Hacer una semblanza de Olga Luzardo, mi amada camarada, es una de las tareas más gratificante y no por eso menos difícil, que me haya propuesto; pues, en esta enérgica y frontal mujer se conjugan una serie de elementos, indispensables en cualquier líder o lideresa que se precie de revolucionaria, entre ellos puedo destacar que Olga siempre ha sido una ferviente defensora de los desposeídos hombres o mujeres, fue una de las primeras sindicalistas del país, sino la primera; ha mantenido una indeclinable práctica revolucionaria, es y fue una gran defensora de la mujer con una pre claridad asombrosa, posee una claridad y rectitud ideológica a toda prueba, y un apego indiscutible a los preceptos marxistas.
Una mujer, inteligente y sensible, que plasma en sus versos, con magnánima exactitud las vivencias de su quehacer revolucionario, tal y como se deja ver en el poemario "Flor de Cactus" (1935 y 1942), o en "Huellas Frescas" (1933), este último fue un poemario político escrito durante su prisión en la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, obra que permaneció inédita por más de 40 años; y donde se encuentra uno de sus más bellos versos como fue "En el tibio regazo de sencillos recuerdos", del cual he elegido sólo tres estrofas de este maravilloso poema, ello por cuestiones de tiempo; además he de señalar que cada vez que las leo, siento el agudo frio de sus penurias, y la fortaleza de esta irrepetible comunista, para sobreponerse a esas desdichadas circunstancias y rasgar el papel con tan maravillosos pensamientos:
Camaradas
Yo apenas se lo que pasa afuera
M enredo en los recuerdos como un gato
Que juega a tejer gorros, desovillando sedas.
Del brazo con "Canela" subo la cuesta del Aguacatico
Voy a Negro Primero
Y hago un grandioso mitin en Marín
En el cual cuenta Eduardo por milésima vez,
Como habla como baña a los negro la "democracia yanky"
Con jabón de perro.
Nuestros presos, mis presos, vuestros presos
Y la angustia por ellos revoloteando ardiente
Como vela encendida en nuestros pechos.
De ustedes me separan tantas paredes grises,
Tantas rejas de hierro enmohecido,
Tantos villanos crueles…
Pero, esta mujer no sólo escribió poemas políticos o instigadores de sentimientos; esta irrepetible comunista nacida en Paraguaypoa, Estado de Zulia, el 29 de febrero de 1916, fue una activista incansable, y ello lo muestra el haber sido una de las pocas mujeres luchadoras en la clandestinidad, injustamente invisibilizada; en dichas luchas asume el seudónimo de "Jorge"; más tarde, al morir el dictador Juan Vicente Gómez en diciembre de 1933, organiza grupos políticos entre los obreros petroleros y las primeras células de Partido Comunista en el Estado Zulia, además fue integrante por varios períodos del Comité Central del PCV, ávida lectora de las obras de Karl Marx, Máximo Gorki, Friedrich Engels, Nikolái Bujarin y Lenin, entre otros; lo cual la lleva a connotarse como una excelente profesora; también fue directora en la Escuela de Cuadros del Partido Comunista de Venezuela "HO CHI MIN", en la cual formó a cientos de cuadros en los principios marxistas-leninistas;
Predecesora de Congresos Feministas, organizadora y militante en luchas a favor del derecho de la mujer al voto, precursora del movimiento de Solidaridad Internacional, representando a Venezuela en países como URSS, Chile, Cuba, Hungría, Polonia y Checoslovaquia, entre otros; así mismo fue activista de la Agrupación Cultural (ACF), y "unión de Muchachas Venezolanas" (U.M.V.), organización política integrada por cientos de muchachas organizadas en Comités de barrios, de liceos, universidades y obreras. Olga Luzardo era una brillante escritora, Doctora en Filosofía, periodista, un ser humano maravilloso, y sobre todo "una Comunista Incuestionable".
