INTRODUCCIÓN
Venezuela al igual que muchos países en Eurasia, Medio Oriente, África y América Latina ha sido hostigada financiera y económicamente por el imperio del Norte. La historia reciente así lo dice. ¿Por qué el imperio logra afectar a economías que no tienen vinculación política, incluso, muchas veces ni económica con ellos? Es una de las grandes preguntas que muchos se hacen cuando no se comprende los intereses que hay detrás de ese comportamiento imperial hostil.
Lo único que esos países han hecho es decidir el diseño y ejecución de una política exterior, comercial y energética independiente y bien alejada de los tentáculos de Estados Unidos. Por esos intentos independentistas Washington ha ejecutado y hecho sufrir sanciones unilaterales, coercitivas y violadoras de los derechos humanos a estas naciones.
Esos son algunos de los elementos geopolíticos que preocupan a los estrategas de los gobiernos que han apostado a un mundo distinto al diseñado y controlado por esa potencia industrial, financiera, monetaria, alimentaria, energética, científica y militar.
ANTE LOS ATAQUES MODELOS ALTERNATIVOS
La búsqueda de modelos económicos alternativos al dominante capitalismo ha sido un debate en los últimos 200 años. Crear nuevas alternativas para combatir los distintos modelo de guerra económica ejecutados por Estados Unidos es el debate a diario en ese mundo que se resiste a volver a tiempos de la esclavitud y saqueos imperiales.
Los ataques que hoy recibe Venezuela también lo han padecido otros pueblos en los últimos años. Como lo hemos insistido en varias oportunidades, son ataques multidimensionales, multifactoriales, multilaterales, además de injerencista y violatoria de los tratados internacionales, cuyas consecuencias económicas alcanzan niveles de conflictos elevados, que muy bien se identifican y califican como agresiones y crímenes de lesa humanidad de acuerdo con el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
Ese es el diagnóstico del contexto geopolítico que les ha tocado moverse a esos países que se alejan de los intereses del Pentágono y de las transnacionales estadounidenses y de sus aliados en Europa. Situación que los ha obligado a buscar opciones de sobrevivencia y de adaptatividad para dejar de ser vulnerables ante esos ataques que generan destrucción y crean incertidumbre permanente.
PREPARARSE PARA LO QUE VENDRÁ
La realidad histórica nos muestra que gobiernos que han decidido ser libres de la política de dominación estadounidense, deben preparar a su sociedad para enfrentar las distintas batallas que vienen desde el exterior para intentar revertir y poner de rodillas a sus pueblos.
Deben prepararse para afrontar las batallas financiera que de seguro vendrán desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) y sus calificadoras de riesgos. Deben preparse para las batallas petroleras que son propias del mercado petrolero internacional que hoy día las transnacionales norteamericanas y europeas siguen teniendo mucha incidencia. La batalla diplomática a enfrentar gira en torno a hostilidades basadas en sanciones unilaterales, satanización y bloqueos en organismos internacionales dominados por Estados Unidos.
Adicional a eso, deben preparar sus economías para el impacto externo que ocasionan las batallas que se libran en el comercio internacional como la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China.
A lo interno, los gobiernos deben fijar estrategias para contener a los aliados de Estados Unidos, llámense partidos políticos, empresarios, Ong´s, que impulsan conspiraciones políticas y económicas, fomentan guerras mediáticas, golpes de estados, paralizaciones de los servicios públicos, guerra en el ámbito monetario, cambiario, fiscal, entre otras afecciones macroeconómicas y a la calidad de vida de la población en general.
Como ven, es una situación un tanto compleja. Por ejemplo, en el caso de Venezuela, por ser un país estratégico y rico en recursos naturales, en su alrededor se mueven muchos factores y fuerzas geopolíticas que juegan a dominar por las buenas o por las malas sus relaciones exterior como es el caso de Estados Unidos, y otros que sólo desean mantener relaciones cooperativas con nuestro país.
ALIANZAS ESTRATÉGICAS: ALTERNATIVA SEGURA
Para poder proteger nuestra sociedad de esos ataques imperiales se requiere de gente muy preparada y patriotas al frente de la gestión gubernamental. Que esté consciente de la realidad que vivimos y que trabaje de manera permanente en la búsqueda de alternativas internas o externas para blindarnos de los ataques imperiales y la dependencia de los sistemas políticos y económicos que ellos dominan.
Hugo Chávez Frías era un fiel creyente de la búsqueda de alianzas estratégicas con países que mantenían relaciones cooperativas con Venezuela en función de buscar alternativas al sistema de pago, financiero, comercial, energético, alimenticio y militar de Estados Unidos. Su propuesta se basada en la solidaridad y sinceridad entre los pueblos, planteaba la recuperación de los mercados de manera mancomunada y el afianzamiento de la soberanía e independencia de los países.
Esa misma estrategia la ha venido aplicando el presidente Nicolás Maduro, y ha sido una de las garantías del éxito diplomático que ha alcanzado la revolución bolivariana en los últimos años.
No obstante, como sociedad aún nos queda profundizar en la búsqueda de nuevos sistemas de pagos, industriales, tecnológicos, de transporte marítimo y aéreos distintos a los estadounidenses. Que vengan productos alimenticios y de salud de otros países menos conflictivos, y que finalmente, se garantice la transferencia tecnológica para comenzar a producir más bienes y servicios de primera necesidad en nuestro propio territorio.
Esa es la única vía para retornar nuestra economía a las sendas del crecimiento, con mayores niveles de empleos productivos, un mayor consumo, de inversión nacional y de exportaciones, que son las variables fundamentales que explican el Producto Interno Bruto como indicador que mide el nivel de crecimiento económico de las naciones.
