El Comandante Eterno usaba mucho el refrán: "No soy monedita de oro para caerle bien a todos" y eso era tan cierto que se fue a la otra dimensión y al 40% de la población no le "cayó" nunca y parece que jamás le caerá. Si hacemos una comparación histórica, para nosotros los cristianos, que creemos en la doctrina de Jesucristo y pensamos que esta debería ser aceptada por todo el mundo, solamente a 1 de cada 7 habitantes de este planeta le cae bien El Nazareno y eso después de 2000 años de venderlo como El Mesías Redentor de la Humanidad. O sea que no debemos alarmarnos porque haya un sector de la población venezolana que nunca estará de acuerdo con El Chavismo y su Socialismo del Siglo XXI. Yo llego hasta el extremo de desear que jamás los que hoy odian a Chávez lleguen a amarlo.

Pienso, en lo personal, que para seguir avanzando en el análisis que voy hacer es necesario afirmar primero, que no existe la categoría politológica del "Madurismo", algo que la oposición ha inventado, para debilitar al Chavismo. Un estilo, un comportamiento, una manera de ser en el ejercicio de una función pública, no es suficiente para crear una corriente ideológica que pueda ser categorizada como política. A Maduro lo pusimos donde está porque nos los ordenó El Comandante Eterno, para que éste llevara a cabo la ejecución del Plan de la Patria (2019-2025) y con ello ir construyendo El Socialismo Bolivariano del Siglo XXI. A cualquiera que hubiese dejado El Comandante por ése hubiéramos votado.

Pienso y no digo "Creo", porque si algo bueno he aprendido durante estos últimos 20 años de mi vida es a PENSAR y A DEJAR DE CREER, pienso y lo repito, que al Presidente Nicolás Maduro Moros, alguien debe atreverse a decirle que no todo lo que él hace es bueno y hacerle algunas recomendaciones sobre cómo mejorar su comportamiento comunicacional con el pueblo chavista y yo voy a atreverme hacer eso por ser chavista y militante del PSUV.

Satisfechos con haber cumplido con la voluntad testamentaria del Comandante, nosotros sus seguidores quedamos en libertad de seleccionar y elegir a quien queramos o creamos sea más capaz para continuar construyendo El Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, que es nuestro objetivo histórico. Debo decir que el Comandante acertó en la selección que hizo al dejarnos un heredero negociador, muy trabajador y con un gran sentido patriótico, en verdad se lo agradecemos pues gracias a su gran capacidad de dialogo no estamos inmersos en una guerra convencional echándonos plomos con los colombianos protegidos con los barcos del Comando Sur de la Armada Norteamericana alrededor de nuestro Mar Caribe.

Hechas las anteriores afirmaciones, que para algunos no les serán simpáticas, paso a explicar cuáles son las costuras que se les ven a Nicolás Maduro en el ejercicio del poder y que, a mi parecer, no le ayudaran a cumplir sus sueños de ser reelecto para el periodo 2025-2031.

Primera: Dejar de ser él para imitar a Chávez: Gestos, chistes, referencias a personas, tratamiento a los miembros de su equipo de gobierno, tiempo en los medios audiovisuales, ataques al imperio, identificación con los sectores sociales más vulnerables, asimilación de lo religioso, trato con el estamento militar y uso de los recursos financieros son algunos de los aspectos que hemos percibido utiliza el Presidente Nicolás Maduro queriendo parecerse o imitar al Comandante Chávez. Lo que está sembrado en el alma, lo que es esencial de cada ser único que viene a este planeta no puede ser copiado exactamente, es tal que ni en las huellas digitales encontramos dos idénticas. Hay otro refrán que también utilizó mucho El Comandante Chávez: "La mona, aunque se vista de seda, mona se queda"

Segunda: Megalomanía incipiente: A mayor exposición y tiempo en el ejercicio del poder crece en los funcionarios públicos la idea que son indispensables y que sin ellos la Patria caerá en el caos, en la ruina o en manos del enemigo. Pasan a considerarse salvadores de ella y por lo tanto a permanecer en el poder para que haya paz y progreso. Esta es una constante psicológica que se instala en la mente de todos aquellos que acceden al ejercicio del poder y más los que a él llegan por la vía electoral. Esta segunda costura no es que sea buena o mala, simplemente se instala en forma natural en todas las personas que llegan a obtener alguna cuota de poder sobre sus congéneres, esto se dá desde las parejas matrimoniales hasta la presidencia de la República. Lo que pasa con Maduro es que lo hace tan evidente que choca con su prédica de ser un humilde obrero que trata de proteger a sus hermanos de clase.

