De cuando Arias Cárdenas rompió con Chávez y a Aristóbulo quisieron ponerle freno

Cuando Arias Cárdenas rompió con Chávez y su movimiento, entonces se llamaba MVR o Movimiento Quinta República, se justificó en la desconfianza que le despertaba Miquilena, quien en aquel momento, hacía y deshacía a placer desde el Poder Legislativo y el partido. Pienso que Arias mal calculó o procedió desinformado porque no estaba sólo en eso, pese los elogios y manifestaciones de cariño y solidaridad que el presidente solía dar en favor del viejo dirigente sindical a quien llegó llamar en muchas ocasiones como "padre".

Por el prestigio que gozaba dentro del chavismo y quizás por su discreto discurso que le hacía aparecer "más digno de confianza" de quienes veían en el presidente un peligro, la oposición le adoptó como candidato. Para ilustrar un poco sobre este asunto, vamos a reponer un artículo que habla sobre el mismo publicado en la prensa regional, en el momento que Arias Cárdenas fue candidato presidencial.

A Arias se le acabó el carburo

Francisco Arias Cárdenas, en el curso de la campaña de 1998, apareció casi oculto tras la figura de Chávez, pero generosamente exaltado por el discurso de éste. Por esto último, y siendo aquel el oficial de más antigüedad entre los alzados del 4 de febrero, por su percepción militar del proceso y el calentamiento de orejas, se consideró inapropiadamente el segundo de abordo y con anticipación marcó su espacio.

Si bien es verdad que el alzamiento de los comandantes fue un clarín que puso en tensión el descontento popular, en lo inmediato sólo produjo el descabezamiento de Pérez; el desgano, la molicie y el dejar hacer continuaron con el gobierno inocuo de Caldera.

Porque la prédica de cambiar al país o refundar la república, se convierte en bandera que agita el pueblo casi todo, a través del discurso de Chávez, el MVR y el Polo Patriótico. Y para ello hubo que luchar por algunos años. Y en ese duro lapso, los comandantes que hoy andan detrás de Arias y éste mismo, independientemente de las razones que tuvieron para ello, no estuvieron al frente de los nuevos combates. Incluso, Arias Cárdenas, en los primeros instantes de la campaña electoral de 1998, estuvo apoyando a Irene Sáez. Y todos ellos estuvieron bajo el amparo del gobierno de Caldera. Por eso es bueno reiterar que una cosa es el MBR-200 que produjo el 4f y otras el MVR y el Polo Patriótico. A estas dos últimas organizaciones se debe que Chávez hoy sea presidente.

Pero es verdad que el gobernador consolidó un liderazgo. Y no habiendo una oposición digna de credibilidad y respeto, quienes nada quieren con Chávez, sobre todo los sectores que injustificadamente creen que sus y derechos económicos están amenazados; los agentes de la vieja política endeudados con la nación y el pueblo; quienes por sus actuaciones anteriores ven perdida la oportunidad de seguir aprovechándose de las ventajas del poder; los que con sinceridad se sienten insatisfechos con la acción gubernamental y el manejo de los asuntos políticos y creen ser los llamados a arreglar los entuertos, concurrieron como resultado del empuje de una fuerza "como divina", a generar una corriente opositora cuya unidad es más frágil que lo que ahora se rompe.

Y se pasaron a respaldar a Arias, aquellos que creen que no habrá cambios si ellos no tienen el timón en las manos. Así muchos se equivocaron; ya se les encuentran por allí solos, con la lengua afuera y llenos de arrepentimientos. A Arias Cárdenas ya se le acabó el carburo. Los sectores sociales que más empujan su candidatura, son poderosos pero pocos.

