Ensayo de la locura y la distopía sobre la realidad

Si de locura se trata y además en la distopía de la realidad, vamos a explorar hacia lo profundo y reflexionando la naturaleza de la existencia, si percibimos la realidad humana, como parte de una lucha interna entre el control y el descontrol, en una búsqueda significativa del mundo a menudo caótico y contradictorio, parte de esa dualidad de lo real y lo virtual. El género literario ayuda en nuestra representación de la sociedad que imaginamos, llena de escollos y condiciones a veces extremas que debemos solventar, con las características de opresión, por falta de libertades, pues pareciera que prevalece la injusticia. Es, a decir lo menos, una forma de crítica social, desde una exploración de los efectos negativos que ciertos sistemas políticos, económicos o tecnológicos que ocurren en la humanidad. Hoy son más los gobiernos autoritarios que ejercen un control absoluto sobre la vida de los ciudadanos, restringiendo sus libertades y derechos. Continúan por su parte la desigualdad social en el mundo actual, que no se diferencia mucho del pasado, puesto que las disparidades económicas y sociales siguen acentuadas entre una élite poderosa y explotadora de las masas, y éstas sometidas sin rebelarse como corresponde. El uso y abuso de la tecnología por parte de quienes nos vigilan, les permite tener cierto control sobre la población, incluso eliminando nuestra privacidad y la autonomía personal.

Es la deshumanización, donde los individuos son reducidos a meros engranajes de una maquinaria social, donde se pierde incluso la identidad y los valor humanos pasan a segundo término, en un entorno hostil, distópico, y hasta inhóspito, tanto por la contaminación, como por la guerra, la escasez de recursos naturales, y el genocidio que se hace viral y nada ocurre frente a tal atrocidad, siendo espectadores silentes de la realidad que se estrella frente a nuestras narices. Fue George Orwell, quien describió la sociedad totalitaria en la cual el gobierno controla todos los aspectos de la vida y manipula la realidad, por allá en 1984. O si se prefiere Un Mundo Feliz de Aldous Huxley, de la sociedad futurista donde la gente es controlada por medio de la manipulación genética y el condicionamiento psicológico. También podemos citar a Margaret Atwood en El Cuento de la Criada, una exploración de la sociedad teocrática y opresiva, en la cual las mujeres pierden todos sus derechos, reducidas a simples reproductoras. Son advertencias de los peligros en ciertos desarrollos sociales, políticos y tecnológicos, una invitación a reflexionar sobre caminos y sociedades, donde no tomar en serio sus consecuencias potenciales, pudieran llegar a ser devastadoras, si no corregimos nuestros errores actuales.

Esto tiene que ver con la percepción de la realidad, explorar cómo los humanos vivimos en una burbuja creada por nosotros mismos, donde somos parte de una realidad compartida, a la que creemos controlar, y en realidad ella nos controla a nosotros. Acaso la existencia humana, el yo, el ego, la identidad, cómo nos definimos a nosotros mismos no tiene por caso lo que somos ante los demás, en el mundo que nos rodea. Allí donde buscamos las respuestas, refugiándonos en religiones, culturas, filosofía, ciencia, intentando despejar incógnitas sobre la existencia y la realidad. Hoy está más presente que antes esta dualidad entre lo real y lo virtual, cuestionando tal diferencia, y desde nuestra mente intentando encontrarle el sentido al mundo que suele parecernos tan contradictorio, en tanto y en cuanto la lucha es por la paz y la justicia, que es de lo que mucho se habla, pero poco se cumple, por lo que se disipa la poca armonía que a menudo apetecemos, cayendo en patrones de destrucción del otro, pese a que se hacen grandes esfuerzos por hacer lo correcto; nos es acaso que del dicho al hecho hay mucho trecho. El recordatorio es permanente, pero la cuestión vital es la existencial, y si verdaderamente queremos que cambie la realidad que nos rodea, haciendo lo mismo que hemos hecho hasta ahora, en realidad nada cambiará, y estaremos sin respuestas ni certezas, así como la vida es un constante flujo de experiencias y aprendizajes. Estos son algunos de los aspectos que especifican lo que como ensayo discurre como idea en lo particular, pero que tiene relación en la exploración acompañados por otros y otras que buscan lo mismo.

