Los procesos civilizatorios a lo largo de la historia, presentan una especie de premisa sobre la conducta de los seres humanos, la cual tiene una característica presuntamente básica, cuando se afirma con toda una carga polémica, que el estado de naturaleza humana, tiene un impulso hacia el caos, es decir, sin la existencia de un ordenamiento jurídico – político, que regule las conductas individuales y colectivas, los hombres y mujeres, al querer hacer todas y todos, lo que le venga en ganas, lo más probable es que presenciemos la autodestrucción de la humanidad…
Gran parte del vínculo entre los humanos, viene acompañado de relaciones afectivas como sentipensantes y hermeneutas, en que hay unos extremos polarizantes, entre “los que nos aceptamos o nos rechazamos”…igualmente sucede entre la paz y la guerra …un ejemplo concreto en la cotidianidad, es cuando nos encontramos entre “el me caes bien y el me caes mal”…
Se dice que hay un sentimiento muy poderoso que ha logrado brotar lo peor de las y los humanos: “EL ODIO”, como causante de las diferencias y animadversión entre las personas, las venganzas, asesinatos, batallas y guerras de todo tipo…existe por lo menos una “triada de odio” que le han hecho muchísimo daño a la humanidad: el odio religioso, el odio social y el odio político…
Lamentablemente en Venezuela, una de las consecuencia y efecto perverso de la polarización política que se ha desarrollado en los últimos 20 años, es “el odio político” entre los adversarios que piensan “políticamente diferentes” y que para el sector opositor ha sido clave en su estrategia de buscar de que la personas “odien al gobierno”, para aglutinar el mayor número de apoyo a su radical antichavismo, cuando comenzaron a rechazar las actividades gubernamentales, basadas en “el odio a Chávez”…y eso significa que la inmensa mayoría de las personas cercanas al llamado escualidismo, tienen una posición política construida en la emocionalidad, más que en la racionalidad política, ya que tienen un discurso en la cotidianidad que destila odio…les importa más la salida del presidente, que lo que vaya a pasar el día después…
Hay que sacar el odio y la intolerancia de la agenda política y unirnos por la reconciliación nacional, para salvar a Venezuela…
Politólogo.
