Me costó encontrar a Diosdado Cabello Rondón, este lunes de carnaval. Pregunté aquí y allá, y todo era un misterio. Casi me rendí ante la adversidad, pero gracias a un golpe de suerte lo encontré y pude, realizar sin problemas, mi entrevista imaginaria. El Vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, se sorprendió al verme. Lucía un sombrero margariteño, sobre su cabeza, a pesar de que el lugar no era Margarita, unos short descoloridos, y un collar hecho de pura pepa de zamuro, colgaba de su cuello. "¿Qué haces por estos lados?", me dijo, mientras estiraba sus brazos para abrazarme, a la par que dejaba salir una estruendosa risa, al mismísimo estilo del "Mazo Dando". Una vez que le informé de mi pretensión, me dijo que me sentara, y que le soltara lo que fuera.
Quise iniciar la entrevista con una pregunta obligada, pues, el señor Juan Guiado había anunciado que entraría por el aeropuerto de Maiquetía, y así sucedió, pasó por los controles de migración, sin problema alguno. Como perro por su casa. Eso sí rodeado de un grupo de embajadores de los países que se la tienen jurada a Nicolás Maduro.
—Diosdado, que opinión te merece el hecho de que el señor autoproclamado, cumplió con su promesa de entrar por el aeropuerto de Maiquetía. Y desde allí convocó a us seguidores para una concentración para mañana (hoy) en un lugar del Este de la ciudad. Entro sonriente, como burlándose del gobierno… Tu opinión, por favor.
—Mira, yo soy presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y Vicepresidente del PSUV. Esas cosas a las que tú te refieres son incumbencia de otros organismos del Estado. No tengo porque opinar sobre lo que hicieron o dejaron de hacer. Sus razones tendrán, pero yo estoy cogiendo sol, y punto.
—¿No crees que estamos en un serio problema al dejar entrar ese señor a nuestra patria. Pienso que podría sucederle algo malo, y acusen al gobierno de Maduro de ser el culpable, aprovechando para invadirnos y destruir el país… ¿Qué dices a mi planteamiento?
—Te repito, yo soy Diosdado Cabello Rondón… Respondo por mis actos, no por los actos de otros. Si aquí pasa algo, cosa que dificulto, el chavismo está listo para enfrentar cualquiera invasión venga de donde venga. El pueblo y su Fuerza Armada Nacional Bolivariana saben qué hacer… Aquí nade se rendi.
—Diosdado, percibo que mucha gente te odia visceralmente… ¿Eso es así? ¿Y si es así, porque crees tú que generas tanto odio?
El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, e hijo ilustre del Furrial, en el estado Monagas, se sonrió, mientras soltaba:
—Estoy consciente del odio que me tiene mucha gente, dentro y fuera del país. Pero, sabes una cosa, mucho más gente me ama y me aclama en todo el territorio nacional. ¿Te has fijado en las concentraciones que encabezo en cada estado, en cada ciudad, incluyendo a Caracas? Son gigantescas, eso nadie lo puede negar. Eso nadie lo puede ocultar. Es un hecho, como dicen ustedes los periodistas, público y comunicacional. Quien lo quiera ver que lo vea, quien quiera cerrar sus ojos, que lo cierren. A mí me importa un comino lo que piensen de mí. Mi compromiso es con el pueblo, a él me debo diariamente, sin mezquindad, sin titubeo, y con el amor por mi patria, tal y como me lo enseño mi Comandante Chávez. ¿Sabes qué me importa? Me importa lo que piense el pueblo chavista. Más nada.
—¿Dentro del chavismo, hay quien pueda odiarte, sin que tú lo sepas?
Otra carcajada.
—Mira eso no me preocupa. Sé que no soy una monedita de oro para gustarle a todo el mundo. Pero si alguien llegara a odiarme dentro de las filas revolucionarias, no es mi problema. Tal vez, el problema sea para quien lo haga. Pienso yo.
Le pregunto a mi entrevistado si él cree que la Asamblea Nacional Constituyente le ha cumplido al país, ya que son muchos las quejas de gente chavista, sobre la actuación de la ANC. Inclusive, le hago saber que muchos la catalogan de un jarrón chino. Esto fue lo que respondió:
—Mira, hay muchos desesperados. Gente que no sabe esperar. Yo pienso que la ANC cumplió un rol determinante en traer la paz al país, de una día para otro. Recuérdate que en el 2017, las guarimbas amenazaban con incendiar al país, y la ANC llegó y mandó a parar. Ese solo hecho lo vale todo. Ahora, yo sé que aún faltan muchas cosas por realizar por parte de la Asamblea, pero no todo tiene que fluir como en un río. No. Las cosas tienen su tiempo. Y a cada cosa le llega, según lo establecido. Hay un viejo dicho que reza: "quien corre demasiado, se cansa rápido". Creo que es así que dice. En todo caso, estamos trabajando. Eso sí te lo aseguro. No nos ven, está bien… No pueden vernos en nuestro contacto con el pueblo, haciendo lo que tenemos que hacer… Es difícil que puedan captar lo que hacen 540 constituyentitas, de una sola vez. Lo que sí te puedo decir, sin que me queda nada por dentro, es que cada quien está haciendo lo que le corresponde, y llegará el momento en que nuestro pueblo sepa los resultados. Pero, vacacionando no estamos, eso te lo aseguro. Y aprovecho para darte una premisa: faltan horas, solo horas, para que veamos un hecho que va a estremecer el mundo político nacional e internacional.
Las preguntas se me amontonan en mi mente, ya que no llevo escrito los temas y las interrogantes respectivas para Diosdado Cabello. Mientras él responde, garabateo algunas cosas.
