Se ha hecho viral un video en Tik Tok, cuya única escena expone a un hombre respondiendo con ingenuidad a la pregunta ¿Qué es la poesía?. Dice "la poecía llega a la casa, toca la puerta, entra a la casa, registra la casa y encuentra la droga y se llevan a mi primo preso". El narrador con asombro, lo interrumpe, disculpe ¿le pregunto sobre el poema?. Y su respuesta resignada es "El poema va a ser sacarlo de la cárcel".
El video arranca risas. Sin embargo generalmente en lo que causa gracia, subyacen verdades incomodas. Del asunto incómodo, que quiero hablar ahora, es lo que representa la policía para los venezolanos hoy.
Las personas que por alguna circunstancia de la vida, se han tenido que relacionar con oficiales que pertenecen a los cuerpos policiales por esta época, coinciden discursivamente en una cosa: están convencidos que no los protegen. Prevalece como en otros tiempos, que creíamos superados; la matraca como acto clave asociado al hecho policial.
La carta magna que aprobamos en 1998, nos dotó de un cuerpo de policía nacional, para acabar con el archipiélago de cuerpos policiales que en cuarta república servía a intereses particulares. Además dispuso claramente, que "Los cuerpos de seguridad del Estado respetarán la dignidad y los derechos humanos de todas las personas".
Bajo el amparo de estos y otros preceptos, el comandante Chávez impulsó lo que denomino el Nuevo Modelo Policial, que implicaba entre otros aspectos la profesionalización de todo el personal de la seguridad pública, lo que cimentó el surgimiento de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes), con los más altos estándares académicos, ajustados al respeto de los derechos humanos. A la par de diseñaba la nueva institucionalidad policial, que articularía la Policía Nacional.
Hoy es necesario interpelarnos ¿Cuál es el balance de la implementación del nuevo modelo policial?, ¿Cómo funciona la Unes?. Nuestra revolución necesita cuerpos policiales que en la cotidianidad cumplan su deber: garantizar a toda persona el "derecho a la protección por parte del Estado (…) frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes".
