El socialismo, introduce una narrativa épica en los pueblos que de una u otra manera desean dominar, expresando directamente su romanticismo. La izquierda expresa que es un proceso de lucha por los derechos de los mismos. Otros, prefieren una lucha esforzada por la república, es un performance político de quienes profesan ser de derecha o izquierda, al final, ambos grupos reciben u obtienen una negociación con ventajas. No importando el término en que se dio esa negociación. Lo único que entiendo es la organización que tienen para rezar mantras y darles a sus dirigentes voces para engañar a sus discípulos, cuya respuesta es un grueso de dólares para sus fantasías.
Nadie tiene el control del país, menos los militares y gendarmería. Ambos cayeron en el Bull del oro y el control del país subordinados a los cubanos o extranjeros que hacen vida con la cúpula del poder. Pero, el oro es para Rusia y el petróleo y coltán para los EE. UU, quizás entre ambos, un poco de uranio. Ellos, los norteamericanos manejan bien esa plataforma geopolítica y territorial.
Todos los grupos partidistas en Venezuela, configuran una independencia fantasma, porque, se encuentran relacionados con el mismo embrión. Y para comprender hasta qué punto lo fue es recomendable la lectura del muy reciente libro de Antoni Bayona, que fuera letrado mayor del Parlamento catalán, y que bajo el sugerente título de No todo vale (editorial Península) enhebra una argumentación dilatada pero interesante de lo que ha ocurrido a lo largo del proceso soberanista. Es verdaderamente trágico que los acontecimientos del proceso soberanista hayan terminado así: en una frustrante construcción política, narrada con ribetes heroicos, pésimamente ejecutada, y en un proceso penal que podría sancionar gravemente a un buen número de políticos, dirigentes sociales y funcionarios por su participación en la sucesión de hechos que, al final, configuraron una independencia fantasma. La independencia venezolana guarda mucha relación con la hispánica e inglesa, pero, para su reconstrucción política fue tomado el Derecho Canónico y Románico.
Los juicios de valor constituyen un verdadero aderezo por su contenido e independentismo. En un tiempo, fuimos colonizados por Cataluña y, sería interesante analizarlos, y describir esta irrealidad y, las declaraciones unilaterales de uno y otro bando. Ambos pertenecen al mismo credo fascista, neonazis, funcionalista y socialdemócrata. Nunca, serán socialistas y de izquierda, porque están configurados en una gran red de poder real, pero falso. Cada grupo, tiene sus intereses particulares.
Aunque Juan Guaidó es una fase concluyente de la historia de mi país, Venezuela. El representa un compromiso con el pueblo criollo, pero, para ellos es un acto concluyente y un mero compromiso hacia ese pueblo, el cual se encuentra en el banquillo totalmente desfalcado a nombre de la izquierda y el socialismo del Siglo XXI, tesis que nunca han leído el ala militar y civil comprometidos simbólicamente con un Estado, que lo convirtieron en fallido.
Se pueden escuchar, sin embargo, algunas tesis esperanzadoras en dirigentes pragmáticos que entienden el sentido de la legalidad democrática y de la política como una herramienta para trabajar en democracia. Propugnan que se ofrezca un sentido al proceso soberanista sin adherencias hiperbólicas. Se trata de dirigentes de pedigrí nacionalista alejados, no obstante, de los relatos sobredimensionados que han perdido todo crédito.
En palabras textuales ninguno de uno de ellos por razones evidentes presentan una enmienda a la totalidad del proceso ideológico que se sigue en Venezuela, pero sí una parcial donde todos sumen un porción de dólares para, siguiendo con su razonamiento constructivo y destructivo para sí, corregir el rumbo y resituar la política y la institucionalización venezolana, lejos de la furia del hombre de Waterloo y de la piromanía de Donald Trump, porque Barak Obama y la Hillary Clinton representan la misma izquierda desgastada del siglo XX, son socialdemócratas, de la internacional demócrata alemana..
En consecuencia, Nicolás Maduro Moros jamás entendió a Chávez Frías que, se dejo embaucar con un gran prestidigitador, Fidel Castro Ruz, cuyo cociente intelectual era la suma de los sesenta, 60, presidentes que hoy apoyan a Guaidó, un joven que viene de COPEI, paso por Primera Justicia y escucha a Leopoldo López. De Voluntad Popular.
Gran trabajo para Vladimir Putin y Donald Trump, dos verdaderos empresarios que están claros sobre el materialismo histórico y fueron llamados por los altos jerarcas judíos para ordenar el mundo financiero y que reúne el narcotráfico, izquierdistas, empresarios, oligarcas, socialistas y políticos de ancha base, pero, el pueblo esta colocado fuera de esa realidad, nunca será tomado en cuenta, es utilizado.
¿Es relevante que la independencia iniciada por Sebastián Francisco de Miranda y Simón Bolívar haya sido una realidad virtual, fantasmal, holográfica, al menos a efectos penales? Es una buena pregunta que los magistrados de la Sala plenaria de justicia, tendrán en consideración. Pero, de momento, la narrativa del proceso bolivariano ha quedado desvirtuado por completo y, en consecuencia, también la supuesta legitimidad de la que se deduciría la excepcionalidad en la que institucional y políticamente vive Venezuela, poner orden en el mundo por sus riquezas, lo que le sucedió a los Mapuches, ahora es a los Pemones, los militares gauchos, venezolanos y chilenos quieren esa riqueza, no les interesa el orden político, por eso, a Padrino López le interesa ese juego entre izquierdistas, que es socialdemocracia.