Cabello rambo

—Compaí oiga lo que dice el rambo cooperante.

—Qué otra barbaridad dice.

—¡Gua! Que «estamos preparados para una "guerra absoluta" con EEUU»

—A caracha, que hombrecito ese. La misma barca atravesando el río.

Ese nunca aprenderá aquella máxima que dice "Lo óptimo, la mesura"

Ni le roza siquiera. Bocón hasta más no poder.

—Por la boca muere el peje, dice el dicho.

—Su palabra vaya adelante.

—Que va a estar hablando de que «estamos preparados para una "guerra absoluta"»

Si no pudieron con el chuqui o el choqui, no sé cómo se llama, en la Guzmán Blanco, entiéndase La Cota 905. Se enfrentaron a unos malandros y éstos hicieron que se replegaran porque a plomo limpio los recibieron matando a un funcionario e hiriendo a otros más.

¿Cómo se van a enfrentar a un ejército? Y no es que tenga dudas de que los muchachos del ejército no las tengan bien puestas para caerse a plomo con cualquiera, pero para defender a estos bicharrangos no creo.

Nadie va a exponer el pellejo por tales adefesios revolucionarios.

Una banda de malandros es más poderosa que las fuerzas del orden público.

—Usted bien sabe, que éstos no querían dialogar con la oposición pero si con los malandros y delincuentes cuando propusieron aquellas cosas y que "zonas de paz" ¡Válgame Dios!

A quién se le ocurre semejante barbaridad.

—A estos, a quién más.

Además usted sabe, porque es lo que se oye en la calle que la delincuencia genera dinero. Porque son una mina de oro, una gallinitas de huevos de oro. Ya que todos los fines de semana pasan los funcionarios a buscar su prote, eso es un bajarse de la mula de los malandros.

Y no se esté creyendo que los malandros solo son en la 905 o en Las Lomas de Urdaneta, no hombre. Lo mismo son en Prados del Este, La Castellana o El Country. Malandro es malandro y tiene que bajarse de la mula para seguir operando, de allí que sean unas minas de oro.

Y cuando el malandro no quiere pagar la prote porque no le da la gana, o porque se siente guapo y apoyao o porque le piden mucha plata es que vienen esos enfrentamientos, porque lo quieren eliminar para poner otro en el negocio. Y a veces le sale torcida la jugada como fue el caso de la 905.

—Eso es lo que se comenta en la calle. Y no hay que ser muy ducho en la materia, porque cualquiera se lo comenta así nomás.

Pero volviendo a lo del cooperante rambo o cooperante termineitor.

Eso es una trastada lo de decir que «nosotros vamos a luchar y venceremos».

—Le dijo una cosa, a estos revolucionarios, chavistas, comunistas o socialistas, les encanta vociferar que toda revolución, toda defensa de la patria conlleva un derramamiento de sangre, pero eso sí la sangre del pendejo. Y me perdona la palabra, pero no hay otra forma de expresarlo.

Mientras maten al idiota que sale a enfrentarse por ellos todo va bien. Y en esto puede incluir si quiere a los de la oposición que son lo mismo y lo igual.

Ellos se quedan apoltronados inventándose sus arengas de tres cuartos sobre los ideales revolucionarios y el legado del eterno, puro bla bla. Porque a la chiquita ya tienen todo cuadrado para largarse y si te he visto no me acuerdo.

—Así son, como usted dice.

Y oiga esta perla «Aquí es probable que entren los marines de EEUU, pero lo decimos con humildad, el problema para ellos será salir de Venezuela. Estamos preparados para si ellos quieren una guerra absoluta de todo nuestro pueblo en defensa de nuestra patria"»

—¿Cuándo ha sido ese soberbio humilde? Y ¿qué pueblo va a salir a defenderlos?

Si la gente está desesperada esperando a que se vayan pa´l carajo, y me vuelve a perdonar la mala palabra.

Ve lo que yo le dijo ahí está vociferando «en defensa de nuestra patria». Que patria ni que ocho cuartos. Cuando esos dicen patria lo que se refieren es a sus intereses, a su ideología bodeguera para agarrarse las riquezas de la nación. Eso lo que ellos llaman patria, su bolsillo lleno de morocotas.

—A lo mejor el cooperante rambo sale de primero a defender esto, uno nunca sabe.

—Siga creyendo en pajaritos preñados. Esos salen como corcho de limonada para el primer país que los reciba con las maletas llenas de dólares.

Perro que ladra no muerde.

Mire, si quiere vamos a comprar unas lentejas para comer más tarde.

Y le dijo: Por ahora, apriete.



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Obed Delfín


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