Violencia de género ante un mundo degenerado por el homo ignorante

Violencia es el mal ocasionado al otro a la otra que daña relaciones entre personas en una sociedad.

Para parar la violencia hay que ponerle fin al sistema capitalista.

"Si las mujeres paran, el mundo para"

Abordaré temas que son pertinentes, aunque la materia sea de expertos y especialistas, para mayor señas, exactitud y precisión, que narro desde un discurso que no es teórico, sino más bien pensamos en ciertas relaciones que sostenemos las personas dadas a presentar aspectos más pertinentes por sensibles, que atañen al género que hasta no hace mucho a él se referían para más señas como al sexo débil, las que paren y le echan ovarios como ninguno en la Tierra, pero la maledicencia ante este asunto, por escrúpulos les niega su lugar, que no es solo de yacer debajo, ni de quedarse en el hogar manteniendo el fuego encendido para cocinar los alimentos y calentar el nido. Se trata de la violencia y los delitos que se cometen en perjuicio de la mujer, que el violentómetro señala del uno al treinta, desde simples amenazas verbales hasta el feminicidio; alarmante llamado a concienciar sobre lo que nos ocurre, que no es poca cosa, unido a los asesinatos en masa y la mortandad que habrá que aclarar respecto al exterminio por parte de una sociedad criminal entre gobiernos, OMS y las farmacéuticas, que por mampuesto golpean doble sobre la humanidad por una perversa dinámica corporativa que criminaliza a los pobres, diezma a poblaciones indefensas, asociadas a los grupos y sectores de poder para reducir drásticamente a la población mundial, afectando directamente a la mujeres por una parte, objeto priorizado por ser portadora de vida que para y permite la reproducción de la especie, y por la otra como entidad primordial del seno de la familia que es la vinculación más avanzada de la cultura y la civilización en Oriente y Occidente para la sociedad global. Las causas y las consecuencias las estamos padeciendo y sufriendo al día de hoy, donde si se quiere podemos interpretarlo aparte de las pertinencias y posiciones de un parcial liderazgo femenino, que en realidad no es equiparable o paritario dado el número mayor de mujeres que de hombres en el mundo. Si vamos a los textos religiosos, con la Biblia por delante, el libro más conocido en la historia humana, donde los intérpretes dan para mucho, en referencia a lo que se ha elaborado por diferentes personas y grupos de estudio bíblico. En ella se ha perpetuado por milenios la discriminación de género, pues influenciados por varios factores, incluyendo los contextos culturales, históricos y sociales, en los cuales la dinámica del poder tiene que ver con la manera en la que implementamos las políticas y sus beneficiarios, que no son todos ni todas, sino los que tienen el poder que se auto delegan, poniendo de como excusa que tales políticas, legislaciones, y derechos jurídicos provienen del altísimo, para los destinados manifiestos, cuyo impacto ha sido negativo y discriminatorios, atendiendo a las desigualdades de todo género. Por ello urge desembarazar a los utópicos de tales falacias, desafiando al sistema establecido que ya tiene mucho tiempo haciendo de las suyas y contra el género pero que va más allá de este análisis global. Debe jugarse un papel protagónico en promocionar la igualdad entre los seres humanos en cuanto a derechos y deberes. Desde la Biblia ha habido cierta discriminación hacia la adama, luego de que Lilith se desprendiera de Adán, por machista, y maltratador de la mujer hecha también a imagen y semejanza del Dios abrahámico, o no fue así. Esta controversia está que arde, el debate continúa y se hurga cada vez más hondo, reinterpretando las Escrituras en el texto y su contexto judío antiguo. Aunque Lilith sea la primera mujer y Adán el primer hombre, ella no es mencionada en el primer Libro del Génesis, sino en textos posteriores, donde se dice que Lilith se rebeló contra Adán, y fue desterrada del Edén por Dios a petición de Adán, al cual le sacaron a Eva de la costilla para que fuera carne de su carne. Lilith es presentada como un símbolo de independencia y resistencia al patriarcado, pero no forma parte del texto bíblico canónico. En varios de sus pasajes se enfoca la discriminación de las mujeres, claro que varían las interpretaciones en el contexto cultural, histórico y personal por parte de los creyentes y los ateos. De modo que el texto antiguo refleja normas sociales y culturales de su época, variando en el tiempo y los diferentes contextos, pero no así el trato de la mujer como tema complejo y multifacético, por sus diversas fuentes. En Génesis la mujer, Eva, es creada después del hombre, Adán, como su compañera y apoyo, sin duda esto implica jerarquía en orden de importancia, pese a que se crea que ambos fueran a imagen y semejanza de Dios. Además de los roles desempeñados y la valoración que tienen