Y vaya que sí, solo que se dirige a lo profundo siendo reflexivo y concomitante con los temas más sonados en cuanto a la percepción de la realidad, la de la existencia humana, del tiempo que hemos transcurrido, y un espacio cada vez más hostil, alejado de la espiritualidad y de la búsqueda del despertar, y no se trata de respuestas banales, todo saber y conocimientos son útiles para a través de la religión, la filosofía, la ciencia, la tecnología, nos conduzcan en el viaje personal, más allá de la mente, cuestionándonos todo a nuestro alrededor para que en busca de la verdad nos liberemos del yugo de quienes pretenden controlarnos. Es por lo que dedicados a explorar sobre la dualidad entre lo real y lo virtual, y cómo la mente humana intenta encontrar sentido en un mundo que a veces parece caótico y contradictorio, donde la lucha por la paz, la justicia y la armonía, pese a los esfuerzos, nos arrastran hacia patrones de destrucción, de los cuales sacan provecho los controladores. Esa es parte de nuestra propia existencia sobre la que ensayamos, reflexionamos y cuestionamos, insertos en una realidad abarcante que nos somete, por lo que buscamos responder con certezas, pues la vida es un constante flujo de experiencias y aprendizajes, pero hay que profundizar en cada momento, no hay uno que sea específico, eso lo dejamos a las hipótesis y teorías que se quieran discutir, lo que priva es desde lo particular, seguir explorando sobre el sendero elegido.

Estamos frente a depredadores que se adosan un traje de humanidad ficticia, los experimentamos cada vez más vívidos, pues en mucho el recorrido que llevamos en esta burbuja, esa que han definido algunos como la matrix, la cual hemos creado para guarecernos contra la lluvia demoledora frente a la realidad del sistema. Éste es controlado por quienes nos hacen creer que son los salvadores, los mesías redivivos que están de paso, por lo que se aprovechan de la ignorancia de la mayoría para tenerlas cautivas y usarlas como carne de cañón para sus intereses frente al resto. Es la tribulación y el padecimiento de los que a nombre de un dios tal o cual invaden, expropian, ocupan, esclavizan y se hacen las víctimas, cuando son los victimarios. Es el karma y el dharma, lo mismo pero diferente, visto desde otro ángulo, desde la otra mirada, la de los pobres que son muchos frente a los ricos que cada vez son menos. Acaso lo que se hace no tiene consecuencia, no tuvo un inicio, no tendrá un final, nada es eterno sino la propia acción, lo que trasciende a este plano que es material, carnal, de deseos y sentimientos encontrados aflorando a cada instante. Acaso no crees ser lo que eres desde tus entrañas, esa es la realidad a la que nos enfrentamos, y lo hacemos mientras medramos aquí donde nos encontramos, tomamos y cedemos naturalmente, pero lo que a veces nos llena, no necesariamente nos alimenta o reconforta, puede que sea pernicioso y poco a poco nos consuma como la llama de una vela por efecto del oxígeno. Pero qué es lo que somos, qué es ser, desde cuándo y cómo se conformó, desde cuál constituyente para adaptarnos a como estamos, son las incógnitas, los problemas, las ecuaciones, los algoritmos, que las culturas, las sociedades, el hombre y la mujer, individualmente y a través del conocimiento filosófico, científico, esotérico y exotérico, van hilvanando de la madeja de su propia existencia, encarnados en este cuerpo, en este vehículo, siempre en tránsito físico, mental, espiritual, o como quiera que sea, pues lo significativo es que sea tanto místico como cuántico, entonces sí, será conciencia plena y pura, de ahí que no haga falta explicar nada, ni preguntas ni respuestas, sin principio ni fin, la vida pues, infinita y eterna, en este caso hablamos de la única fuente, o sea, la matriz y los renacidos.