"El Norte". Barcelona, miércoles 10-05-2000

Ese año 2000, Arias Cárdenas se presentó como candidato presidencial perdiendo con Hugo Chávez, quien obtuvo una victoria holgada con más del 53 % de los votos. Arias ocupó el segundo lugar con una cifra cercana al 38 %. A partir de ese momento, por un largo período, se hundió en casi en el anonimato. El golpe de abril del 2002 que produjo como resultado el breve gobierno de Pedro Carmona Estanga, también como ya hemos dicho, el rompimiento de Luis Miquilena, "jefe del partido" y "padre" de Chávez, con éste y su proyecto, transcurrieron mientras Arias se mantuvo como en la sombra. No obstante, lo acontecido con Miquilena dejó sin efecto el distanciamiento de Arias Cárdenas del jefe del movimiento bolivariano, pues, como ya hemos comentado, siempre justificó su separación y hasta enfrentamiento a las prácticas del antiguo jefe sindical urredista. A partir de allí, parece haberse iniciado un proceso de reacercamiento entre los dos máximos líderes y comandantes del 4F que culminó con el regreso de Arias a las filas del chavismo pero no ya con la categoría que tuvo, la de alto dirigente del partido, del primer anillo, como suelen decir en esos medios y tampoco en el sector militar de ese universo.

Casos General Müller Rojas y Aristóbulo Istúriz

Creo pertinente, al iniciar este parte que incluye al General Alberto Müller Rojas, con la intención de despejar lo relativo al liderazgo dentro del PSUV, reiterar que trabajo de memoria; pero también, como se trata de hechos bastante conocidos por la gente, poner de bulto que de lo que tratamos es ordenar las ideas para explicar el porqué de aquella decisión trascendente que llevó a Chávez, en aquella dramática comparecencia televisiva a dictar su testamento político a favor de Maduro.

Si mal no recuerdo, Müller Rojas se suma al chavismo como integrante del Partido Causa R, aquel fundado por Alfredo Maneiro y que en las elecciones ganadas por el Dr. Caldera, con posterioridad a los alzamientos militares de 1992, presentó la candidatura del entonces joven dirigente sindical Andrés Velásquez. La relación con el chavismo produjo un rompimiento que dio origen al Partido Patria Para Todos o PPT, del cual pasaron a formar parte Pablo Medina, Aristóbulo Istúriz y Müller Rojas. Posteriormente, cuando Chávez llamó a formar al PSUV, estos dos dirigentes estuvieron entre quienes optaron por atender al llamado del presidente y comandante. El hecho de venir de aquellas agrupaciones por su cuenta o solos, pues el PPT continuó existiendo, como todavía existe, formando parte del GPP, pese al valor de la participación de ambos en las luchas populares, pero ante la existencia de grupos muy robustos, activos, disciplinados, organizados y por largo tiempo identificados plenamente con eso que se llama el chavismo, sin discrepar, les hace como individualidades brillantes, con audiencia pero sin mucho sostén.

Aristóbulo Istúriz

Siempre pensé que la candidatura de Aristóbulo a la Alcaldía Metropolitana, no creo necesario decir que es imaginación fundada en mis rústicos instrumentos, en un momento que su liderazgo tomaba vuelo, fue una ingeniosa idea de alguien para frenarle. Los números siempre han dicho que en ese espacio que llaman también "La gran Caracas", donde se funden Caracas misma con áreas del Estado Miranda donde prevalece el peso cuantitativo del votante opositor y este universo tiene una determinante influencia cultural y clasista. Quizás, es posible, alguien de buena fe pensó que justamente por el nivel del prestigio de Aristóbulo, era el llamado a asumir a aquel reto que terminó perdiendo frente a un hombre de la vieja guardia, entonces casi viviendo un momento de anonimato, llamado Antonio Ledezma, quien fuese apenas un segundón de CAP. Pero, me pareció aquello tan riesgoso, una oferta poco tentadora para quien venía ascendiendo y no perteneciente a aquellos grupos consolidados, una medida para poner las cosas en el sitio que algunos creían conveniente. Aquella derrota hizo que Aristóbulo pasase como a segundo plano, aunque siendo en verdad un hueso duro de roer, ser un combatiente pertinaz y competente para relacionarse bien, pudo sobreponerse a aquella derrota, precisamente de manos de una figura de historia no digna de imitar. Pero Aristóbulo vivió la experiencia mediática del aquel programa televisivo muy exitoso llamado "En blanco y negro" que conducía con Carlos Blanco, un antiguo dirigente universitario antes ligado a la izquierda pero en esos nuevos tiempos estaba entre los grupos que hacían oposición a Chávez. Quizás por aquella experiencia, la derrota por la alcaldía Metropolitana, obligó o tentó a Aristóbulo a volver a los medios para desde allí mantener viva y hasta fresca su figura y liderazgo. Por eso, pese haber sido nombrado vicepresidente del partido en oriente, uno podía verle a diferentes horas en programas de la televisión, no como simple invitado sino participando como conductor de los mismos.

