El Miércoles Productivo del 19 de agosto, el hno. Presidente Maduro tuvo un desliz autoritario que, para fortuna de los venezolanos y venezolanas, la Constitución Bolivariana de 1999, también está blindada contra esos prejuicios cargados de soberbia y prepotencia. Señalaba, el Presidente, en tono iracundo: "Todo lo que vayan a criticar que sea a mí, díganmelo a mí, no a Castro Soteldo. Yo soy el responsable de las decisiones. Estoy en guerra, en lucha, en resistencia, defendiendo al pueblo". Nunca entendimos, las razones para su soberbia, pues si algo ha caracterizado al campesino o campesina patriota, es que no tienen pelos en la lengua cuando de decir sus verdades tiene la oportunidad. Muestra de ello, fue el miércoles productivo del 05 de agosto, que permitió al Presidente Maduro, apreciar las debilidades y realizar correcciones a los vértices de la Gran Misión Agro Venezuela, reconociéndoles –autocríticamente- que: "Los vértices de una gran misión deben quedar explícitos, expresos. Los vértices son los motores, son las columnas, de una gran misión". Obviamente, lo único que quedaba explícito en esa comparecencia pública, era la total desconexión entre el Ministro Castro Soteldo y el campesinado productivo nacional, ese que produce los alimentos que tanto usted, como todos los venezolanos y venezolanas, estamos consumiendo, nada más y nada menos. La Constitución Bolivariana, es infalible contra toda muestra de autoritarismo, provenga de donde provenga, ya que ese intento presidencial de proteger la ineficiencia de un ministro o ministra, no los excede de responsabilidad administrativa, si con su actuación ineficiente, se dañara el Patrimonio Público. No es éste el caso. Pero, la Constitución, es contundente: "Los Ministros o Ministras son responsables de sus actos de conformidad con esta Constitución y con la ley…" (C.R.B.V., artículo 244). De nada serviría, que un Presidente se erigiera en el órgano supremo del Estado Bolivariano para exonerar de culpas a sus funcionarios o funcionarias. La Constitución, se impondría como norma suprema de la República, minimizando, cualquier intento de autoritarismo presidencial. Impensable, ver algo similar, en vivo y directo por radio y tv, en las mal llamadas "democracias" occidentales y menos aún, en aquella que se auto proclama como "excepcional", y para colmo se erige en modélica para el resto del mundo. Más fácil será, que un camello pase por el ojo de una aguja, que un trabajador o trabajadora, campesino o campesina, pueda ser presidente o presidenta de la "democracia" imperial estadounidense.
Hugo Chávez, tenía un antídoto contra esas muestras de pequeñez política. Decía, Hugo Rafael: "La naturaleza burguesa es la prepotencia, el complejo de superioridad. En él no cabe la autocrítica. Nosotros en cambio, debemos ser humildes, vestirnos de humildad, los revolucionarios debemos ser, como decía El Ché, profundamente autocríticos, no podemos ni ofendernos ni sentirnos mal". El Padre Libertador, Simón Bolívar, tanta gloria hecha hombre y tanto hombre hecho Humildad, sentenciaba: "En cuanto a la excelencia, usted sabe que no la merezco; me contentara yo con ser justo, por consiguiente no tengo derecho al superlativo de la excelencia. Tráteme usted por fin de usted y si fuéramos romanos, el tú valdría más" (Carta a J. Rafael Arboleda, 01/06/1828, El Libertador Simón Bolívar). Si queremos, buscar un referente político de lo que es la Humildad, busquemos un espejo donde podamos vernos como Fidel: "Nunca nos dejaremos arrastrar por la vanidad y por la ambición, porque –como dijo nuestro Apóstol– toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, y no hay satisfacción, ni premio más grande que cumplir con el deber, como lo hemos estado haciendo hasta hoy y como lo haremos siempre…", lo decía al triunfar la Revolución, en su primer discurso en Santiago de Cuba, el 1ro. de enero de 1959, y así se mantuvo a todo lo largo de su vida, hasta que cambió de plano y su última voluntad, fue la de ser sembrado en una piedra gris en forma de grano de maíz y una lápida con las cinco letras de su nombre: FIDEL. En abril de este año, el Papa Francisco conmemoraba la Pasión del Señor con una misa de celebración en la Basílica de San Pedro, en señal de humildad, dejaba las palabras por predicar en responsabilidad de la Casa Pontificia. Raniero Cantalamessa, predicador papal, dedicó sus palabras para alertar: "La pandemia del coronavirus nos ha despertado bruscamente del peligro mayor que siempre han corrido los individuos y la humanidad: el del delirio de omnipotencia".
