Es mejor morir de pie que vivir de rodillas

Para un revolucionario de carne y hueso, de conciencia sólida y de corazón de acero, este es el mejor momento para demostrar que estamos hechos, y para que vinimos a esta Tierra de gracia, bendecida por Dios. Tierra de hombres arrechos. Hombres y mujeres que dieron sus vidas para hacernos libres y soberanos. Hoy, en este momento excepcional, prestado a quienes creemos en un mundo mejor, estamos ante la historia para escribir una página imborrable e inolvidable.

La frase con la cual he titulado este artículo, la remozó, en una oportunidad, el Che Guevara, pero, según dicen, la misma fue pronunciada por Dolores Ibarruri (La pasionaria), teniendo como escenario la cruenta guerra civil española. Más tarde, al parecer, la frase fue lanzada al aire por otro grande: Emiliano Zapata, uno de los revolucionarios más importantes en las escaramuzas de guerra en México, por la libertad y por la tierra.

Para un venezolano hoy, día, preñado de conciencia revolucionaria, no hay alternativa entre una cosa u otra. Entre morir y vivir, entre ser y no ser. Es la hora de la verdad. Nuestra patria esta acosada por los cuatro costados. Nos la quieren robar, con todo lo que ello implica: destrucción y rapiña. Pero, hay un pero. Ellos, los de afuera y los de adentro, quieren, pero nosotros no queremos. Esa es la gran diferencia. Entre el querer y el poder, hay una diferencia del tamaño del cielo.

Ellos, los lacayos criollos, que se arrastran como serpientes venenosas, no tienen las bolas bien puestas. Son unos simples cobardes que, ante el estallido de un triquitraque corren como gallinas asustadas por un "rabipelado". Eso también hace la diferencia. Porque de este lado, donde militan hombres y mujeres de sangre guerrera, esta la razón que avala nuestra infinita verdad, preñada de amor y justicia. El che, en una ocasión respondió a una pregunta, de la siguiente manera: "Déjeme decirle, a riego de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero esta guiado por grandes sentimientos de amor".

Esa es una gran diferencia entre los vende patrias y los chavistas revolucionarios. Ellos están llenos de odio. Lo demuestran en las redes sociales a cada rato. Desean desaparecer, sea como sea, a los chavistas. E inclusive hablan de torturarnos y después quemarnos, como se hizo en la inquisición. Pero, sobre todo, no les importa nada a la patria que los vio nacer. Para ellos eso de patria no existe. Y menos los sentimientos sagrados que Dios nos sembró en nuestras almas sabiamente al darnos la vida… "amor alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad, dominio propio". (Gálatas 5:22-23a).



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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