Quizás la condición de periodista, hacía que su cara mostrara signos de preocupación, de repente se preguntaba ¿qué ira a decir este hombre, cuáles serán los anuncios? Earle Herrera, estaba en otro mundo, así como el que no conoce la ciudad de El Tigre y lo invitan a La Charneca, poniéndose nervioso por temor a alguna mala fama del popular barrio, lleno de gente solidaria y amable. La cara de seriedad era característica de asustado, no de otra cosa. Aplaudía casi en cámara lenta, era el último en pararse. La frialdad del constituyente oriental, por estar en primera fila era enfocada muy seguidamente. Llegó un momento que sentado aplaudía con las manos entre las piernas, sin fuerzas, sin ánimo. Mientras, se sentía un vacio, no se veía al profe Aristóbulo, el ahora ministro parecía que no había asistido. Ese puesto de primera fila cercano a la primera dama, estaba asignado a otra gente, entre ellos un joven constituyente. La cara del gordito se me parecía a alguien, cuando Maduro mencionó a Nicolasito en relación a sus dotes musicales y lo buen muchacho que es su hijo, fue que recordé el video donde participaba en una fiesta árabe y le lanzaban billetes verdes sobre su cabeza. Ocupaba el puesto que otrora era propiedad de Aristóbulo. Por otro lado, Earle en medio del aburrimiento comenzó a leer los mensajes de texto en su celular, seguramente por eso, Nicolás lo nombró consultándole algo que le hizo sonreír, respondiéndole "dale". La opinión y juicio del periodista se evidenció al final de la intervención presidencial cuando sin comentar con los colegas parlamentarios se cruzó de brazos dejando en el aire la pregunta ¿Cuál plan? Otro que no soltó una sonrisa fue Escarra, se le veía molesto. Las cámaras lo enfocaban una y otra vez, a lo mejor el camarógrafo estaba intrigado al igual que yo, la imagen de Escarra se proyectaba como si tuviera un dolor de barriga, porque apretaba el cuerpo con una fuerza como aguantando algo, llegue a pensar será que el doctor tiene problemas de colon irritable y por eso no fue miembro de la Corte Suprema en el pasado, o del TSJ en la actualidad. Imagínense el sufrimiento de su gruesa figura en medio de una larga audiencia o en un interminable juicio. Me preocupo más en el momento que Maduro nombra a Escarra y no se para como lo hacían todos los aludidos, dije listo, no tiene fuerza para levantarse, el dolor cólico lo tiene al pantalón y la silla. Sigo con la duda hasta que observo a su lado al constituyente invidente efusivo, que en vez de aplaudir levantaba los brazos como un Cristo crucificado, cada vez que ovacionaban a Maduro. No me pasó por la mente que lo molestara con un mal olor, el joven fanático con su camisita humilde se veía muy decente, con suficiente capacidad económica para comprar un buen desodorante. Porque además es un reconocido y respetado invitado del programa "Con el Mazo Dando". De pronto le veo en la mano izquierda esa varillita que usan los ciegos para guiarse cuando caminan, pensé, ese es el problema, las veces que levanta los brazos golpea a Escarra, por lo que el abogado tenía tremenda rabia con el jefe de protocolo por haberlo sentado al lado de ese joven. De repente Maduro manda a buscar una grafica y por fin enfocan a Aristóbulo, sentado al lado del ministro encargado de registrar un maletín para cumplir la orden presidencial. El profe casi no se veía, el sitio no tenia luces y el color de Istúriz, no lo ayudaba.
