"…No basta rezar, hacen falta muchas cosas para conseguir la paz"
Éste 16 de febrero del 2020, se cumplen 35 años, de aquella lamentable noticia, cuando un día sábado 16 de febrero de 1985, se propagó de una manera rápida e intensa que el llamado merecidamente "el cantor del pueblo", había fallecido en horas de la madrugada, en un accidente de tránsito, en la autopista Valle – Coche, en Caracas , cuando se dirigía a su casa, y a partir de ese nefasto momento, para las personas que nos enteramos sobre una información que nos resistíamos a creer…y que la gente en la calle se preguntaba una doble interrogante:¿será verdad que murió Alí Primera?...¿fue un simple accidente de tránsito o provocaron su muerte?...es importante recordarle a las nuevas generaciones, que los gobiernos de la cuarta república siempre lo vieron como "un cantante peligroso", tanto, que sus canciones estaban vetadas en los medios de comunicación social de la derecha, que se "cuidaban" de no colocar y difundir "las canciones de protesta" que molestaba e incomodaba tanto a "la democracia puntofijista", cuando sus censores decían: "eso es de izquierda", y en las emisoras de radio, había una implícita orden en la llamada "democracia representativa", de no colocar canciones de ese comunista y subversivo, Alí Primera y muchísimo menos que lo invitaran a cantar en los canales de televisión…sus discos se vendían mucho entre las personas de izquierda y revolucionaria, y había que escucharlo, casi que de manera discreta, ya que para los organismos de seguridad del Estado, las personas que se atrevían a colocar las canciones de Alí, en sus casas, con un alto volumen, eran calificados de "sospechosos de ser ñangaras"…
Alí, con su canto, reflejaba la realidad social de un siglo XX, caracterizado por las grandes desigualdades sociales, que sufrían los pueblos latinoamericanos, en la que él tenía claro su papel como concientizador de masas, a través de la llamada "canción necesaria", en la que había de manera combativa, unas poesías revolucionarias, a las que le agregaba música para convertirlas en "canciones de protesta", que constituían todo un pensamiento político para denunciar las barbaridades del capitalismo y mostrar la justeza del bolivarianismo…