Resuena todavía la voz excitada de Cliver Alcalá en una entrevista para W Radio, donde explicaba un decomiso de armas en territorio colombiano, con destino a Venezuela; mientras que no dejaba de interrumpirlo el timbre de llamada de un teléfono, que finalmente atendió y que según sus propias palabras era "el asesor estadounidense".
Como si fuera un plan sin delaciones, la operación Gedeón continuó, para ser efectivamente neutralizada, por el pueblo llano incorporado a la Milicia Nacional Bolivariana en un pueblo de la costa. Están frescos los testimonios de los involucrados y de la vinculación manifiesta con una empresa de origen norteamericano, que da muestras de actuar bajo un convenio con Juan Guaido, titular de un gobierno fantástico.
Acto seguido Alcalá, fue requerido por la justicia estadounidense y deportado sumariamente a ese país, mientras que los detenidos en Venezuela fueron llevadas juicio y condenados, gracias a la admisión de los delitos que se le imputaban.
Lo novedoso por estos días es que el gobierno colombiano anuncia la captura de cuatro venezolanos en su territorio, todos ellos acusados por la Fiscalía venezolana de organizar la denominada operación Gedeón. Curiosamente afirma el gobierno colombiano que emprendían acciones contra el Estado neogranadino.
Este desenlace nos indica que los verdaderos artífices de esta operación, es decir los organismos de inteligencia estadounidenses y de manera subordinada, los colombianos; no dejan cabos sueltos, todos va a ser atados y bien atados, de tal manera que los involucrados quedaran de una forma u otra neutralizados o protegidos discretamente, lo que no deja dudas que tienen información más comprometedora. Tampoco que no cesarán en medidas para lograr repatriar a los gringos involucrados y condenados por delitos de terrorismo en Venezuela.
Esta acción es mi opinión, además de contención de daños, sirve para la distracción y bajo una formula probada, Recordemos que Elliot Abrams y otros fueron condenados por el sonado caso Irán-Contras, y luego beneficiados con diversas medidas, para volver al ruedo, como si nada hubiese pasado. Por lo tanto no es descabellado imaginar que algunos de los involucrados hoy, estén teniendo o tenga a futuro un papel igual o peor al actual.
