Me perdona el lector que haga una pausa en la pausa que he tomado para dedicarme a asuntos literarios y personales que reclaman toda mi atención. Interrumpo mi retiro temporal dado que nuestro suelo sagrado y nuestra gente amada están en peligro y, como dice la socorrida frase bolivariana, "cuando el clarín de la Patria llama, hasta el llanto de la madre calla".
Pensaba que el 12 de febrero los opositores harían guarimbas una vez más. Me equivoqué, lo cual no me alegra del todo. Con las guarimbas hemos lidiado y solo han reportado fracaso al imperialismo y a la derecha criolla. Ahora creo que el plan es mucho más macabro y elaborado, y todo indica que tendrá su epicentro en las fronteras. No podemos establecer a ciencia cierta cuál será el desarrollo de la agresión fronteriza, solo podemos imaginar escenarios.
Sin duda, la insistencia mediática y política en el tema de la "ayuda humanitaria" podría ser la clave de lo que vendrá. El tipejo este, Juan Guaidó, ha anunciado que el 23 de febrero finalmente la "ayuda humanitaria" entrará a Venezuela. Si es así, estaremos ante una fecha climácica en esta andanada imperialista contra nuestra Patria. Para ello se están preparando los enemigos. Han creado dos "centros de acopio", uno en Cúcuta y otro en Roraima. Hablan de miles de voluntarios que han sido reclutados para contribuir a distribuir la "ayuda". El esperpento autoproclamado ha dicho, en tono desafiante, que tal "ayuda" ingresará al país "sí o sí". La canalla mediática ha hecho del asunto su comidilla cotidiana y principal. El imperialismo y sus aliados lo levantan como bandera de primera línea en los días que corren.
Todo parece estar montado: los cuarteles generales fronterizos en Colombia y Brasil, los civiles que servirán de carne de cañón, el espíritu de la provocación, el montaje del escenario virtual que justificaría cualquier aventura. Freddy Bernal, el revolucionario que funge de protector del Táchira, ha dicho que se prepara un falso positivo en las fronteras ¿Será que está en lo cierto? Los hechos hacen verosímil tal barrunto.
De acuerdo a la experiencia histórica del imperialismo, probablemente la intención sea generar hechos violentos en las fronteras, a partir de allí pasar a acciones militares indirectas (con fuerza irregulares, paramilitares, mercenarios, unos cuantos camuflados como soldados de la FANB), establecer una cabeza de playa, en el Táchira por ejemplo, e instaurar allí un "gobierno provisional".
Es imprescindible recordar aquí la invasión contrarrevolucionaria a Playa Girón, Cuba, en 1961, promovida y apoyada por Estados Unidos. Acaso haya similitudes con un posible escenario futuro en Venezuela. Entonces el plan imperialista, que sería ejecutado con la acción de traidores, como ocurre hoy en nuestro país, buscaba establecer una cabeza de playa, con un "gobierno provisional" al sur de Cuba, lejos de La Habana, para evitar a las principales fuerzas militares cubanas, y desde allí iniciar una guerra con supuesto apoyo de masas. Una vez establecido el "gobierno provisional", se recibiría el apoyo de la OEA.
Tal como podría suceder aquí, la operación inicial de la contrarrevolución en Cuba se soportaría en fuerzas "desertoras" (invasores anticastristas y aviones gringos camuflados) y en supuestos levantamientos populares y de las fuerzas militares cubanas ¿Hay contra Venezuela un plan al menos parecido?
De ser así, un gobierno paralelo en el Táchira trataría de desarrollar una guerra de desgaste, aderezada con falsos positivos, que llevaría a una situación en el mediano plazo que justificaría la autorización a Estados Unidos para brindar apoyo militar, que podría incluir, por ejemplo, bombardeos discriminados. En fin, se intentaría hacer crónica una situación inestable unida a la asfixia económica, con el objetivo final de dar al traste con la Revolución Bolivariana, "recuperar" a Venezuela y ponerla al servicio de los intereses geopolíticos del imperialismo. Por supuesto, estamos especulando, pero cuidado si no se presenta un escenario parecido al que planteamos.
Cuando se ve a ciertos "disidentes" del chavismo reuniéndose con Juan Guaidó so pretexto de que es el "presidente de la Asamblea Nacional", realmente no puede uno sino sorprenderse por tanta ignorancia (¿o felonía?). No señor, Guaidó es antes que nada el "presidente interino" designado por el gobierno de Donald Trump, su pelele voluntario, un criminal y traidor a la Patria con el que tendrán que lidiar, en algún momento, los tribunales del país. Entretanto, si se diera un escenario como el descrito, ojalá obtengamos el mismo resultado victorioso del pueblo cubano en Playa Girón. Para ello necesitamos, más que nunca, unidad, lucha, batalla y victoria.