, recordar sus proféticas palabras antes de ser linchado por las bandas terroristas imperialistas de Al Qaeda y la CIA: "¡Ahora escuchen, miembros de la OTAN! Con sus bombardeos, ustedes derrumban el muro que impide la emigración masiva de africanos a Europa, el muro que detiene a los terroristas de Al Qaeda. Ese muro es Libia…Ustedes son idiotas…Por el apoyo que dan a Al Qaeda, ustedes arderán en el infierno. Yo nunca mentí y tampoco miento ahora". Hoy, podemos concluir tras ver los miles y miles, millones de migrantes, huir despavoridos de las fuerzas militares desplegadas por EEUU y Europa en suelo libio, que Dios los castiga desde el mismo lugar en que pecaron, y asesinaron por millones de seres humanos a los que allí convivían pacíficamente.

La batalla continúa, después de Carabobo las fuerzas patrióticas se desplegaron por el territorio nacional en despliegue de liberación de cada palmo de la Patria. Dos años, tardó ese proceso íntegro de liberación nacional, 1822 y 1823. No es hora de rendiciones, sino de ofensiva revolucionaria y patriótica. La Unidad Nacional alcanzada, nos hace invencibles. ¡Venceremos! Y las generaciones futuras, venerarán y recordarán estos días, como días en que se forjó la nueva Venezuela: el Nuevo Comienzo de la Patria Nueva

En Caracas, a los primeros trece días del año 19 de la Revolución Bolivariana

 

 



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Henry Escalante


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