A dónde hemos llegado y qué hemos cambiado, el texto, el contexto, las circunstancias, el asunto que está pendiente y debemos resolver, cuando lo pertinente sería disolverlo, para que no nos estorbara más y pudiéramos dar el salto cuántico, que es donde nos encontramos en este momento de la existencia de lo real, que por una parte atendemos desde dentro y proyectamos hacia afuera, y por el otro llevamos lo que está afuera hacia dentro, en una especie de paradigma irresuelto sobre lo absoluto, con independencia del sí mismo y de la confección que se alcance de la propia y única conciencia, donde todos y todas somos una y única expresión del todo absoluto. Es la única verdad que nos hará libres de ataduras en el mundo y esta realidad total y absoluta. Todo lo que concebimos parte de la mente, es el fundamento desde lo cual nos cuestionamos si lo que hacemos es real o hay algo más que escapa a los sentidos, a la mente, que es digamos puro espíritu incondicional en la experiencia de la existencia al ir madurando al respecto del mundo que tenemos y al universo que ocupamos siendo como una brizna de paja en el viento, como diría Gallegos.

Hablamos y decimos lo que supuestamente sentimos, y mencionamos deseos y aspiraciones, buscando la paz, la justicia, el derecho y la armonía, el equilibrio y lo que no daña al otro, a la otra, mucho menos a la naturaleza, lo que es falso, porque se hace lo contrario, se destruye, se hace la guerra, se mata y se muere, se dice y opina de esto y de aquello, para que unos vivan libres y otros esclavos, unos trabajen y otros disfruten, unos sufran y otros gocen, que es lo que en la práctica se estila en realidad. Y lo que ocurre es precisamente cuando estamos inmersos en un sueño, que a veces se torna pesadilla, porque cuando logramos despertar, vemos con nuevos ojos, o mejor aún con el ojo que todo lo ve y se ve a sí mismo, desde lo real y lo virtual, es a todas luces la pura y dura realidad, que a veces nos trasciende, y otras se manifiesta como lo humano que cree haber sido creado por un creador que está fuera y es todo, es decir realidad, manifestada en lo permanente, en lo eterno, en lo absoluto, en lo que nos subyuga, aquello que siendo parte del todo nos hace ser lo que somos, o pretendemos ser, porque sabemos que nacimos porque hay registro desde el momento que somos expuestos a la existencia y a la vida que es ésta que tenemos. Pero, ocurrió realmente en ese momento o solo es un momento de los múltiples momentos en los que habitamos en este cuerpo al reencarnar, trasmigrando una y otra vez siendo que nos replicamos y pasamos de ser el otro, la otra, en experiencias distintas y diferentes a las ya realizadas con antelación. Se trata acaso de una simulación, de un programa, de una película en blanco y negro, y la misma, pero a colores, porque lo que es es, porque tú lo crees y tú lo creas para ti, cada uno y una es la medida de todas las cosas, las ideas y pensamientos. Imagínatelo. Y si no es así porqué tanto caos, tanta crisis, tantas aberraciones, las tormentas y la calma.

Holocaustos, sacrificios, ofrendas, expiaciones, genocidios, aberraciones, maldad, relatos sobre lo que la historia desde los textos bíblicos, es decir, desde los libros sagrados de las distintas religiones que se han escrito con la recopilación de las recopilaciones, con datos y fuentes que no pueden ser certificadas, siendo imposible saber quién puso las piedras para que el río suene, aunque no puedas bañarte dos veces con la misma agua. De ahí que sea la mística lo que te puede llevar a ser lo que realmente eres, a través del viaje a través de los mitos, la magia, la creencia a ciegas, que la filosofía te explica y guía, mientras la ciencia te orienta y conduce a una cereza hipotética, a un criterio teórico, desde una técnica dada, una tecnología de un paradigma, antes físico, ahora cuántico, rompiendo con los esquemas, que viene de nuevo a cerrar un ciclo abierto con antelación, del cual quedan residuos que arrastramos de eones en el pasado, y que damos por descontados cuando desde el aquí y ahora nos percatamos de que lo único cierto es esto que decimos y lo apuntamos ahora, en presente, en este instante que logro plasmar deteniendo el tiempo circunstancial, sometiendo todo a esta razón de estado constituido por mis pensamientos, mis voliciones y apetencias, a los absurdos de las propuestas tozudas que solo van en un sentido y dirección, ahora, no después, puesto que todo fluye en la mente, imposibilitando que puedas ver más allá de tu imagen vista en el espejo como un reflejo que no es real, porque lo imaginas en concreto, como un todo hecho como tú quieres que sea, como quieres verte, desnudo o vestido, sucio o limpio.

