Están finalizando las llamadas vacaciones escolares, correspondiente al 2019, y que de manera paulatina, comienzan las actividades educacionales, en las diferentes instituciones educativas, desde los llamados “primeros niveles”, (inicial y primaria), y próximamente lo que se conoce como el bachillerato y de manera gradual los estudios universitarios, como tramos, semestres o anuales…pero, que dentro del sistema educativo, existen una serie de realidades adversas que están afectando de manera significativa y determinante, la cada vez menor presencia del factor humano clave para la construcción y sistematización del conocimiento: estudiantes, profesores, administrativos y obreros, los cuales hacen posible, “la sinergia educativa” alrededor un importantísimo derecho humano fundamental y servicio público, vitalmente estratégico, para el desarrollo y la emancipación…
Todo conduce a señalar al factor económico , como una variable con mucho peso, en el alejamiento de estudiantes y profesores en los espacios educativos, y es en éste punto, en donde quiero hacer énfasis, para destacar, lo que todo el mundo comenta en la calle: mucha gente están buscando nuevos horizontes y oportunidades en otros países, y otros miles dejan los estudios, para ponerse a trabajar…y un gran punto de inflexión, ¿Qué está pasando con nuestras profesoras y profesores, que se van a dar clases en otras latitudes?...¿Porque abandonan el país?...¿Porque otras y otros profesores, están trabajando en otras actividades laborales?...¿porque con cuando uno habla con personas que ejercen la docencia universitaria, emocionalmente se sienten tan mal?... cuando dicen de manera unánime: éste miserable sueldo no me alcanza, ni pagar los pasajes!...
Cuando analizamos y evaluamos con cierta profundidad “la realidad profesoral”, observamos una evidente desmotivación y angustia, por la llamada “difícil situación económica” que desde hace rato estamos viviendo en nuestra querida y amada Venezuela, en donde esos bajísimos salarios, cada vez se alejan más y más, de los altísimos precios de todo y cuando digo todo, es absolutamente todo!...en la que surgen unas terribles preguntas, que lamentablemente, es válida para cualquier profesión...¿ como están haciendo las profesoras y profesores para cubrir y satisfacer una vida medianamente digna?...¿como están haciendo para vestirse y comprarse un par de zapatos?...ni siquiera imaginarse como hace si se enferma o se muere…
Sin embargo, la reflexión más dolorosa, es cuando dicen: “no vale la pena estudiar” o “estudiar tanto, para vivir como vivo”…
