Las fotografías y los videos del paraco venezolano conocido con el alias de Juanito Alimaña Guaidó con los líderes de Los Rastrojos, no son más que nuevas evidencias irrefutables de sus vínculos con el paramilitarismo.
Para demostrarlo sin dejar resquicios en el asunto solo hay que comenzar por revisar la relación de este hampón del grupo terrorista Voluntad Popular con el criminal Alvaro Uribe Vélez, actualmente presidente de Colombia a través de su cachorro, el narcoparaco Iván Duque.
He allí el origen de todo. Uribe Vélez, señor lector, señora lectora, es asesor de la oposición terrorista venezolana desde hace mucho tiempo, y es uno de los líderes paramilitares más temidos en Colombia, a quien se le señala, incluso, como el inventor del desmembramiento de las personas con motosierras en sus casas de pique. Y no lo digo yo, ni siquiera los colombianos, lo dicen los gringos que, para la oposición terrorista de Venezuela, los hampones del Grupo de Lima, un sector de la Unión Europea, son los únicos que dicen la verdad en el mundo.
De allí que, permítanme recordarles quién es Uribe Vélez, aunque ya hablar de los vínculos de este delincuente con los paramilitares resulta una perogrullada. Eso se ha dicho hasta la saciedad en Venezuela, Colombia, en todo el planeta, que dificulto haya alguien que no lo sepa.
Pero, en fin, documentos desclasificados de los norteamericanos dan cuenta de que una finca de ese bandolero fue base de operaciones de un grupo paramilitar en los años 90. El National Security Archive señala, además, que Uribe Vélez y su hermano Santiago, entre otros parientes, mantuvieron una relación cercana con el que se cree fue el líder de la organización paramilitar Los Doce Apóstoles.
El National Security Archive consideró, en su momento, que tales revelaciones podrían avivar las investigaciones de la Corte Suprema de Colombia, que en ese tiempo declaró de lesa humanidad los delitos asociados a las masacres perpetrados por paramilitares en las localidades de El Aro, San Roque y la Granja, que implican a Uribe Vélez.
Una publicación de El País de España del 20 de agosto de 2012, que se basa en una información de la Corte del Distrito Este del Estado Virginia en EEUU, apunta que el general retirado Mauricio Santoyo, que entre 2002 y 2005 fue jefe de seguridad de Alvaro Uribe, entonces presidente de Colombia, se declaró culpable de haber proveído de apoyo material y de recursos a los paramilitares de la Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Otra publicación de la BBC del 18 de marzo de 2010 dice que, desde una prisión de los EEUU, el máximo jefe paramilitar colombiano, Salvatore Mancuso, declaró ante la Corte Suprema neogranadina, que las Auto Defensas Unidas de Colombia, apoyaron la primera campaña presidencial de Uribe Vélez.
El diario El Espectador también informó en una oportunidad que 12 audios grabados en la cárcel de Miami, revelan que el jefe paramilitar Diego Morillo, alias Don Berna, relaciona a Alvaro Uribe con actividades paramilitares.
Dice este medio de comunicación colombiano que Don Berna declaró acerca del asesinato del paramilitar Francisco Villalba Hernández, quien días antes de su muerte, había acusado a Uribe por la masacre del Aro.
De modo, que quien no crea que Alvaro Uribe Vélez es un pesado paramilitar es porque quiere o le conviene. Además, siempre ha conspirado contra el Gobierno revolucionario, incluso, antes del presidente Nicolás Maduro y del paraco Juanito Alimaña Guaidó. Recordemos el allanamiento a la finca Daktari, en el Hatillo, cuando por aquellos años la Disip y la DIM detuvieron a 153 paramilitares que planeaban asesinar al Comandante Hugo Chávez. Detrás de este plan estaba Uribe con la misma gente de la oposición terrorista venezolana que después ha querido derrocar al presidente Maduro apoyada por los gringos.
