En aquellos días tristes de abril, el Comandante había sido derribado por la canalla. Cuando creíamos que todo estaba liquidado, recibimos una llamada amiga avisando de una revuelta en Maracay: un militar con dignidad se resistía al golpe, volvió la esperanza, no todo estaba perdido. Y como decía el clásico: "si no se ha perdido todo, no se ha perdido nada". Nos volvió el alma al cuerpo, lo que siguió es historia Patria.
Aquel militar organizó la operación de rescate del Comandante Chávez de su prisión en La Orchila, y lo sentó de nuevo en Miraflores. El país entero, el mundo respiró aliviado, había regresado la esperanza, y el héroe de esa hazaña fue el nombre de ese militar, General Baduel.
Ahora, 2019, cuando 17 años nos separan de aquellos momentos de tensión y heroísmo, es pertinente observar el cuadro actual del país, seguro que mucho aprenderemos de la lucha política, podremos entender como lo que se quería superar se enquistó en las entrañas de la revolución hasta deformarla.
No entremos en extensiones, que no son propias de estos textos del Arado, intentemos seguir la pista de la evolución política de estos años. Reflexionemos sobre la situación del General Baduel, él representa una faceta importante de esta evolución; estudiemos los saltos del inefable escarrá, ahora superministro, redactor de la constitución opuesta a la de Chávez, símbolo del triunfo de carmona estanga.
Hoy el héroe de Abril está preso, y no sabemos de qué se le acusa, no tenemos noticias de su ida a los tribunales, no se le respetan sus derechos humanos, menos se le tiene consideración en su calidad de héroe de la Revolución. El General está preso y los muchos beneficiarios de su gesta disfrutan del poder que él preservó. El héroe de abril está preso y Leopoldo goza de las bondades de la prisión en su casa, con sus hijos, con su esposa.
Presumimos que el General Baduel estaba conspirando, no es descabellado pensarlo. Pero de allí a enterrarlo en vida se cruza una línea donde se pierde el humanismo, y revolución que pierde el humanismo, cuando sus figuras principales ejercen el poder con crueldad, es una revolución extraviada, transformada en su contrario, se le pudrió el alma.
Cuando los hombres llegan al poder les aflora su verdadera condición humana: los hombres fuertes coherentes se aferran aún más a sus principios morales, los reafirman; las mentes débiles muestran sus facetas más viles, se sienten amparados por el poder que piensan eterno, dan rienda suelta a sus bajas pasiones, les afloran los complejos, sacian sus vicios. Esa sería una aproximación a la explicación del comportamiento del madurismo con Baduel y con otros presos y perseguidos con historial chavista.
El paisaje esta completo: ensañamiento con los que recuerden a Chávez, que no quede uno en pie; desmontaje de su obra, presos los comuneros, restituida la propiedad capitalista; y blandura con los enemigos del Comandante, persecución del Socialismo y entrega a los imperios capitalistas. La confirmación de que el madurismo es traición a Chávez.