Pero qué vez, lo real o lo irreal, porque si te digo que tú no eres lo que crees que eres sino todo lo contrario a lo que te han dicho y metido en la cabeza. A ver, hagamos este ejercicio práctico, para tratar de aclarar lo oscuro y ponerle luz al asunto desde lo cabal, donde hay de todo, y desde todos los puntos de vista y sus posibilidades. Pues bien, crees que no puedes ser sin la mente, porque no podrías razonar al respecto, entonces ya entramos en el dilema, en la incógnita que se presenta como primer punto, teórico ciertamente. Luego de qué estamos hecho, qué es lo que nos constituye, hay algo más allá de la mente, sí, ciertamente, porque algunos piensan, para que se pueda entender el aserto, que sin respuestas no hay preguntas, y viceversa. Entonces, están los que dicen que antes de que el tiempo fuera comenzó desde la idea, pensada por el pensamiento, o sea, el sexto sentido, desde el cual se conjuga el resto, es decir lo que hay y es, que pro cierto está hecho de nada que se pueda explicar, porque concebirlo sí que es posible, dentro de lo que cabe en lo cierto, para seguir cuerdos en el desarrollo de esta perogrullada. Tienes que responderte a ti mismo, no a mí, porque sería como el perro que corre detrás de su cola, o la serpiente que se engulle a sí misma.

El bien hacer, el sentido etéreo de las cosas que hay, que nos permiten actuar en consecuencia. Hacemos lo que todos y todas hacen a lo largo de nuestras existencias en el continuo de la experiencia vital como organismos, el ser en que encarna lo que está dado y permanece mientras estamos asistiendo en el aquí y ahora del presente siempre consecuente con lo real. Por lo menos es lo que hemos podido deducir de todo el entramado en el cual nos desvelamos mientras ocurre lo que hay y es lo que a través de los sentidos se expresan y creemos es la realidad y no como una simulación proyectada hacia afuera donde todas las ilusiones son posibles de realizar y ser lo que tú quieres. Eres creador de tu propia existencia puesta como creencia que se manifiesta desde lo que quieres ser y hacer. Tú tomas la iniciativa y te sumerges en el océano de posibilidades ciertas si tú lo quieres creer y crear. Estamos y somos en tanto que realizamos lo que comienza al ser arrojados fuera de la matriz, a un mundo de posibilidades de existencia y experiencias como hombres o mujeres, para dar razones, racional y lógicamente hablando desde uno de los hemisferios en el cual nos ubicamos en esta dualidad que domina y se impone como control sobre la naturaleza en la que medramos, creando en paralelo sociedades y conjuntos de instancias donde elaboramos herramientas y trabajamos en post de ideales de inmanencia como seres superiores inteligentes, dejando de lado que todo es Maya, pura ilusión de los sentidos, como la propia elaboración de unas entidades a las cuales dotamos de superdones y superpoderes a quienes se les endosa la potestad de permitirnos lo que hacemos por un libre albedrío, que ni es libre y menos albedrío, puesto que es ilusión, deseo, y que para nuestra lógica, es nuestro logos en la gran explosión y el primordial om.

