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Venezuela es un país clase a parte. Aquí suceden cosas que no pasan en otros países. Y eso nos hace ser único. Fíjense en lo siguiente: vamos rumbo a los seis meses, desde que un señor se auto juramento presidente interino de Venezuela. Y a pesar de que fue un acto violatorio de la Constitución, y un irrespeto al gobierno de Maduro. Nada pasó. "El chico malo" sigue sin que nadie le pare el trote. El señor ministro Jorge Rodríguez, acostumbró a los venezolanos y venezolanas a su imagen sonriente dando informaciones, desde Palacio de Miraflores, sobre hechos graves cometidos por el autoproclamado y su pandilla. Y al "chico malo", no le sucede nada. Es decir, puro bla, bla, sin acción. Y el pueblo, como un pendejo, se pregunta y ¿qué es lo que pasa aquí? Y el mismo se responde: "Nada. Aquí no pasa nada". Ni en la noche ni en el día. Ni en verano ni en invierno. Ni el sábado ni el domingo. Ni arriba ni abajo. Ni en el norte ni en el sur. Ni en blanco ni en negro.
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Por invitación del presidente Nicolás Maduro, recientemente vino al país, la ex presidenta de Chile, y alta comisionada para los derechos humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet. La funcionaria recibió información de "titilimundachi". Toda la oposición pidió reunirse con la Bachelet. Así como los presos y los que están por caer. La señora oyó más de la cuenta. Y tal vez, cuando alzó vuelo su avión, pudo decir: "Gracias, Dios mío. Por fin puedo descansar de tantas quejas". Declaró antes de irse. Pero nada nuevo en el horizonte. Dijo que el diálogo era conveniente para el país, y para gobierno y oposición. Que las sanciones agudizaban más la crisis. Y dejó al gobierno sus consejos o recomendaciones. Resultados, a la vista: el gobierno quedó satisfecho. Y la oposición a media. Los radicales, han utilizados las redes para despotricar de la señora Bachelet. Algunos creen que se "vendió" al régimen "comunista". Pero al final, les aseguro que no pasará nada. Cada quien halará para su lado, las conclusiones de la representan de la ONU, y aquí, en el país de Simón y de Hugo, no ha pasado nada. Seguiremos, los venezolanos y venezolanas, oyendo las amenazas de Trump y sus payasos, y la vida seguirá igual. Sin una luz al final del túnel.
Villahermosa, México, 24 de junio del 2019.