La oposición venezolana, después de haber visto la entrevista que le hiciera RT a Juan Guaidó, debe sentirse orgullosa de tenerlo como líder. ¡Adiós, que te vaya bien, Ramos Allup! Por fin llegó alguien que te diera una patada por el trasero. Lejos, pero muy lejos, quedó un intelectual como Arturo Uslar Pietri, ante la prestancia, el vocabulario fluido, la sabiduría, el manejo amplio y preciso de la gramática castellana. El señor JG, con seguridad, sin titubeo, al referirse a la guerra económica enfilada contra nuestro país, dijo que no la conocía, y que tenía entendido que apenas hace una semana fue cuando los Estados Unidos decidió sancionar a unos corruptos y ladrones, amparos por el régimen de Maduro. Confirmó, el líder, que no son 20 mil, sino 300 mil venezolanos y venezolanas que saldrán beneficiados con la "ayuda humanitaria".
¡Dios santo!, les recomiendo que vean la entrevista. Yo, después de haberla visto me siento otro. Percibo que aprendí más de lo que pude en toda mi vida. Este hombre culto y pleno de modestia, me paseó por los vericuetos de la economía moderna y la historia de nuestras luchas independentistas. Este tipo es un vergatario del bolivianismo, y no lo sabíamos. Además, puso en descubierto su amor por su patria, hasta tal punto que confeso está dispuesto a enfrentarse a Donald Trump, Mike Pompeo, Mike Pen,y al resto de la pandilla, para que dejen de meterse en los asuntos internos de Venezuela, ya que él no necesita ayuda de nadie, y que encabeza un movimiento de masa que asombra y mantiene loco al mismísimo Nicolás Maduro.
Pienso, sin que me quede nada por dentro que, el autoproclamado en un acto público en la ciudad del Este, debería ser postulado para el Nobel de economía, el de la Paz y, modestia aparte, para el Nobel de Literatura, por lo menos. Acepto que enfrentarse a un periodista como el de RT, y responder, raudo, como el viento y con fluidez todas las preguntas, es cosa del otro mundo. Los Robertos deben haber quedado con los ojos abiertos y sin vista. Britto García debe estar revisando, apurado y asustado, sus viejos libros para ver donde se equivocó, pues al ver la entrevista de JG no pudo más que recordar la vieja frase socrática: "Sólo sé que no se nada".