En octubre de 2014, la cadena Telesur, algunos medios de comunicación colombianos y de otros países, reseñaron que tras el escándalo de un video de Lorent Gómez Salech y Gabriel Valles, el Gobierno venezolanos presentó nuevas evidencias de la vinculación entre el urbismo y los integrantes de una llamada "Operación Libertad". Bajo la pantalla de una ONG de supuesta lucha por la democracia, líderes estudiantiles realizaban entrenamiento paramilitar en Colombia con el objetivo de lanzar un atentado en Venezuela. Tenían explosivos C4. En esta noticia salió el delincuente Lorent Saleh uniformado de paramilitar y armado de un fusil.
Tenemos mucho más reciente el magnicidio frustrado en contra del presidente Nicolás Maduro, aquí el mismo jefe revolucionario acusó directamente a Juanito Alimaña Guaidó de liderar un plan para matarlo con el apoyo de Iván Duque y los norteamericanos.
Vimos hace poco al ministro de información, Jorge Rodríguez, declarando sobre una operación golpista, en la que un grupo de estos criminales de Centroamérica, entrenados en tierras neogranadinas, ingresaron a Venezuela con la misión de cometer asesinatos selectivos contra políticos, líderes sociales y atacar objetivos materiales específicos.
De igual forma, observamos atónitos, como con el argumento de un concierto musical en Cúcuta, Colombia, Alvaro Uribe, halando de los hilillos a su títere Iván Duque, intentó, con el apoyo de los gringos, invadir a Venezuela; en su momento el Gobierno revolucionario denunció que los paramilitares tuvieron una papel protagónico en tal evento y enseguida se lo refutaron los invasores golpistas, pero poco a poco la verdad se ha ido develando y ya no hay dudas en el mundo sobre la participación de estos criminales en la gigantesca operación que por la inteligencia y profesionalismo de las Fuerza Armada Bolivariana, no desencadenó en una matanza.
Así que está suficientemente demostrado que Juanito Alimaña Guaidó está ligado al paramilitarismo a través de Uribe y Duque, y la gran prensa colombiana lo sabe, siempre lo supo y le echó tierra mediante fake news, hasta esas fotos que lo muestran abrazado con Los Rastrojos, y el video que presentó el ministro Rodríguez, donde los mismos integrantes de este grupo paramilitar que opera en la frontera, explican con lujos de detalles como hicieron para pasar a ese delincuente al concierto de Cúcuta y puesto en las manos de Iván Duque con la ayuda de la gobernadora adeca del Táchira, Lady Gómez.
Ya el expresidente de Colombia Ernesto Samper bien conocedor de tal realidad había dicho en un tuit sin mencionar a nadie ni hacer señalamientos directos, algo que resultaba muy interesante de analizar: "El problema no es que Guaidó se haya tomado fotos con paramilitares. El problema es por qué los conoció, quién se los presentó, para qué, en qué y por qué le ayudaron a entrar clandestinamente al país. Esto es lo que se debería investigar".
En esas misma dirección, el sociólogo y activista de la Fundación Progresar, Wilfredo Cañizares, dedicado a investigar durante 20 años la dinámica de los grupos colombianos armados en la frontera, también había planteado que Juanito Alimaña Guaidó no pudo haber pasado, en febrero de este año, por la zona donde se tomó las fotos sin autorización de Los Rastrojos que controlan esa parte del lado colombiano, lo que desmentía la versión del hampón de Voluntad Popular según no sabe de quien se trataba esa gente que le pidió las fotos.
De este aspecto, Noticias Uno de Colombia dedicó una investigación en la que pudo demostrar con fotos, videos, testimonios, el recorrido de Juanito Alimaña Guaidó desde la frontera venezolana hasta Cúcuta, para el concierto Live Aid Venezuela organizado por el multimillonario Richard Branson, donde fue recibido por el concejal de esa localidad Juan Felipe Corzo, y el escolta del narcoparaco Iván Duque, sin embargo, lo seguían negando.
Pero en medio de todos esos elementos y esas pruebas que ya eran contundentes, irrefutables, el ministro Jorge Rodríguez le presentó al mundo un video que demuestran la vinculación directa con Juanito Alimaña Guaidó, expresada por los mismos miembro del grupo Los Rastrojos…Y no dejó pa’ nadie, como decimos en criollo. Ya el que no lo crea es por qué no quiere.