Lo que se repite una y otra vez, siendo una misma historia contada, repetida y recreada. Estamos en esa realidad, en un relativismo donde tú lo crees y tú creas tu propia realidad para ti, no para mí. Acaso no vivimos las desigualdades de los poderes que nadie puede negar, habiendo acumuladores y acaparadores de inmensas riquezas, en detrimentos de las mayorías que lucha para sobrevivir en medio de conflictos, de falta de recursos, de dominios y dominadores. Las consecuencias están a la vista de propios y extraños, las padecemos en el concierto de las naciones donde pocas manos manejan y se reparten las cuantiosas ganancias mal repartidas en una perpetúa explotación que divide y vence, es una lucha por el control que se ha considerado como inherente a la naturaleza humana, y acaso no es por caso parte del invento de religiones de salvación, eufemismo más que elaborado y se sostiene como ideología, fuente inspirada y justificada en los conflictos a lo largo de la historia y que hoy mismo se siguen librando en el nombre de dios o de dioses en los que creemos.

Esta es la paradoja radical y continua que precisa ensañarse sobre el amor y la paz, mientras desde el hogar, la escuela, la sociedad, surgen los fanatismos, la violencia, los atavismos de adoradores de divinidades, de ideas sobre creadores benevolentes, que todo lo hacen, incluso a nosotros para que conciliemos sus sueños de calmas y tormentas, con las cohortes de aduladores con argumentos y con interpretaciones bestiales, humanas, de entidades de la naturaleza, de lo profano y lo divino. Es como que algo existiera fuer a de nosotros mismos siendo otros, detractores de lo que ha sido creado a nuestra propia imagen y a su semejanza, donde prevalece lo claro no lo oscuro, lo alto no lo bajo, lo mucho no lo poco, lo bello no lo feo, y así sube el telón y comienza la obra con sus escenas, donde somos marionetas del destino, para algunos manifiesto, para otros cósmico, incluso están los observadores observándose y observándonos mutuamente. Son las dimensión de lo desconocido, a las que le huimos como a la muerte, extraviados y extrañados de que algo por el estilo pueda ocurrir siendo divinidades que no lo recuerdan. Se comprenderá que hay mucha más tela que cortar, y se requiere que seamos empáticos por voluntad propia y trascender entre nuestras diferencias. Quizás, en medio de la dualidad y las contradicciones, encontremos lo que andamos buscando, si algo hay de verdad que valga la pena buscar, es lo complejo de la vida.

Concluyamos con lo de actualidad respecto de lo que llevamos dicho, y que se viene trasmutando desde esta realidad real, la virtual, y la que es aumentada, parte de las tecnologías que nos encuentran desprovistos del bagaje necesario para afrontar y cómo interactuar desde el mundo físico y el digital, sobre todo para quienes vamos de salida. Claro que es mucho lo que todavía se puede compartir, aunque requiera no pocas diferencias en lo fundamental, y las explicaciones son propicias para que las definamos. Se trata de combinación de elementos virtuales en el mundo real a través de la cámara, la pantalla de los dispositivos tecnológicos de última generación y de alta gama, imágenes que captan las cámaras, cuando se enfoca un objeto la imagen proyectada es virtual y hay algo sobre lo que se proyecta a través de marcadores, un ejemplo, los códigos QR, donde se interpretan señales superponiendo objetos virtuales a la realidad. Es lo que va de la mano de la nueva educación aplicada, mostrándonos más información que se adiciona a los objetos reales, como entrar a un museo desde donde estés e interactuar con lo expuesto, incluso en tercera o cuarta dimensión, como si de ubicaciones reales se tratara de historias pasadas y presentes o futuras. Es la realidad virtual creando mundos completamente nuevo, universos independientemente de la realidad física, que la programación informatizada pone al alcance de nuestra imaginación, generado en entornos virtuales donde nos podemos sumergir completamente, pero aislándonos del mundo real, puesto que son desde los dispositivos los cuales captan movimientos que trasladan al mundo virtual, y crean una sensación de inmersión total; son entonces simulaciones, lo ficticio, representaciones que alternan con la propia realidad. Al usarla exploramos mundos imaginarios, interactuamos con objetos no reales, virtuales, pero vivimos las experiencias sumergiéndonos en tales experiencias. Este siglo El siglo marca los avances de exploraciones que posibilitan una intersección entre la ciencia, la tecnología y la cuántica, o sea, no hay límites.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 785 veces.



Franco Orlando


Visite el perfil de Franco Orlando para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: