En estos momentos, nadie pone en dudas, que éste 2019 ha sido para Venezuela un año político – económico, extremadamente difícil…con grandes ataques al sistema político y al aparato económico, con la única intención de lograr desalojar al chavismo del poder ejecutivo nacional, en la cual se ha intentando de todo, sin medir las consecuencias negativas que esa radicalización de las posturas políticas, ha ocasionado a la población en general, que van desde autoproclamaciones, reconocimientos ilegales por parte de la derecha internacional, el incremento de la especulación, el bachaquerismo, los bloqueos, el robo de nuestros recursos financieros, la planificación e intentos de golpes de Estado y los llamados a aumentar la presión internacional con amenazas de intervención militar extranjera…
Sin embargo, en tiempos de crisis y de radicalismo, ha surgido la visión ponderada de los actores políticos que están interesados en derrotar la confrontación política, que tanto daño le está haciendo a la institucionalidad democrática y lograr la paz…el gobierno nacional lleva tiempo haciendo llamados al diálogo, lo cual ha sido saboteado por algunos sectores opositores, que son radicalmente antichavistas, que no creen en la negociación política, en las soluciones enmarcadas en nuestra constitución nacional…
Estos nuevos intentos de aproximación a ciertos acuerdos, producto de un dificilísimo dialogo, que se ha venido gestando tanto en Noruega y ahora en barbados…pasa por reconocer que estamos en presencia de una crisis de legitimidad entre las parcialidades políticas enfrentadas como enemigos y no como adversarios…ya que la intolerancia entre las partes, ha jugado un rol protagónico en este radical antagonismo entre el gobierno y la ultraderecha nacional e internacional…
Existe una triada clave que caracteriza a la legitimación: el reconocimiento, la aceptación y el apoyo… pero hasta ahora hay situación confrontacional con una alta carga pre-bélica, que no ha sido resuelto, teniendo como ejemplos concretos por parte de la oposición en no querer reconocer ni aceptar a la Asamblea Nacional Constituyente, ni los resultados de las elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018…y por el lado del gobierno, no acepta a una ilegal presidencia interina, una Asamblea Nacional en desacato y los bloqueos promovidos por la oposición…
Pareciese que la salud colectiva de la nación venezolana, pasa por concretar en la realidad social a una pareja estratégicamente clave: el diálogo y la tolerancia…
