¿O estás con Dios o con el diablo?

Usted escoge. Usted tome su decisión. Nadie lo está presionando, salvo su conciencia. ¿O se decide por Trump o por Venezuela, su país? El gringo es un millonario, despiadado y con ínfulas de un asesino serial, con ganas de convertirse en el amo del mundo. Obra con sangre fría, producto de su estado mental. Ni siquiera se acuerda cuando era niño. Amasó una millonada a cuesta de negocios truculentos. Y aún, después de amasar tanto dinero, quiere más y más. Por eso sus ojos los tiene puestos en Venezuela y toda su riqueza natural. Al gringo, cara redonda y pelo lacio amarillento, no le importa un carajo que miles y miles de venezolanos y venezolanos mujerea. No le importa a los niños y niñas de este país. Ni siquiera le importa a los payasos vende patrias que está utilizando para sus fines perversos. ¿Acaso, usted querido lector, no se ha dado cuenta de la verdadera intención de este "actor" de pacotilla, pero peligroso no sólo para Venezuela, sino para la humanidad?

Usted está ciego, lo comprendo, pues, sólo piensa en tumbar a Maduro, sea como sea. No importándole cuantos muertos haya. Cuantas mujeres mueran, o cuantos niños o niñas pierdan sus vidas, a manos de los marines. Tal vez usted piensa, para sus adentros: "I love Trump… Los venezolanos que se jodan y que aprendan que a los gringos se respetan. Tal como pienso yo, piensa una minoría, pero tenemos el apoyo de la Casa Blanca, nada más y nada menos". ¿Si usted piensa así? Que dejará para el "Grupo de Lima" o la Unión Europea…

En fin, apreciado lector usted tiene el control de sus decisiones. Usted es quien decide. Dice el Padre Linero, en su libro "El Poder de las decisiones", lo siguiente: La vida es un constante decidir. Nos invita siempre a tomar opciones, a escoger caminos para andar, a realizar acciones o a quedarnos quietos…". Pero una decisión, sea cual fuera, tiene sus consecuencias. Nadie, absolutamente nadie, puede hacerse el loco después que ha decidido algo. Tiene que aceptar, quiéralo o no, los resultados, o lo que es lo mismo las consecuencias. Dicho de otra manera: si decides ser opositor radical, y obedecer los mandatos del quintero criminal que mora en la Casa Blanca, sin importar lo que le hagan a tu país, tienes que estar presto para enfrentar las consecuencias, como un varón.

Venezuela, mi país, tu país, nuestro país, es más que un loco como Trump. Venezuela es historia viva de lucha por su independencia y su soberanía. Venezuela es lucha, es heroísmo. Venezuela es amor y paz. Venezuela es un país para quererla. Acepto que no te guste a Maduro y lo que él representa, pero esa es una cosa, y otra es tomar partido por un extranjero indeseable que solo desea ponerla la mano al petróleo, al oro y demás riquezas naturales de tu Patria. Partiendo del entendido que es tu Patria, cuestión que es discutible. En fin, tú eres libre de escoger entre Trump y Venezuela. Es tu decisión. Pero tendrás que enfrentar las consecuencias. No hay para dónde coger… ¿O estás con Dios o con el diablo?

Villahermosa, México, 20 de mayo del 2019.



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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