El corona virus facilita el control de las personas y de los recursos; los gobiernos capitalistas, que son casi todos, podrán, sin muchas excusas mantener a raya la migración de personas y movimiento de personas, las actividades políticas (la alcaldesa de Bogotá prohíbe concentraciones de más de mil personas), prohibir marchas y manifestaciones, encerrar en cuarentenas a cualquier enemigo, despedir empleados y trabajadores, etc., y de forma unilateral, más unilateral que nunca. La idea de cooperación internacional para resolver problemas relacionados con el virus, comercio, turismo, etc., puede ser aprovechada por los países más ricos para obtener ventajas de los países pobres.
Venezuela debería demostrar tras esta situación su capacidad productiva y de solidaridad nacional e internacional, la muerte es un problema de todos, por hambre, por enfermedades, la muerte del espíritu que es la peor, porque nadie sabe que la padece. Es un buen momento para usar esta emergencia de excusa y tomar el control de nuestro destino, de nuestros recursos, de la economía, en favor de toda la sociedad. De orientar la investigación hacia la producción de una vacuna efectiva para el virus y otras enfermedades epidémicas, y endémicas, como el hambre, y en algunos grupos sociales, como la idiotez. Ahora el miedo a la muerte nos une, ¡qué curioso! La gente normalmente nunca piensa que se puede morir.
Todo tiempo puede ser una oportunidad para avanzar o para retroceder. La emergencia del corona virus es una oportunidad positiva, la gente se percata de que puede morir, que es mortal. Una de las condiciones más instintivas del humano, que comparte con todos los animales es el sentido de vivir. En el humano es el sentimiento de que siempre vamos a vivir, a pesar del dolor, el sufrimiento, de la herida. Sin embargo es bueno que la sociedad actual cobre conciencia de que es mortal, que no solo se mueren los otros, que también uno se muere. Quizás sabiendo esto podamos atender mejor el padecer y sufrimientos de los otros, cobrar sentido de sociedad, de comunidad, consciencia del deber social (conciencia trágica de la vida, aprovechar la vida, sacarle el jugo al mango todos los días, porque somos mortales, finitos, como individuos. Lo único inmortal es nuestro legado cultural,… y aun así podemos acabar con él por idiotas).
Un dirigente llamado Javier Ortega Smith, de una cosa de derecha que se llama Vox, dice que los "anticuerpos españoles" van a derrotar los "malditos virus chinos". Yo lo dudo, ése idiota el mismo es un virus, al virus que hay que derrotar; al virus del fascismo, debemos cuidarnos del fascismo, de los Trump y de todos los que alarmaron al mundo para protegerse ellos mismos y buscar ventajas del control.
La mejor manera es llamar a la solidaridad internacional, hay que volver al internacionalismo socialista y menguar el comercio capitalismo, el negocio, tomar las tiendas de medicinas, el la sociedad a través del Estado debe controlar aquellos insumos y medicinas que son necesarias para superar la pandemia, pero debe cambiar para superar al capitalismo.
Sin embargo, en estado de crisis que tocan la vida misma de forma fatal tienden las sociedades a entregarse, a satisfacer intensamente todas sus insatisfacciones, los viciosos al vicio, los reprimidos a sexo y al alcohol, acelerar lo que se supone será un final…. Y los ricos a querer acabar con el planeta. Si acaso Trump se viera en una de morirse por el virus, acaba con el planeta, ese es su carácter. Ese es el carácter del idiota español dirigente de eso que llaman el Vox. ¡Son mortales, idiotas! ¡Se mueren como los niños desnutridos! ¡Se mueren como lagartijas, cucarachas, se pudren y huelen a rata muerta! Por más que la emoción los aliente, morirán, como todo los seres vivos.
Entiendan que lo único que sobrevive a la muerte es la herencia, los actos nobles, todo aquello que ha hecho posible que nuestras culturas, nuestras naciones, nuestra especie perdure en el tempo.