La clase dominante, no deja parir la patria del pueblo

Nuestra historia Patria tiene su hilo conductor, ya que desde siempre ha estado en estrecha contradicción, esto en razón a que desde sus propias entrañas ha estado presente la lucha de contrarios, es decir entre los que se hallaban aquí y los que llegaron de allá, lo que indica que no ha habido un segundo donde no encontremos resistencia del propio y arremetida del extraño; así lo recoge la tinta que vertieron los cronistas en papiros, pergaminos y cuanto papel hubo a la mano, para narrar aquellos acontecimientos más añejos, donde algunas veces los originarios victoriosos y otras tantas sometidos, torturados y exterminados por los intrusos ocupantes que llegaron a implantar nuevos modos en lo social, religioso y económico.

Muchos años después con la presencia del africano traído como fuerza de trabajo, en condiciones inhumanas de esclavitud; descartaron el hecho real que eran hombres y mujeres de piel negra, seres humanos que cada vez que tuvieron oportunidad de rebelarse lo hicieron, pero igualmente reducidos, perseguidos, torturados hasta el suplicio de muerte; pero igual que el aborigen de acá por instinto humano, alcanzaron conciencia del significado de Libertad, lo que les dio fuerza y razón para cultivar la resistencia que siempre estuvo y está presente, ante la clase dominante de aquel entonces y de hoy.

Lo que nos indica que desde el inicio ha estado presente la lucha de clases, de los sometidos contra los invasores y de éstos contra los invadidos, gente foránea que valiéndose de un Rey que nunca estuvo presencia física en estas tierras y de un Dios que no era el de los aborígenes y por deducción tampoco el de los africanos; en aquel mundo de barbarie la clase dominante fue consolidando su estatus de amo, de señor feudal y más delante de patrón en la fase incipiente del capitalismo.

Pero en medio de aquella desgracia, la genética del aborigen y del blanco y del negro por instinto de conservación se fue apareando y de esas relaciones, surgió la mezcla perfecta de la venezolanidad, que desde entonces en su imaginario de Patria fueron prefigurando su visión de pertenencia sobre el espacio geográfico que con frenesí denominamos

Venezuela.

Las luchas siempre que comienzan tienden a ser largas y por qué no decirlo, infinitas como la nuestra que tiene como símbolos de coraje e idea de Patria a Guaicaipuro, José Leonardo Chirino, Gual y España, Francisco de Miranda, de quienes deviene la perseverancia innata de los venezolanos de obstinados para tercamente luchar por la Independencia y autodeterminación, sin importar cuan poderoso haya sido o sea el enemigo pretérito o presente.

En este contexto se puede afirmar que el 19 de abril de 1810 (primer golpe de Estado), la clase dominante (el mantuanaje), logró avanzar en su objetivo ser ellos, quien con el visto bueno de la Monarquía, hacerse al control administrativo, político y social de lo que para entonces conformaba la Capitanía General de Venezuela. Eso significaba que no habría rompimiento con España y por lo tanto no habría necesidad de implantar un nuevo Estado, algo así como la teoría del gato pardo.

Sin embargo en el seno de aquella sociedad multiétnica hervía la llama rebelde y la perseverancia, es decir la resistencia que desde lo endógeno buscaban derechos que la clase dominante, toda poderosa negaba a la nueva gente que con el transcurrir de los años había surgido del mestizaje, a quienes bautizaron peyorativamente como Pardos; seres humanos a los que los las leyes de la Monarquía, negaban derechos elementales, ubicándoles en un plano de inferioridad, clase social ésta que el propio Simón Bolívar, en algún momento califico como "La Pardogracia"; de manera que la clase dominante (Mantuanos), se valió de privilegios que les convirtió en los grandes cacaos, dueños y señores de los mejores valles, de las minas y por tanto de los cargos de la administración de la cosa pública, y como si fuera poco de la potestad de mantener bajo su propiedad seres humanos en condición de esclavos, condición ésta que permaneció aún mucho después de la Batalla de Carabobo (1821); tal cual nos lo dice German Carrera Damas: " Carabobo hasta donde se entiende solo fue una victoria militar más que política ya que nada cambio en la estructura social y económica (…) lo que significó que el sector al cual Soublette llamaba los godos ingresaron al nuevo orden social y político sin pérdida de sus atributos de poder" (1). Quedando como deuda el asunto de la igualdad prometida por la que lucharon tanto los criollos como los esclavos. De manera que los de abajo expusieron y dieron sus vidas y la clase dominante que incluso estuvo en contra de la independencia, finalmente se quedó con el control de la República naciente, casi hasta los días de hoy.

Sólo en dos momentos del hilo histórico han surgido la factibilidad de abrirle un boquete al plan de la clase dominante, el primero inspirado en el programa original de la Revolución Federal, que llegó hasta la mala hora en que asesinaron a Ezequiel Zamora, ya que la clase dominante que utilizo su embrujo mágico y capacidad estratégica de guerrero, desechó su ideario con la firma del Pacto de Coche; razón por la que no hubo tierra para los campesinos ni hombres libres; lo que implicó que la burguesía revolucionaria perfeccionara su Plan Nacional alineándolo al capitalismo mundial.

El otro instante estelar que abrió opción de darle un vuelco al plan histórico de la clase dominante de Venezuela, se hizo presente unos 130 años después, con el surgimiento del reivindicador de Bolívar y Zamora, el joven militar e intelectual Hugo Chávez Frías, quien rompió todos los esquemas de la política tradicional de la vetusta clase dominante de los últimos 40 años, quienes incluso habiendo traicionado el 23 de enero de 1958, no fueron capaces de trastocar el plan nacional de la clase dominante de 1830 y menos aún el plan maquillado de Guzmán Blanco en 1870.

Convertido Hugo Chávez en Sentimiento Nacional, como lo fue Ezequiel Zamora en su tiempo, la clase dominante, adulante como ha sido, creyó que bien podría convertir en instrumento de sus intereses al inteligente estratega que había sido llevado por el pueblo a Miraflores y como éste, a través de Asamblea Constituyente, hizo ley sus propuestas reivindicadoras de derechos prometidos desde hacía 200 años; entonces la clase dominante y su amo del norte, le propinaron Golpe de Estado, Convocatoria a Referéndum Revocatorio y como no pudieron; muchos hemos llegado a la conclusión que esa clase dominante y el gobierno de los Estados Unidos, tienen que ver con la muerte del líder de la Revolución Bolivariana; proceso político económico social que siempre ha estado penetrado o al asecho de "la Burguesía Revolucionaria", es decir: La Clase Dominante, no comparte para nada El Plan de La Patria, llamado en sus inicios Plan Simón Bolívar, que apunta a reivindicar el único bien más preciado que nos legó el ejército conducido por el Padre de La Patria como es la Independencia y autodeterminación de la República Bolivariana de Venezuela, por lo que está siendo hoy sometida a una guerra criminal por el gran capital y la clase dominante que se halla echada a los pies del gobierno de los Estados Unidos.

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  1. CARRERA DAMAS, Germán. Una Nación Llamada Venezuela Caracas 1997


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Macario Sandoval

Equipo PSUV-Táchira.

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