Sufrir...

Cesar Bastidas, está en la parada de el km 12 de la vía el Junquito, siendo las 5:00 de la mañana, el viento es muy denso, frío, seco… tan seco que se les acalambra el pescuezo a todos. Las mujeres dobladas del peso con niños en brazos bien abrigados sin una gota de aliento esperando desesperados el autobús para aliviar el desaliento, transcurren treinta minutos, de repente a lo lejos se escucha el sonido de un vehículo grande, cuando llega empieza el desorden, los insultos y demás, no pierden tiempo por tratar de subirse al transporte a los cañazos para trasladarse a su destino. El chofer llamado Santiago Alcántara, con su sonrisa burlona, frotando sus manos para apaciguar el frío, dice mi gente, el pasaje hoy está en doscientos bolívares soberanos, no acepto billetes de dos, de cinco y menos de diez, solo de 20 bolívares en adelante; todos los usuarios consternados y con la cara de pocos amigos, le pagan a Santiago, casi lanzándole el billete, mujeres discutiendo y hombres susurrando en sus puestos, luego Santiago dice, les voy a colocar música colombiana romántica para que se relajen y suelta la carcajada.

Santiago, a mitad de camino se detiene y dice, ¡cafetero dame un café pequeño ahí! ¿Cuánto cuesta? Cincuenta Soberanos ¡Coño papa! y suelta de nuevo su carcajada, luego más adelante se detiene a esperar a un amigo y los usuarios gritan !Apúrate, pareces un morrocoy herido Nojoda! Responde Santiago, si estás apurado, agarra un Taxi; luego todos se quedan en silencio y el chofer escandaloso sigue esperando, minutos más tarde, llega el amigo y sigue conduciendo hasta llegar a la estación del Metro de la Yaguara, los usuarios consternados y molestos por el maltrato del chofer y más por cobro de sobreprecio y sin que ninguna autoridad policial lo sancionara, ¡Que decidía! Dice Cesar, y los demás usuarios culpaban al Gobierno y otros a la misma gente que tampoco ayudaban por quedarse callados.

Cesar, muy molesto se dirige a la Estación del Metro (la Yaguara), las escaleras mecánicas no funcionan y el piso todo un asco, para más indignación mega retraso porque en la Estación la Paz, un hombre se lanzó a los rieles y fue arrollado por el Tren; el Operador del Metro dice, ¡Se les agradece a los usuarios que tomen trasporte superficial! Coño é la Madre! Dice Cesar, hasta cuando este desastre, ¿cómo va decir que tomen transporte superficial, si no hay autobuses para trasladarse al Centro de Caracas? ¡Será que ese operador tiene Vehículo o es enchufado!

Después, un poco más calmado y su frente bañada de sudor combinada con su perfume rancio de tanto caminar, tomo un transporte que lo dejó en toda la esquina de Capitolio (Padre Sierra), al bajarse, observa a los vendedores de Oro, Dólares, Euros y billetes del nuevo cono monetario – Cesar, con su cara de preocupación y con su celular escondido entre el cinturón y los testículos, se percató que lo estaban siguiendo los vendedores, ofertándole Dólares, igual los ignoro.

Continuando en su camino – Cesar, entra al negocio de las empanadas y dice – dame dos pastelitos ahí chico! Tome señor, ¿cuánto? 2200 bolívares soberanos y no tenemos punto. Cesar, de nuevo con cara de preocupación – ¡carajo! Hasta cuando tanta locura, en lo que va del día he gastado 3000 soberanos, como será la tarde, esto es Sufrir...

 

 

 



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Marvin Mijares


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