Hace 59 años, uno de los genocidas más grandes del mundo, como lo fue el dictador Rafael Leónidas Trujillo, militar y político dominicano que gobernó la República Dominicana durante casi 31 años, ordena la muerte de las hermanas Mirabal, hecho que se concreta veintiún días después, es decir el 25 de noviembre de 1960; cuando un escuadrón enviado por el tirano, ejecuta sus órdenes, al respecto Žylová (2010), afirma que
Las hermanas ya habían oído hablar de la posible preparación de su asesinato, pero en ningún momento se plantearon no acudir a la visita semanal a sus esposos. Tras la negativa de varios chóferes a acompañarlas, Minerva pidió ayuda a su buen amigo Rufino de la Cruz, quien accedió gustosamente a transportarlas y así se convirtió en un héroe y martirio dominicano porque se rumoreaba el altísimo riesgo de la planificación del asesinato de las hermanas Mirabal. Pero al iniciar el camino de vuelta fueron abordadas por un vehículo que les hizo detenerse. Obligados a entrar a empujones a otro coche, los cuatro héroes fueron trasladados hasta un lugar previamente determinado, donde fueron asesinados violentamente a golpes. Aquí podemos leer la narración de uno de sus ejecutores, Ciríaco de la Rosa: «Después de apresarlas —narra el asesino— las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta (Minerva), yo elegí a la más bajita y gordita (Patria) y Malleta, al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas. Ordené a Pérez Terrero que permaneciera en la carretera a ver si se acercaba algún vehículo o alguien que pudiera enterarse del caso. Esa es la verdad del caso. Yo no quiero engañar a la justicia ni al pueblo. Traté de evitar el desastre, pero no pude, porque de lo contrario, nos hubieran liquidado a todos.» (p.22)
Dicho suceso estremeció a República Dominicana, ya que como se señaló, asesinan brutalmente a Patria Mercedes (la mayor), quien para ese entonces contaba con 36 años, y sus hermanas María Argentina Minerva, con 34 años y Antonia María Teresa de 24; las jóvenes eran conocidas como las "Mariposas", por ser este el nombre secreto de Minerva en sus actividades políticas clandestinas en contra de la tiranía Trujillista.
Dicho acontecimiento lleva a República Dominicana y otros sesenta (60) países a solicitar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la conmemoración del 25 de noviembre como "El Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer", lo cual se estableció en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Bogotá, Colombia en el año 1981; luego en 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, conceptualizando a la "violencia contra la mujer" como
…todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada. (Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer. Resolución de la Asamblea General 48/104 del 20 de diciembre de 1993)
Pero si bien es cierto que han sido muchos los intentos que los países del mundo, incluyendo a Venezuela, han realizado para combatir este flagelo; al realizar un balance serio acerca del comportamiento de la violencia contra la mujer en el mundo, debemos aceptar que en vez de disminuir está se ha ido incrementando de manera vertiginosa, lo cual aunado a la violencia social-política y económica que se está viviendo a nivel mundial, hace la situación más delicada, pues a la violencia histórica a la mujer ahora se une la ejercida a niñas y adultas mayores, respecto a ello la CEPAL afirma que "Cada día mueren en promedio al menos 12 latinoamericanas y caribeñas por el sólo hecho de ser mujer".
Entre los países latinoamericanos donde este flagelo se hace presente, tenemos que Honduras es el país donde se observa el mayor número de femicidios, seguido de El Salvador y República Dominicana; en términos de números absolutos, Argentina (con la muerte de una mujer cada 30 horas) y Guatemala se ubican en segundo y tercer lugar, según datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de las Naciones Unidas; en Brasil se "estiman que cada seis horas una mujer es asesinada por su compañero íntimo", en Perú "Cada mes un promedio de 10 mujeres son asesinadas en un contexto de feminicidio", indicó la Fiscalía de ese país en noviembre de 2015.
Colombia, también a presentando un aumento considerable de violencia contra la mujer, lo cual aunado a la situación política del país y la aparición de tipos de violencia como la Violencia Sexual y el Tráfico de mujeres y niñas incluso menores de los cuatro años, además de la impunidad, la cual alcanza casi el 80%, hacen la situación más escalofriante. México, es otro de los países latinoamericanos donde el índice de violencia contra la mujer arroja cifras altísimas, observándose un aumento exorbitante de feminicidios y homicidios dolosos contra mujeres, niñas e incluso adultas mayores, alcanzando un promedio de ocho mujeres asesinadas diariamente.
Los países desarrollados no escapan a ello y para la sociedad española, la muerte de mujeres víctimas de la violencia doméstica sigue siendo uno de los problemas más graves, Estados Unidos también vive en sus predios, de grandes manifestaciones de violencia contra la mujer, aún cuando tratan de callarla; es de acotar que en un estudio realizado en el 2015 en 27 universidades de dicha localidad se encontró que un 23 por ciento de las estudiantes universitarias había sido víctima de agresiones sexuales o conductas sexuales indebidas, situación que en muchas ocasiones no se denuncia debido a otro tipo de violencia como es la intimidación o amenaza. Otra forma de violencia que hace su aparición, sobre todo en la Unión Europea es el "ciberacoso", encontrándose que dos de cada diez mujeres son objeto de ello; igualmente sucede con la "mutilación genital femenina", aberración que aún en esta época se práctica en algunas sociedades.
Venezuela no escapa a la práctica de "violencia contra la mujer", y a pesar de todos los esfuerzos que se han realizado en este ámbito, seguimos viéndola y padeciéndola, lo cual se evidencia en nuestro diario devenir, e incluso en los medios de comunicación, donde se sigue vendiendo a la mujer como objeto de consumo, la violencia física, psicológica, patrimonial, política, subliminal, etc., se sigue padeciendo, y las campañas de Ministerios que deberían ser bandera, son timoratas; se gasta un dineral en propaganda, en infraestructura, en personal, y mientras tanto nuestras mujeres siguen padeciendo la violencia doméstica, política e incluso laboral, hasta cuándo??, cuando nos vamos a sensibilizar, basta de retórica, necesitamos acción; creo modestamente que el problema radica en que existe una distancia muy larga entre lo que se dice y lo es la práctica social, sería cuestión de revisarnos al interior de cada una de nosotras y de los hombres, e incluso al interior de las organizaciones sociales, de nuestros hogares, y sobre todo en la política gubernamental.
El mejor homenaje que nos merecemos, es que los organismos del estado se sensibilicen y actúen de manera sincera y contundente, sin medias verdades, ni actitudes timoratas ante la violencia contra las mujeres, pues es un mal que cada día crece y esta acabando con nuestras familias, pues la violencia contra la mujer repercute en todo el núcleo familiar y social, recuérdese que este es un proceso dialéctico donde aprendemos de la sociedad y revertimos en ella lo que de ella aprendemos. Somos seres sociales.