ante Dios. En Proverbios 31 se describe a la mujer virtuosa como alguien de gran valor, sabiduría y habilidad; Dios escucha y responde las oraciones de las mujeres, véase en historias de Agar y Lea, libro de Génesis. Dios es Espíritu sin características o limitaciones humanas, sin embargo, en las Escrituras priva el lenguaje masculino referente a Dios, no significa que sea hombre en el sentido humano. En Gálatas 3:28 se enfatiza que en Cristo no hay diferencia entre hombre y mujer, todos son uno en Él. Importa destacar que a la interpretación bíblica dependen de las circunstancias, el contexto cultural, histórico y personal de las comunidades devotas. Volviendo a la igualdad de género y a sus promotoras y promotores entre los seres humanos, donde muchas personas y comunidades se esfuerzan por promover el respeto y luchan porque eso sea así, implicando que hay que cuestionar, desafiar las normas y estructuras de poder establecidas hace siglos, incluso milenios. Son muchas las áreas y esferas social, pública y privada, trasmitiendo sus clichés, enfoque que trastocan principios y valores como el núcleo y fundamento de la sociedad, de la familia como eje, que está en peligro ante las propuestas por desconocerle su papel protagónico y participativo desde siempre en todas las culturas de la propia especie humana y que lo apreciamos en los animales, donde es menos la discriminación entre machos y hembras, preservándose el equilibrio. No así en la sociedad humana donde hay cada vez más poderes difusos que tienden al control desde el poder y la administración de los pocos y reducidos grupos sobre la población total en el planeta. Y no puede haber igualdad ni libertad frente a tales obstáculos promovidos por los interesados en que no se vez lo pertinente como prioridad, sino que se delegue como temas de convenciones y reuniones partidarios de procesos en cumbres que nos han llevado hacia estos abismos. El desafío está en los propios Estados, siempre que las demás grandes instituciones coincidan en que se gestionen los cambios como experiencias nuevas que revitalicen sus fueros a todo nivel, plano y dimensión planetaria, y que se ajusten a las garantías en un marco jurídico legitimado por todos y todas. Que se imponga el imperio de la ley sobre todos y todas por igual y en las mejores condiciones para los pueblos que han alcanzado la mayoría de edad, en acompañamiento de los soberanos actuando por sí mismos, y no representados o cooptados por facultativos sin real empatía, y que no interpretan el sentir del pueblo, de las personas, por las instituciones constituidas, que les arrebatan y secuestran la autonomía para decidir por sí mismos, por sí mismas. Frente a la violencia debe haber autoridades que cumplan y hagan cumplir la constitución, las leyes, las normas, y ceñirse a los procedimientos con competencia, no siendo más ignorantes que los que desconocen el entramado jurídico de una sociedad. Deben permitir mejorar las funciones públicas y los responsables garantizar que se cumplan los preceptos, lo que conllevaría a minimizar los conflictos tan harto desbordados hoy en día. Las alarmas siguen encendidas anunciando que vienen tiempos peores y más drásticos para la especie humana en general y el género en particular, el horizonte anuncia tempestad, prejuicios y un cúmulo de necesidades no resueltas que ha llevado los niveles de tolerancia a su máximo punto de ebullición, siendo la propia realidad impactante como asombrados ante las cámaras, vemos como se criminalizan pueblos enteros por parte de quienes se atribuyen destinos manifiestos y arbitrios en nombre de un supuesto dios que pide sangre, mientras nos devoramos unos contra otros, para dejarle el campo regado de cadáveres y destrucción como nunca antes, por lo menos que podamos recordar. Es sabido que la Parusía como término utilizado en la Biblia se refiere a la segunda venida de Jesús hecho Cristo en la Tierra, evento que se espera al final de la historia judeo cristiana puesta de manifiesto en diversas ocasiones en los Evangelios. Como con el holocausto referido también en el Libro como en sacrificios donde se queman las víctimas para ofrendas a los dioses o diosas, menos señaladas en las prácticas comunes, y cuanto ascendiera hacia arriba, al Cielo, se consideraba como parte de lo esencial de dicho holocausto. O también lo del final de los tiempos o de la propia historia cuando el mundo conocido llega a su fin, no se sabe cómo ni por qué, sin embargo, sí existe la posibilidad de aproximar una posibilidad por el potencial de la tecnología puesta al servicio de la guerra, con posibilidades ciertas de acabar con la propia especie humana y el resto del planeta entero. Si de conflictos se trata los hay incluso entre los buenos y los malos, entre la luz y la oscuridad, entre los dioses y los demonios, o los humanos y los alienígenas y extraterrestres tan de moda desde el último siglo. Pero Dios