Donald Trump, se ha erigido en el más omnipotente entre los omnipotentes. Eso, dice mucho del considerarse omnipotente. Covid-19, esa minúscula partícula, lo ha vuelto añicos, y quien hasta hace unos pocos meses atrás, se consideraba reelecto presidente imperial, hoy, debido a su pésimo manejo de la pandemia, pocos creen que lo será. Hecho, que sin dudas, ha permitido que se exprese, lo peor de lo peor de su personalidad. Este viernes 21, en la reunión del Consejo de Política Nacional 2020, realizado en Virginia, Trump, declaró: "Soy lo único que se interpone entre el sueño americano y la anarquía total, la locura y el caos". Además, se autoproclamaba como el "salvador" de los EEUU. Pronosticando, algo así como: "el diluvio universal", si perdiera las elecciones en noviembre próximo. Ya, EEUU, está en pleno diluvio social y económico, en plena crisis humanitaria y el Dios-Trump, no pisa tierra para no darse cuenta de la inmensa crisis en que sumergió a ese país, ahogado en desempleo, narcotráfico y drogadicción, recesión económica, racismo, polarización y si faltara algo adicional, inusitada pobreza extrema. ¡Un Estado fallido, en toda la expresión del término! El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, no lo pudo haber expresado mejor, al recordarle a Trump, que él no era un rey sino un Presidente, cuyos mandantes son los ciudadanos y ciudadanas. En otras palabras, le recordó que él era un ser humano tan igual a todos los de su especie. ¡Mayor humillación para quien se cree omnipotente! El coronavirus, ha sido un enemigo como ninguno al que Trump se haya enfrentado antes. Y él, ha tenido que doblegarse a su voluntad. ¡No al revés!
Para el Presidente, que se considere omnipotente, es el pueblo quien se equivoca, nunca él. En su estado de soberbia y prepotencia, no admite la crítica y menos la autocrítica porque sencillamente se cree, estar más allá de toda posibilidad de fallar. El hno. Presidente Maduro, ha tenido una buena gestión de la pandemia por coronavirus. ¿Quién podría evaluarlo de otra manera, tan solo occidente y sus medios de desinformación? Pero, sus atribuciones presidenciales abarcan otros campos de acción en los que, obviamente, no lo está haciendo bien. Las abundantes críticas, así lo señalan. Atribuirse para sí, las potestades de los cargos de todo el funcionariado público, ha sido un garrafal error. La Constitución, bien lo señala: "El ejercicio del Poder Público acarrea responsabilidad individual por abuso o desviación de poder o por violación de esta Constitución o de la ley." (C.R.B.V., artículo 139). ¿Qué ocurre cuando el funcionario o funcionaria, se aleja de los Principios Constitucionales que acompañan el concepto Democracia Participativa y Protagónica? Pues, lo que le ocurrió al hno. Wilmar Castro Soteldo, hombre venido de las luchas por la nueva independencia nacional de noviembre de 1992. Castro Soteldo, como ministro revolucionario, se autoproclama como: "amantes del debate y de la crítica lo que nos obliga a profundizar en el desarrollo de las actividades que hacemos, a mejorar lo que se ha hecho y a transformar lo que no sirve" (Cultivando Patria, 04-05-2020). Quien es amante del debate, se supone tolerante con la crítica que se le hace y encima es, debe ser, sumamente autocrítico. ¡Con la Humildad por delante! Inolvidable, aquel Domingo de Díaz Rangel, de finales de febrero 2016, en que el notable periodista desmontó los hechos positivos que destacaba afanosamente, Castro Soteldo. EDR, señaló en su columna dominguera: "Agroisleña se transformó en Agropatria, que comenzó a crecer, tenía sucursales en todas partes, la nómina de sus trabajadores se triplicó, pero ha resultado un fiasco, por decir lo menos…La empresa es la única importadora de semillas, pero cuando los productores van a comprarlas, nunca las consiguen, "¡se agotaron!", pero ocurre que a poca distancia de allí, hay "alguien" que sí tiene las semillas, pero a un elevadísimo precio…" En pocas líneas, EDR, desmontaba todo el discurso que había presentado Castro, como la verdad de Agropatria. ¡Memoria activa!