Tercera: Yoismo exacerbado: El miedo y la inseguridad del futuro lo ha ido llevando a hablar en primera persona, donde (El Yo) es usado de forma exagerada y (El Nosotros) pareciera no existir. Muy poco le oímos decir que otros han pensado o hecho algo. Todo imana de él. Su gobierno es unipersonal, todos los demás hacen lo que él les ordena. Nadie mueve una paja si él no se los ordena. Todos son una caterva de inútiles, trabajan porque los tengo bajo mi dirección y supervisión, esa es la imagen que transmite y nos llega. Actúa como si el mundo girara alrededor de él. Eso de "mandar obedeciendo "como que no es para él. Partido y Poder Popular están ausente de su vocabulario a la hora de tomar decisiones, sólo aparecen cuando se trata de solicitar apoyo.

Cuarta: Distorsión de la realidad: La realidad verdadera es que gran parte de la población está sufriendo calamidades y pasando hambre por no poder tener acceso a los alimentos y servicios, debido a los escasos recursos económicos que percibe, mientras un sector poblacional aumenta sus riquezas usando y disfrutando los bienes y recursos que a todos pertenecen, la misma practica que sucedía en la IV República. El Presidente se esfuerza en hacernos creer que estamos viviendo en un país que sólo existe en su mente y que choca con la realidad que estamos sufriendo gruesos sectores poblacionales a los cuales no llegan las medidas y programas que él dice se están ejecutando a favor de nosotros. Su fijación con El Corona Virus y su olvido de otros problemas, que también son fundamentales resolver a corto plazo, lo han llevado a no ser creíble su discurso ante las masas, que esperaban de él otro comportamiento frente a los sectores económicos que se están aprovechando y obteniendo grandes ganancias sin tener a nadie que les enfrente.

Quinta: No asume responsabilidad: Según nuestro Presidente, todo lo que nos está pasando es culpa de algún factor externo, no asume responsabilidad en nada y no toma las medidas a tiempo para corregir las deficiencias y debilidades encontradas. Ejemplo de esto son las medidas económicas que debe tomar para evitar más sufrimiento a los pensionados y jubilados.

Pienso que el principal protagonista de las elecciones parlamentarias del 06 de diciembre debe ser El Polo Patriótico, para que éste aparezca como el triunfador y no el Presidente, el cual hace lo imposible por demostrar que si ganamos se deberá a su gestión. Esa práctica está colocando en peligro el triunfo esperado, pues si con una ANC a su favor y controlada por él totalmente, no ha podido solucionar los problemas del poder adquisitivo de los trabajadores, menos podrá hacerlo con una AN donde no tendrá mayoría absoluta.

Quiero dejar constancia que tengo mucho que agradecer a funcionarios de este gobierno, es tal que estoy vivo gracias a las ayudas económicas que he recibido para pagar las operaciones quirúrgicas que me han hecho este año. Pienso que esas ayudas no salieron del bolsillo de ningún funcionario público y las que he recibido no han sido con el fin de colocarme un bozal que impidan ejercer mis derechos políticos. Me rebelo ante las practicas siguientes: 1.- Que el Presidente de la República sea simultáneamente Presidente del Partido Político mayoritario. 2.- La consigna: "Se hará lo que diga Maduro", pues ésta es la negación total al principio constitucional de una Democracia Participativa y Protagónica por la cual votamos en 1999

Ojalá que este articulo pueda llegar a ser leído por el Presidente Nicolás Maduro Moros, por el cual voté y apoyaré consecuentemente para que cumpla su mandato hasta el 2025, si para esa fecha estoy vivo.