no es malo, Él no peca. Trae calamidad y juicio, pero sin pecado. N’ guará compai, comai. En la Biblia no se explicita directamente sobre extraterrestres o alienígenas, pero sí sobre ángeles y demonios caídos del Cielo, o puede que, de la mata de la sabiduría, en medio del Edén, y se hace mención a los Nephilim y gigantes y se ha querido recurrir según los exegetas que la Biblia se refiere es a personas de otras naciones y culturas en el mundo terrícola pues. Estas y otras cuestiones y preguntas esgrimidas sobre el tema y sus interpretaciones desde los textos y sus fuentes nos pueden proporcionar pistas en general. En la teología cristiana los ángeles o seres espirituales fieles a Dios, frente a los demonios o ángeles caídos por rebelarse contra Dios, distinción que subraya la dualidad bien y mal, la lucha espiritual constante, y la de los humanos frente a otros que no lo son. En el relato bíblico del Génesis, los Nephilim, raza o grupo de seres surgidos entre la unión de los hijos de Dios, interpretados por los ángeles o seres celestiales caídos, y las hijas de los hombres, mujeres humanas, que de tal unión descienden los híbridos o gigantes. Génesis 6:1-4 y en Números 13:33, hombres de gran altura que habitaban en Canaán. Lo que es una contradicción, son o no son ángeles caídos, Nephilim o humanos. De qué va la cosa, el enredo, lo enrevesado que no dice sino al parecer patrañas para confundir. El que tenga ojos que vea. Si bien la Biblia tampoco explícitamente menciona vida extraterrestre, no obstante, habla de extranjeros, negando que los caídos vengan de afuera, no es del cielo, es decir, de arriba, y qué tanto arriba, no lo sabemos, seguimos en un limbo pues. Por esto es que seguimos bajo sectores que nos controlan a plenitud y desequilibran los criterios que pueden tender a lo idóneo para mayor convivencia sin seguir confundiendo a la gente, mientras se genera más violencia, que trae como consecuencia miedo y desesperación, que ha servido para dominar sobre los que ignoran que los sujetos están sujetados por los herederos que asumieron ser los garantes de las tradiciones, siendo conservadores de las estructuras políticas, sociales, económicas, culturales, históricas, ideológicas, religiosas y de cuanta ideas y pensamientos quiera incorporarse al repertorio. Nos alienan, nos psicotiza, nos imponen reglas que ellos no cumplen, porque se ubican en la cúspide de la pirámide, desde donde enlazan en directo, vía satélite, comunicándose con quien les da las órdenes de operaciones. Es lo que se ha hecho costumbre desde las respectivas epistemes, los paradigmas, los sistemas de creencias, los esquemas de pensamiento, los escenarios y contextos desde los cuales se abordan, y generando violencia para mantener el entramado cribado con andamios donde sirven de soporte a los poderes que gestionan y administran la violencia como otra forma de control, en el ámbito, no petrificado, de una existencia cotidiana, bajo prácticas y roles repetitivos, domésticos, de dominio público, por políticos y políticas en sociedades psicológicamente atrapadas por los problemas económicos, religiosos, culturales, ideológicos, laboral y de la educación que no logra deslastrarse de los fardos de basura y desechos por parte del cabal, de los controladores. En cuanto a la manifestación propia de la violencia de género, y sobra decirlo, todos y todas nos emparentamos por las relaciones donde va a depender de cuanto sepamos y cómo lo utilicemos para relacionarnos entre los humanos, y también lo hacemos con los animales, incluso con los no humanos, con los cuales podemos tener una relación de seres a otros niveles, planos y dimensiones que como lo real trascienden a lo comúnmente es el comportamiento de las almas o los espíritus despiertos, que se dan cuenta de que lo que cuenta es más de lo que vemos, oímos, hablamos y hacemos, con nuestros sentidos, en una conexión de otro tipo, más sublime, menos material y densa, por etérea. Nos regimos por lo que hacemos con lo que somos, lo que nos recuerda que no sabemos a ciencia cierta de dónde venimos, sólo que estamos aquí y ahora presentes, en trayecto continuo hacia el infinito mientras la espiral de la vida va girando y expandiéndose desde antes de que el tiempo fuera, hacia donde nada concluye pues como la propia vida es perenne, sin principio ni fin, porque está, no es, y fuera de lo que crees, crearás para ti cuanto sea la existencia, si te enfocas en la experiencia de tu propia existencia que se refleja en los demás y te devuelve lo que eres con los demás. Tanatos es ambivalencia amor odio, placer displacer, herederos y desheredados, los que tienen y están amparados y los que no y son despreciados. Si la violencia no cesa no habrá futuro humano sino otra cosa muy distinta, no matriz sino matrix.



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Franco Orlando


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