De nuevo Aristóbulo, un nacido en las tierras de Barlovento, pero caraqueño de esos con los pies hundidos en la tierra, de donde cuesta sacarle, que si le sacan se mete por las ventanas o cualquier resquicio, así dicen de él quienes conocen pormenores de su conducta como gobernador de Anzoátegui, es sometido a prueba como militante disciplinado, dispuesto como suelen decir muchos a asumir cualquier responsabilidad que le asigne la "Revolución"; por eso acepta la candidatura de este estado Oriental. Para los chavistas, era muy fácil percibirlo en la calle, no era difícil volver a ganar las elecciones a gobernador de Anzoátegui, como la Alcaldía de Barcelona, siempre que los candidatos no fuesen Tareck Williams Saab y la señora que ejercía el cargo. Esos candidatos no entusiasmaban al electorado del PSUV y GPP y parecía prevalecer la idea abstencionista si se intentaba repetirlos. En la última visita a Barcelona, antes de esas elecciones y la definición de las candidaturas, el presidente dio muestras inocultables que había captado el sentimiento; tanto que se optó por llamar a elecciones internas de las cuales salieron electos como candidatos a ser presentados a las elecciones oficiales, Guillermo Martínez para la Alcaldía de Barcelona y Aristóbulo Istúriz para la gobernación. Tareck William y la entonces alcaldesa de Barcelona, optaron por no presentar sus candidaturas.

Las elecciones de gobernadores convirtieron a Aristóbulo Istúriz en primer gobernante del Estado Anzoátegui. Recordemos que, para ese momento, el citado personaje venía ejerciendo la vicepresidencia del partido para la región oriental. Bajo su conducción, el PSUV mantuvo la misma estructura, esa vertical sin vínculos estrechos con las bases. Estas poco o ningún contacto tenían, como tampoco ahora tienen, con los organismos intermedios y destinadas a movilizarse sólo para apoyar, marchar o hacer campaña electoral, lo que las desmotiva y paraliza. Pero lo que sí es cierto, que uno no entendía como se podía ejercer ese cargo partidista con tantas responsabilidades, como construirlo y dirigirlo en todo oriente mientras se estaba casi todo el tiempo en Caracas. Las apariciones en televisión del dirigente de quien estamos hablando eran tan frecuentes que le llevaba a uno a pensar que estaba residenciado en la capital y aquello lucía como inconveniente e inconcebible. Pero lo acontecido posteriormente al 6D, nombrado Aristóbulo Vicepresidente, una decisión esperada por mucha gente, según leí en esos días, para que abriese las posibilidades de comunicación con la oposición, habiéndose apoderado esta del control apabullante del Poder Legislativo, pareció retomar su sitial de líder importante como lo había sido antes de la derrota en las elecciones por la Alcaldía Metropolitana. Es posible que por sus contactos en Caracas, su disposición a no abandonar aquella plaza, la derrota del chavismo el 6D, que de alguna manera tenía que dejar víctimas, responsables directos de ella, desplazados, y alguno u otro "pagapeo" por naturaleza, sobre todo entre figuras que poco entusiasman, ni mucho ayudan, salvo ser referencias como innecesaria del fuego sagrado, pese todo, debieron abrirle paso a alguien con historia, carisma, alguna importante relación grupal y hasta, según se dice, capacidad para establecer puentes. Aristóbulo saltó del palacio de gobierno de Barcelona a la vice presidencia de la República. Para algunos, como dije, no fue una sorpresa, para otros sí. Para estos últimos pareció prevalecer la idea que sus buenos tiempos habían pasado y sus bases de sustentación interna habían emigrado, no necesariamente al bando opositor sino al invernadero.

*Cap. (XVII) de nuestro libro :VENEZUELA ENTRANDO EN EL SIGLO XXI. DE LO MESIÁNICO



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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