—¿Es verdad que tu hija Daniela, y Tito, tu hijo menor, están asediando fuera del país? Hay gente que han llegó a publicar en la redes nombres de colegios, costos de los mismos y los lugares donde viven… ¿Qué opinión te merece esas afirmaciones?
—Eso forma parte del odio que me profesan. A Danielita la presenté, junto a su hermano Tito, en mi último programa, para que la constataran que ambos están aquí en su tierra, y la patria de Bolívar y de Hugo Chávez, nuestro Comandante eterno. Pero la infamia seguirá, mientras siga el odio visceral contra mí, contra mi familia y contra la revolución, haciendo mella en aquellas personas totalmente desquiciadas y llenas de maldad.
—Hubo alguien que me escribió a mi correo después que leyó en Aporrea, mi artículo: "Diosdado, un gran motivador", para insultarme, pero a la vez aceptó que eres un tipo que demuestras que eres arrechamente más chavista que Chávez… ¿Eso es verdad?
—Que nadie lo dude. Yo, Diosdado Cabello, soy fiel hasta los tuétanos de mis huesos a ese compañero que fue ejemplo, en vida para nosotros, lo es y será por siempre. Èl fue capaz de dar su vida por nuestro pueblo, por todos nosotros, sus hijos. Por su patria querida. Ese fue no sólo un militar con guáramo, sino un hombre nacido del pueblo y para su pueblo. A él le dedicó sus últimos años de vida, después de haber sembrado de conciencia no sólo al pueblo chavista, sino a nuestros compañeros militares. A Hugo Chávez se le debe ese alto nivel de conciencia que hoy da están llenos los integrantes de la FANB.
Diosdado Cabello, pidió dos vasos colmados de agua de coco. Yo, echando broma le dije: "Sin picante", y me respondió: Yo no bebo ni bailo pegao… Mejor dicho, no bailo ni que me invite María León. Pero eso sí, le hecho bastante vaina a los traidores".
Le solté, de inmediato:
—Hablando de traidores, mucha gente piensa que dentro del chavismo, en estos últimos 20 años, hay mucho más corruptos que traidores, en el sentido más amplio de la palabra.
No tardo nada en responder.
—Mira, quien es corrupto es un traidor. Sin embargo, hay traidores que, además de corruptos, son unos degenerados, pues, cómo es eso que tú vas a acudir a otro país, enemigo del tuyo, para aliarte con él y pedir sanciones, y hasta una invasión para tu país. Son unos "hijoetputas" que no saben lo que es la patria… Pero tengo otra forma de responderte: los corruptos, sean cuales fueran, y los traidores, sean quienes sean, nunca han sido chavistas. Aprovecharon la buena fe de nuestro Comandante Hugo Chávez, y de Nicolás Maduro, para trepar a altos cargos para enriquecerse y luego marcharse al exterior a vivir de lo robado. Esos, repito, nunca fueron chavistas.
—¿Tú crees que ya no quedan corruptos y traidores dentro de la fila de la revolución?
—Claro que los hay, pero esos se secaran… Como se han secado todos aquellos apátridas que han robado y, hoy día, disfrutan de sus millones en el exterior, y les queda tiempo para conspirar contra nuestra patria.
—¿Sueñas con ser presidente?
—Aunque soy un político, y todo político lleva en su mente la de ser presidente, siempre y cuando cuente con las condiciones personales necesarias, y con un partido que lo apoye, a mi ese pensamiento me resbala. No me quita tiempo. Mi tiempo se lo dedico al pueblo chavista, en todo el territorio nacional, encontrándome con él, y ayudando a elevar su grado de conciencia y motivándolo para las grandes batallas que no esperan. Batallas de toda índole.
—Pero, sus enemigos políticos dicen que usted ya anda en campaña.
—Cada quien es libre de pensar y de decir lo que quiera. De mí que digan lo que les dé la gana. Yo seguiré en mis trincheras, dándolo todo por mi pueblo, y más nada. Ellos que se mueran de la arrechera porque quieren, pero no pueden. Hace rato que se les acabó la gasolina, y han tenido que irla a buscar al imperio. Esa es la pura verdad… Pero estamos listos para esperarlos cuando vengan recargado. Yo siempre digo: cuando ellos quieran, nosotros queremos. Y punto.
—¿Le temes a la muerte?
—No, no le temo. Lo que temo es que muera antes de ver a mi patria completamente libre, y en un proceso de recuperación económico, tal como lo intuye nuestro compañero Nicolás Maduro.
—Por cierto, dicen tus enemigos, desde hace varios años, que entre Diosdado y Nicolás, hay un pugilato al más alto nivel…
No me respondió, dado que me reitero que estaba cansado de esos señalamientos, sin sentido alguno. Y que, en su momento, había respondido a esa infamia.
—Dicen que los gringos te tiene más gana a ti, que al propio Maduro… ¿Qué me dices?
—Me importa un pito lo que digan al respeto. Desde hace rato soy absolutamente, antiimperialista. Por lo que los gringos pueden pensar lo que quieran. Y dijo como gritó un dia mi Comandante eterno: "Gringos de mierda, go home".
—Para terminar: ¿Cuáles es el error más grande cometido por Chávez y por Maduro?
Pensó un rato, y después de un sorbo de agua de coco, soltó:
—El error más grande de los dos fue el de ser revolucionarios, comprometidos con su pueblo hasta los tuétanos, y dispuesto, a morir por ese pueblo, tal como lo hizo Chávez, y seguro que lo hará Nicolás, si fuera necesario.