Los Pemones de la Gran Sabana llaman al rocío Chiriké Yetaakú, que significa Saliva de las Estrellas;
A las lágrimas Enú parupué, Que quiere decir guarapo de los ojos;
Y al corazón Yewán Enapué: Semilla del Vientre...
(Sobre Salvajes, Fragmento, Gustavo Pereira)
Hay muchas razones para pronunciarse en solidaridad con el profesor Esteban Emilio Mosonyi, antropólogo y hermano de los pueblos indígenas. Los hechos relacionados a la forma en que fue despedido por el Ministerio de Educación sólo devela la esencia el gobierno de Maduro y de su hostil convicción de acabar con todo lo que no piense como ellos piensan.
Esta evidencia es ahora generalizada. En este año con sus escasas semanas ha quedado claro ante el mundo el carácter represivo y autoritario de un gobierno que en el nombre del socialismo ha asesinado la vocación de cambio abierta con la esperanza del chavismo, un sueño que se trasmuto en horrorosa pesadilla.
Una pesadilla que trata a nuestros jubilados y ancianos como enemigos de guerra, a los pueblos indígenas como terroristas, a los trabajadores como traidores a la patria. Esteban Emilio Mosonyi no solo es un ciudadano que ha aportado enormemente en el campo de la investigación en sus áreas sino que también se ha comprometido en la defensa activa de los derechos de los pueblos indígenas. Lo mas significativo es que esto es solo parte de un proceso de retaliación que tiene antecedentes, proceso que incluyó la destitución de Mosonyi de la Universidad Indígena por haberse pronunciado a favor de la posibilidad de un referéndum revocatorio en el año 2016.
Ahora el Ministerio es capaz de expulsar de forma arbitraria al profesor de una de sus fuentes de sustento por reunirse publicamente con el líder de la oposición Juan Guaidó. Una reunión cuya agenda consistió en la entrega de una propuesta de referendúm consultivo elaborado por la Plataforma en Defensa de la Constitución a la cual Esteban pertenece. Reunión pública de agenda conocida y que sólo es un momento de una larga trayectoria que esta caracterizada por el talante democrático y dialogante del profesor y de todos los que integran la Plataforma. El debate ahora no es si estamos de acuerdo o no con sentarse con Guaidó o con Maduro, desactivar los escenarios de guerra pasa principalmente por entetejer los espacios de la resistencia y reconstruir un ¨nosotros¨ que ya no parta de la polarización que nos legó el chavismo, el adequismo y todos los otros ismos. ¡Aqui lo primero es la dignidad humana!
A sus 80 años el profesor Mosonyi todavía tiene el ánimo de militar en las causas justas y yo lo acompaño. Quisiera tener la mitad de la coherencia y conservar el respeto y cariño de los amplios sectores que lo admiran y lo quieren. Esa es sin duda el mayor éxito de un ser humano, ser útil a sus prójimos. Por eso con él comparto estas lagrimas por el pueblo pemón, comparto ésta impotencia que me invita al menos rendir un homenaje a los valientes que han sido las víctimas más recurrentes del terrorismo de estado desatado contra la población.
Gracias Profesor y hoy más que nunca FUERZA PUEBLO PEMÓN
