Presidente: espero que algún funcionario, encargado de agudizar los ojos y parar los oídos, le lleven este mensaje a su Despacho. Mensaje desolador que registra fielmente la grave situación que viven los trabajadores de la Corporación Venezolana de Guayana, otrora institución en la cual reposaba la esperanza no sólo de los guayaneses, sino del país, en general. Esa situación la padecen con mayor dramatismo los jubilados y pensio, nados. En ese sentido, usted emite órdenes tras órdenes acerca de las bolsas de alimentación y su regularidad para la entrega, dizque para todos, en especial los más necesitados, entre otras cosas. Aquí va una muestra, solo una muestra del padecimiento y la tortura psicológica que vivimos quienes dedicamos lo mejor de nuestras vidas, a esa noble institución:
- Las bolsas de alimentación (CLAP), después de tres meses de retardo, la están entregando a los trabajadores activos de una manera irregular (Jubilados y pensionadas fueron excluidos). A un gerente le asignan una cantidad para que, desde alguna residencia, sean repartidas.
- La Asociación que agrupa a jubilados y pensionados, envió una comisión para entrevistarse con el vicepresidente de Finanzas, y, estando en su despacho, no la recibió. Tenía la misión de plantear lo siguientes denuncias;
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- Suspensión de la realización de exámenes de laboratorio, así como otros servicios médicos.
Señor presidente, usted se hace llamar el presidente obrero. Y los chavistas lo hemos creído así. Pero le pregnto: ¿cree usted que esto es justo? Claro que no lo cree. No es justo lo que se hace con los trabajadores de la CVG, en especial con los jubilados y pensionados. Nosotros somos hombres y mujeres de la tercera edad. Todas nuestras fuerzas y energía la dimos por la CVG, por la región, y por el país. ¿Cree usted que se hace justicia, al tener que hacer plantones y marchas para hacernos oír? Para que nuestras voces lleguen a los oídos de los burócratas, tenemos que hacer grandes esfuerzos y sacrificios, para que al final, nos engañen como se engaña a un niño o a una niña. Es la pura verdad.
Sigo preguntándole: ¿Es esta la sensibilidad de una revolución? ¿Esto se llama socialismo? Por favor, señor Presidente, esto no es ni una cosa ni la otra. La mediocridad de unos funcionarios burócratas, no podemos pagarla nosotros. Envíe a alguien de su confianza para que investigue si lo que digo es mentira o es la pura verdad. Que levante un informe y se lo ponga en sus manos, y entonces usted se percatará del caos en que está sumida la CVG. ¡Hágalo! Y nos dará la razón.
Villahermosa, México, 4 de junio del 2019