Usted, señor Presidente, sabe mejor que cualquiera que el dique está agrietado, y que con cualquier cosa se puede terminar de romper. Usted conoce a su pueblo, y por eso el aguante. Pero, ¿hasta cuándo puede un pueblo aguantar esta crisis? Por más chavista que sea la mayoría, por una grieta se puede colar un mar completo. Usted conoce como está el salario mínimo, que no alcanza ni para un rollo de papel higiénico. Muchos venezolanos y venezolanas están muriendo en colas, cuando acuden a la búsqueda de algo con que comer, o para otros menesteres en ese afán de sobrevivencia.
Según cifras del Banco Central de Venezuela, un Petro equivale a 936.851 bolívares. Y medio Petro a 468.425 bolívares. Usted dijo hace tiempo que medio petro equivaldría al salario mínimo. Y esa palabra se cumplió hasta que aterrizó a 40. 000 bolívares, cifra que se mantiene a pesar del alto precio del Petro. Mucha gente tiene razón cuando opina que el salario mínimo debería estar en los 450.000 bolívares, con el objeto de paliar la situación, y achicar, como se dice en criollo, esta calamidad.
Yo entiendo perfectamente que el Estado no puede cubrir exitosamente un aumento salarial de esa magnitud. ¿Por qué? Porque al Estado no le están entrando las divisas para cubrir todo el espectro de la política social. Entiendo que el imperio no afloja, y, por el contrario, cada día aprieta más y más. Pero una cosa es cierta, y es que algo hay que sacrificar para mantener a los trabajadores medianamente asistidos. Algo hay que paralizar, mientras pasa el temporal para asistir, como debe ser, a las personas de la tercera edad. Esos bonos que usted, señor presidente, autoriza, no sirven para mucho. Usted lo sabe.
Urge, pues, tomar algunas medidas serias y bien pensadas que al aplicarse selle un poco esa grieta. Este pueblo, noble y aguantador, se merece una urgente atención, antes de que sea tarde. Ordene a su gabinete económico que estudien, con rapidez, el asunto, y le ofrezca un plan idóneo para la salvación. Y sobre todo, Presidente, háblale al pueblo, con un lenguaje trasparente, para que ese pueblo este bien informado. No basta con las chácharas de Jorge Rodríguez y su hermana. Es usted quien debe recorrer el país, de punta a punta, y sepa escuchar al pueblo. El pueblo es sabio, permítale que se exprese públicamente, sin apuros. Modifique esa manera que usted tiene de gobernar… Por favor, aprenda de AMLO.
Villahermosa, México, 23 de agosto del 2019.
