Cuando domina en el individuo el valor del lujo, la moral del derroche, cuando la ostentación es la norma, o nos gobierna ese raro individualismo gregario pequeño burgués, ese egoísmo mezquino ¿cómo puede crecer en ese efluvio mental la consciencia social? Socialismo no es interés material, egoísta y mezquino, pero tampoco es el asistencialismo adeco, no son bolsas de comida, no es la lotería de los bonos de sobrevivencia, socialismo no es construir falansterios, no es emplear a la juventud para limpiar jardines, calles y pintar brocales, o para que sean los esclavos en el proceso irracional del desarrollo capitalista en las Zonas económicas especiales, SOCIALISMO ES TENER CONCIENCIA DEL DEBER SOCIAL, que trabajamos por y para la sociedad en su conjunto, para satisfacer necesidades materiales básicas y tener tiempo de ocio para desarrollarnos como individuos, como personas, no es trabajarle a un patrono o para ser nosotros patronos de otros. Socialismo es cambiar valores de vida, voltear la idea que tenemos de la felicidad y de la sabiduría, del trabajo; es conciencia de ser seres sociales y que nuestro destino está ligado necesariamente al destino de nuestros congéneres y al entorno. Socialismo es revolución permanente, es la búsqueda de la perfección en todo lo que hacemos.
La única manera de poder desarrollar nuestra verdadera individualidad –no el individualismo gregario del pequeñoburgués, típico de nuestra clase media –, es combinando tiempo de trabajo, trabajo social con tiempo de ocio, trabajo personal, creador; sin tiempo y espacios para nosotros mismos no es posible crecer como personas, educarnos bien, expandir el conocimiento y mejorar nuestra capacidad de trabajo productivo y creador, acrecentar la salud física y mental, eso solo es posible con la cooperación de toda la sociedad, consciente del deber como sociedad responsable de su destino. Cada individuo preocupado por el porvenir del otro, ser hombres y mujeres solidarios, amar al prójimo en términos prácticos y concretos, ¡ser cristos en la tierra! Si el vecino necesita ayuda, no dejarlo morir y pasar a su lado, indiferentes; ofrecerle toda la ayuda que le podamos dar, pero no ser indiferentes. La indiferencia es el rasgo humano más animal; un solo individuo es tan importante como el colectivo, si no se salva, no se salva tampoco se salva el resto. Socialismo es no mentir jamás, ser honestos, educar sin mentiras y reconociendo errores y debilidades para poder superarlos, en la familia, en la comunidad, en todos los niveles de responsabilidad social (en el gobierno, en la escuela, etc.) Si mentimos y nos mentimos fracasaremos siempre. Socialismo es equilibrio…
Socialismo es salvar al planeta. La sociedad capitalista está destinada a perecer junto a nuestra especie y parte de la naturaleza que nos da sustento. El proceso de acumulación de capital es un hecho real, concreto, y funciona como una aspiradora de recursos naturales. En Youtube se puede apreciar de forma gráfica y exacta https://youtu.be/kzapKAhbCO4 cómo las fortunas crecen; los más ricos del planeta cambian de posición en el ranking pero sin embargo sus capitales nunca pierden, sólo crecen, y en la medida que estos crecen, la Tierra se agota y el resto de la humanidad empobrece. Este ritmo vertiginoso de crecimiento capitalista –y de empobrecimiento del trabajador y los pueblos–, de concentración y acumulación del capital, está destruyendo al planeta, absorbiendo sus recursos rápidamente sin parar. Ya será más frecuente ver inundaciones donde nunca las hubo, incendios forestales incontenibles, islas y lagos donde antes hubo glaciares, mar donde antes hubo islas, etc.
La vida es más fuerte que nuestra especie, pero la especie humana es lo que somos. Somos la única especie capaz de atentar en contra de sí misma, sin embargo, "humanidad", también significa equilibrio, es "humanismo", es reconocernos como seres racionales –más que pensantes –, capaces de perpetuar la vida de nuestra especie por tiempo indefinido.
El socialismo es una necesidad imperiosa y urgente, no es un cuento de oportunistas y aprovechadores, de gente miope, cortos de vista y de propósitos, de almas mezquinas y miserables. Cambiar el modelo de desarrollo capitalista es una conclusión, una recomendación expresa hecha hasta por científicos y líderes del capitalismo, como el biólogo documentalista David Attenborough y Al Gore, ex vicepresidente de EEUU; que no se atrevan hablar de socialismo es un prejuicio atávico, de los ingleses y de los políticos norteamericanos, con la palabra, quizás con la idea en general, pero no les queda otra salida, si no es capitalismo es socialismo, las terceras vías no existen, los capitalistas no se suicidan.
El socialismo es el resultado inevitable de la ecuación, para la salvación del planeta debemos cambiar el modelo de producción económico y la espiritualidad que lo inspira. Solo una mentalidad atontada y pragmática se le ocurre perder una oportunidad tan valiosa como la que nos ofreció Hugo Chávez, la de cambiar este modelo de desarrollo primitivo; solo los tontos quieren construir el socialismo destruyendo la naturaleza, explotando a todo un país, recursos materiales y personal, poniéndolo en manos de los mismos capitales que secan al planeta ahora mismo alrededor del mundo, llamándolos a que acaben con nuestro paisaje y exploten a nuestros jóvenes, mujeres y niños.
Socialismo es sobre todo sabiduría humana para perpetuarnos como especie en armonía con la vida.
¡VOLVAMOS AL PLAN DE LA PATRIA DE CHÁVEZ!