Las críticas, que formula el pueblo campesino, han sido incomprendidas por el señor Presidente. Su "política" agraria, lo decimos así pues así ha propuesto lo hagamos todas y todos los venezolanos. Se ha caracterizado por privilegiar a los latifundistas de toda la vida, como bien lo señala, Neida Rodríguez, líder de la plataforma campesina del estado Portuguesa: "Se ha regularizado cierta cantidad de tierra, pero pasa que les entregan 10 hectáreas a los campesinos, pero a los latifundistas les entregan miles". Y ello, les ha obligado a exigirle a quien suponen como su gobierno, que cumpla el mandato Constitucional de la igualdad ante la ley, como bien lo señala, Grendy Salón, de la plataforma campesina por el Estado Lara (oeste), quien expresa: "queremos que también nos apoyen a nosotros". Quédese, con su burguesía "revolucionaria", señor Presidente, que este pueblo patriótico y bolivariano, se va a quedar con su campesinado rebelde y patriota. Este campesinado bolivariano y patriota, no le está solicitando que le apoye en exclusiva, sino que sea consecuente con la Constitución Bolivariana y sea equilibrado en el apoyo que brinda al campo venezolano, pues tan importante es quien produce la harina de maíz industrial como quien produce el maíz con que se elabora ese producto industrial. Sin el maíz, sembrado y cosechado por el pueblo campesino, no habría harina de maíz procesada y empacada, así de sencillo. También, exige el pueblo campesino: ¡Justicia! Que se pare el genocidio campesino: "Pedimos que se esclarezcan muchos casos porque van más de 400 campesinos muertos a lo largo de la lucha de 20 años y en este año van más de 19".
Andrés Manuel López Obrador, en 2019, remitió una carta al rey Felipe VI de España, solicitándole se disculpase por los abusos cometidos por sus súbditos durante la conquista del México actual, como gesto para cerrar las heridas, aún abiertas, por el genocidio de los antepasados aztecas y poder conmemorar en 2021, sin rencores, el 200 aniversario de la independencia de México, el 500 aniversario de la conquista de los mexicas por Cortés y el 700 aniversario de la fundación de Tenochtitlán. La respuesta de la corona española, vaga y prepotente, quedó en la nada. Es el mismo gesto, omnipotente, que llevó a su predecesor, el corrupto rey Juan Carlos a gritarle: "Por qué no te callas", al Comandante Hugo Chávez, en la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebró en Chile en 2007. Chávez, le respondió irreverentemente: "cuando el Rey explota ante las expresiones de un indio, están explotando 500 años de prepotencia imperial".
El Presidente Maduro, ha sido un consecuente convocante al Diálogo Nacional, su perseverancia en la búsqueda de la paz nacional ha traído consigo, señales positivas para el país como un todo y los resultados se concretaran, en los resultados electorales del venidero 6D, que estimamos serán positivos para la Patria. Diálogos sin insultos, ni gritos, ni ataques a personas e instituciones, diálogo sin esos tres verbos. Diálogo productivo, sin dudas. El Presidente Maduro de este miércoles productivo último, le faltó Humildad y le sobraron soberbia y prepotencia. Y terminó escupiendo insultos, pretendiendo borrar de la faz de la tierra a quienes critican a sus funcionarios y funcionarias de mayor confianza. Mal, muy mal se le apreció al Jefe de Estado. ¿Tanto cuesta ser Humildes y reconocer los errores? Humildad, es la forma de ser característica de un trabajador o trabajadora, campesino o campesina, pensionado o pensionada. En fin, de todo hombre o mujer, consciente de sus debilidades y limitaciones, de alguien en que los complejos de superioridad, al estilo Trump, no tienen cabida. Dice, Salomón en Proverbios 11:2: "El orgulloso termina en la vergüenza, y el humilde llega a ser sabio". Humildad, es legado de Chávez. Porque para atender bien al pueblo Humilde, hay que hacerlo desde la Humildad, como uno más entre los Humildes. Esperamos, en gesto de suprema rectificación y Humildad, sus disculpas para con el pueblo campesino, con quienes nos solidarizamos, señor Presidente. Y así como repudiamos esa actuación, ratificamos nuestra voluntad firme de votar por los candidatos y candidatas de la Patria, en procura de dotarnos de una nueva Asamblea –auténticamente- Nacional y patriótica. Gestos, como esos no nos sacarán de ese firme propósito…