En los países europeos llamados del primer mundo el trabajador
publico o privado y toda su familia son muy bien protegidos y
rigurosamente por Ley; A parte de su buen sueldo, reciben seguro de salud
(sin limites), seguro contra accidentes, seguro de vida, vacaciones y
jubilación, el trabajador del primer mundo también recibe todo tipo de
capacitación y créditos fáciles para ayudarlo a progresar. Repito, el
Estado ayuda a que los trabajadores publico o privados progresen, caso
deseen. Nada es gratis, todo el trabajo del Estado es sostenido por el pago
de los impuestos.
Las personas que comúnmente llamamos de vagas, las que no quieren
trabajar, gozan también de muchos derechos, entre ellos la vivienda digna.
Ya el trabajador, tiene derecho a la vivienda digna, pero con más
confort, mas numero de cuartos y etc. Para despedir a un trabajador se
debe probar y comprobar fallas horrendas.
Los sindicatos son libres y poderosísimos.
En la mayoría de los países llamados del tercer, el trabajador no
tiene derechos, solo obligaciones, trabajan mucho pero ofrecen pésimo
servicio ya que no fueron capacitados, no están educados y su alimentación
es deficiente. No se respeta ni un techo como salario mínimo, vacaciones las
obtiene después de tres años de servicios consecutivos. Solamente quince
días. Y en el fin del año el escuálido aguinaldo (13º salario) le es pagado
con odio y desprecio. El trabajador puede ser despedido por cualquier motivo
inclusive solo porque el patrón amaneció de mal humor.
Un accidente de trabajo puede paralizar al trabajador por el resto de su
vida, llevándolo a la miseria extrema.
La educación y capacitación que el Estado da al trabajador del primer
mundo lo hace digno…
La falta de esa misma educación y capacitación agravada por la
deficiente alimentación, y sin Leyes, trasforma al trabajador en reptil,
adulón, asustado y mentiroso. Los sindicalistas cuando no son falsos, por
su ignorancia y resentimiento social acaban siendo contra producentes.
Cuando el trabajador no es respetado no hay posibilidad de democracia.
marzhand@hotmail.com