Hay conceptos y definiciones que en la medida en que avanza la dinámica social, dentro de los llamados modos de producción, que presentan una amplia esfera de acción e influencia, que oscila desde una planetización de los procesos económicos y una globalización, que “traspasa” las fronteras de los Estados-naciones…permite “reconstruir”, el sentido y significado, de la lucha de clases, con toda la dialéctica que representa y su vinculo, con la división internacional del trabajo, en su posición con el gran capital y la distribución de las riquezas, entre la población en general y en particular, entre los que venden su fuerza de trabajo y los considerados débiles jurídicos-económicos de todo sistema político…
Ahora sucede que en éste “mundo internacional” tan lleno de contradicciones y tan falto de justicia social, que las nuevas arremetidas imperiales con sus ilegales y obsesivas sanciones, que se materializan en una nueva expresión neo-colonial, que va más allá de la clásica explotación del “hombre por el hombre” entre los propietarios de los medios de producción y los que son simples asalariados…son los llamados “bloqueos”, con su particular justificación política, al argumentar que es una forma de presión para “tumbar gobierno”…pero que en la realidad concreta, “el poderoso bloqueador” atenta contra los derechos humanos más elementales de “los débiles bloqueados”…
Esos criminales e inhumanos bloqueos, lo que han desarrollado es una guerra no convencional, pero con efectos parecidos, al generar destrucción y caos social, con la escasez de alimentos y medicinas, acompañados de una bestial y terrible especulación, que afectan directamente a la calidad de vida de las y los venezolanos, en que al Estado y al pueblo de Venezuela, le tienen “apropiado y secuestrado” miles de millones de dólares, con toda la incalculable y cuantiosa pérdidas económicas mil millonarias, producto de cerrarle el paso y creando barreras que impiden el libre flujo del comercio internacional, en una nueva dialéctica social postmoderna, que se caracteriza por la crueldad e insensibilidad social, por “un sadismo imperial internacional”, que disfruta mucho causando un terrible daño a tantas personas: angustia, desesperación y hambruna general…y esa nueva relación dialéctica social entre “bloqueadores y bloqueados”, es una descarada violación al derecho internacional público, y son simples variables de “explotadores y explotados” y “opresores y oprimidos”…
