Es imposible pensar que con gente hurgando los botes de basura, sacando desperdicios para comer; con calles llenas de zamuros y otras aves de rapiña peleando por los huesos y desperdicios que botan las carnicerías; con las frutas , verduras y legumbres pudriéndose en las puertas de venta de los negocios, porque no se venden debido a sus precios incomprables por el pueblo; con mafias y bandas organizadas de civiles y militares robándose entre ellos los combustibles; con dirigentes de un partido del gobierno, indolentes, corrompido e insensible ante los problemas que sufre el pueblo; con los negocios que venden alimentos a precio dolarizado, extraídos de las cajas CLAP que envían desde el centro del país y con el Poder Municipal y Estadal en manos de las oposición, haciendo de todo para hacer fracasar la gestión de los funcionarios del gobierno nacional, podamos los Chavistas merideños salir triunfantes, en esta batalla que se nos avecina librar el próximo 21 de Noviembre del año 2021.
Siendo necesario tres millones doscientos mil bolívares para obtener un dólar, con el cual solamente se pueden comprar algunos de los alimentos, que nos mantendrán con vida durante un dia, es imposible sobrevivir a este capitalismo que los opositores se empeñan en llamar Socialismo, donde los comerciantes árabes y chinos adoran al dólar como un Dios.
Con nuestras lanzas, machetes y el apoyo de algunos ingleses, pudimos vencer a los fusiles y la artillería de los españoles; Ahora contamos con dos poderosas armas como son El Bolívar Oro y El Petro y no podemos enfrentarnos al Dólar Norteamericano, aun contando con el apoyo del Yuan Chino y el Rublo Ruso.
Tenemos El Plan de la Patria, instrumento jurídico de planificación estratégica único en el mundo, También tenemos claro cuáles son los objetivos históricos y políticos y económicos para lograr el desarrollo del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI a escala continental. Todas estas son armas para enfrentar al Imperio Norteamericano y hacer que respeten nuestra soberanía sobre el suelo patrio. Tenemos, como decía Chávez, los cojones bien puestos y aun así estamos a punto de perder, a nivel nacional, la Madre de todas las batallas.
En esta guerra DE 4TA. GENERACION, donde las batallas se dan en el campo económico, cibernético y mental, donde las armas son las monedas, los medios de comunicación y los mensajes, las proporciones también cuentan y por más que saquemos el cuento bíblico de David vs Goliat, las posibilidades de vencer son muy escazas a menos que la desproporción de fuerzas para el combate se hagan menores.
Es observando y viviendo cada dia lo que está pasando en Mérida lo que me hace pensar que tenemos la Batalla del 21/11 perdida y también el por no conseguir respuestas a las estrategias y tácticas del gobierno nacional por el viraje a la derecha de Nicolás Maduro, al abandonar El Plan de la Patria y pactar con los oligarcas empresarios venezolanos y el capitalismo internacional, promulgando leyes protectoras al Capital y creando Zonas Espaciales para la explotación económica de nuestras riquezas con fines de exportación. Yo sé que la primera prioridad de todo gobierno es su permanencia en el Poder y cumplirle a los que lo eligieron. De allí extrapolo la idea que, viendo el gobierno venezolano, la imposibilidad real de poder combatir contra tan poderoso enemigo, haya tenido que bajar la guardia y pactar hasta que hayan mejores tiempos. No creo que sea por falta de valentía, sino por sobrevivencia.
Lo que no logra asimilar mi escaza inteligencia es el por qué todos los enemigos internos y externos del gobierno centran su batería sobre Nicolás Maduro, como el único responsable, cuando todos sabemos que la crisis del capitalismo es global y es particularmente en Venezuela donde están focalizadas las potencias del mundo que necesitan energía para su sobrevivencia.
Eso que nos está pasando, es como querer acusar a nuestros aborígenes de cobardes porque se dejaron vencer por los invasores españoles o que los Palestinos están en igualdad de condiciones frente a sus enemigos sionistas de Israel. Lo trágico-cómico de todo esto es que los más acérrimos enemigos internos del gobierno están peleando desde afuera, apoyados por el imperio más poderoso y genocida que ha conocido la humanidad y los que están adentro se niegan a entrar en combate, aduciendo que no hay condiciones.
Apenas quedan cinco meses para librar una de las batallas más importante que nos ha tocado en estos últimos 22 años: Las Mega Elecciones del 21 de noviembre del año 2021. No participar activamente y ponerse hablar pendejadas no tiene nada de revolucionario. Abstenerse no es una opción. Si el gobierno no logra bajar esa desproporción, de 3 millones de bolívares por un dólar, antes de tres meses, la batalla seguramente la perderemos los chavistas; con eso no quiero decir que el imperio ganará la guerra, pero habrá que esperar más tiempo y nuestra generación no merece eso.
Siempre me ubiqué al lado de la parte más débil y pienso que en esta guerra, los Chavistas y soñadores del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI somos los más débiles y en esto están incluidos: Maduro, Diosdado, los Rodriguez y los otros líderes que se identifican como tales. Los Enemigos de mis Amigos, también son mis Enemigos, esa es la lógica que empleo a la hora de tomar las armas y posiciones de combate. Corro el riesgo de equivocarme al seleccionar a quienes considero son mis amigos, pero me queda la satisfacción que la selección la hice yo y no otros por mí y eso no tiene precio.
Juanveroes66@gmail.com
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